viernes, 22 de febrero de 2013

Fichero Político

Urge acusar a los saqueadores

Por. Angel Mario Ksheratto

Proporcionalmente, los adeudos y presuntos desfalcos de administraciones gubernamentales recién pasadas —en Chiapas y 
Tabasco— tienen diferencias abismales. Sin embargo, el gobierno de Arturo Núñez Jiménez no ha tenido empacho en salir, públicamente, a ofrecer cifras escandalosas que apuntan hacia una búsqueda de justicia o cuando menos, a la devolución, íntegra, del dinero sustraído al amparo del poder.
La mala organización, la indisciplina presupuestal y la corrupción, a juicio de Núñez Jiménez, fueron factores que incidieron en el desfalco millonario que se mide en decenas de miles de millones de pesos que ha generado insuficiencia presupuestaria para que su gobierno implemente los programas de trabajo que se tenían previstos. 
Esa es la misma historia de Chiapas. Con la diferencia que el mandatario tabasqueño, ha tomado la penosa decisión de plantarse ante sus gobernados y contarles tal cual son las cosas. No como una forma de justificar la inoperancia de su administración, sino para encontrar el respaldo ciudadano en las acciones legales que, seguramente, va a llevar a cabo y que deberán tener consecuencias serias para quienes estén involucrados en ese escándalo de corrupción financiera.

Evidentemente, no se trata de una venganza política, ni de cumplir karmas colectivos, sino sencillamente, de limpiar la casa para empezar de nuevo. 
Al igual que en Tabasco, en Chiapas, los saqueadores tienen nombres y apellidos; Perkins, Ponce, Gamboa, Castañón, Vals, Jiménez, Gómez, Serrano, Toledo, Arriaga, Chávez, Morales, en fin, un grupo de gente que, antes de sumarse al equipo del exgobernador Juan Sabines, vivían en la lipidia y hoy, gozan de incuantificables fortunas.
Mauricio Perkins, quien nunca tuvo un cargo relevante y menos oficial, fue uno de los que llegó a Chiapas (procedente, aparentemente del DF) con una mano adelante y otra atrás. En seis años, se convirtió en flamante propietario de residencias, edificios y negocios en Puebla, Tlaxcala, Yucatán y Quintana Roo. Evidentemente, no es fruto de un salario modesto y honrado.
Nemesio Ponce, que también llegó en condiciones precarias y a quien, amigos del exgobernador le prestaron casas y apartamentos para que no viviera a la intemperie, tras ejercer férreamente el poder, es ahora dueño de un complejo médico en la ciudad de Puebla, valuado en miles de millones de dólares. En la misma situación están los hermanos Gamboa, a quien, trascendió, se les ha descubierto una cuenta bancaria en un país centroamericano por más de 70 millones de dólares.
Toño, antes de la llegada de Juan Sabines a Tuxtla, andaba en condiciones de vagancia en las calles de Tuxtla Gutiérrez; prestaba lo mismo para la combi que para el café, monedas que guardaba en su inseparable morraleta de pita. Hoy es dueño de empresas prestadoras de servicios incluidos restaurantes exclusivos.
Ricardo Serrano Pino, heredero de una destartalada empresa constructora, pasó de ser un empresario pobre, a un acaudalado inversor, tras su paso por la Secretaría de Infraestructura, donde dejó obras inconclusas, de mala calidad y otras que aparecen como “terminadas”, pese a que jamás se colocó un ladrillo.
Así podríamos seguir con la larga lista de saqueadores. El desfalcó se empezó a notar desde el segundo año de la administración pasada. Los focos de alerta se encendieron pero nadie quiso hacer eco, “para no enojar al gobernador”, argumentaron… Y terminaron enojando a los chiapanecos. 
Hay que decirlo sin rodeos: el gobernador Manuel Velasco Coello, debe denunciar a quienes saquearon al estado. Aparte de ser una obligación moral, es un acto de urgencia que reclaman miles de chiapanecos. Estoy seguro que no traicionaría a nadie. Por el contrario, pondrá a la luz pública a los verdaderos ladrones y no a quien se piensa que es.

Tarjetero

*** Por lo pronto, se habla de 28 mil desaparecidos. Se dice que indagarán cada caso, lo cual, con lo deshonrado en que se encuentran las instituciones federales, dudamos que se logre. Queda el beneficio de la duda, cierto, pero éste, se estanca en el “sospechosismo” que los panistas impusieron a sus actos de gobierno. Salvadas las dimensiones, en solo 12 años, hay más desparecidos que en los casi 40 años de guerra civil en El Salvador. Y eso que conociendo a las autoridades, la cifra puede ser mil veces mayor, toda vez que por lo general, las inflan o desinflan, según la conveniencia de cada quien. *** Ayer hubo un acto que, por ser el primero, llamó la atención y más por el lugar: la expobotana, un evento organizado por el diputado Fernando Castellanos Cal y Mayor. Se trató de una exposición de las más variadas botanas que se consumen en Chiapas, especialmente en los bebederos de licores. No tiene nada de malo; al contrario. Es bueno que se promueva ese tipo de cuestiones que al final, son fuente de ingresos para miles de familias. No faltó quien criticó el asunto. Respetables puntos de vista, sin duda. La crítica se centró en el hecho que el evento, se llevó a cabo en el Hemiciclo a Juárez… Pero creo que más, porque ¡faltaron las chelas! Enhorabuena. *** Una versión es la que pesa sobre el asunto: los empleados del SEPOMEX, al encontrar el sobre en un buzón al que fueron llamados para reparar, lo sustrajeron con la intención de robárselo, pensando que era dinero. No fue así; era un material explosivo que al ser abierto, les explotó en las manos. Sucedió ayer, en el DF. Caro pagaron el intento de robo. A ver si aprenden. *** En el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, el nepotismo reina. En tan solo una dependencia, la titular tiene a sus hermanos en nómina (que no se presentan a trabajar, por cierto) uno de los cuales, cobra 14 mil pesos quincenales. Otro, que solo llega a calentar uno de los sillones de esas oficinas, cobra otros 14 mil. Nos preguntamos ¿dónde está la austeridad? Ya le tendré detalles del nepotismo, el abuso y otras lindezas que en esa oficina se llevan a cabo y donde por cierto, se meten en la vida sindical, como si no existieran las leyes. ¡Abusiva que es la nanita! *** El hermano de un alto funcionario, nos cuentan, mete las manos en todas partes. Saca y mete empleados, lo que empieza a generar molestia y en no muy largo tiempo, conflictos laborales fuertes. ¿Quién es? *** Nada justifica el nuevo aumento al huevo. Pero nadie hace nada para meter en cintura a los especuladores. Palabrerío fatuo, nada más. *** Luego nos leemos.

amksheratto@hotmail.com 
ksheratto@gmail.com

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