Vocación democrática
Por. José Juan Balcazar
Si algo está en juego con las reformas electorales federales que tocan el ámbito local, es la vocación democrática tanto de partidos políticos, legisladores y los factores de poder en el estado. Es un pase a gol que nadie debe desperdiciar y mirar e ir mucho más allá de lo que establecen los nuevos ordenamientos constitucionales, porque ir en sentido contrario, mostrarse pichicatos, sólo pondrá de manifiesto que lo que se quiere no es alentar la participación política de los ciudadanos, sino acotarlas a toda costa.
Chiapas, en distintos momentos de la historia, ha sido un laboratorio permanente de ensayos políticos, sociales y culturales. De aquí han salido expresiones que mueven la conciencia de todo el país y ahora no habría por qué ser diferente, sobre todo cuando se tiene la enorme oportunidad de demostrar que no sólo se está a favor de una reforma electoral que, aunque atenta contra la soberanía del estado, pone en juego voluntades, conductas y compromisos democráticos de sus actores políticos. Oportunidad de oro.
Por supuesto que hay que correr en los carriles que las propias leyes permiten. Nadie está negado a hacer uso de sus derechos y facultades, que para eso están. A lo que se apela es que la altura de miras sea capaz de poner a Chiapas no en el ojo del huracán, sino en la repisa de los que no se conformaron con poco y en el reconocimiento de que aquí el compromiso con los valores democráticos y la garantía de las libertades y derechos de los ciudadanos es plena y se protege, estimula. No menos se espera.
Los ojos están puestos en Manuel Velasco por ser el gobernador y por quien, suponen, pasará la decisión de establecer las nuevas reglas del juego político en el estado. Sus pros y sus contras aventuran escenarios y conjeturas de las más diversas. Olvidan que quien legisla son los diputados y en el congreso local están representados todos los partidos que son extensiones de los partidos nacionales que reformaron la constitución y la ley electoral. Son ellos mismos los que dirán hasta dónde quieren ir.
--No cabe duda que eso de la mamazón en los sindicatos ha resultado muy atractivo para quienes no tienen otra forma de darse la gran vida que se dan en esos cargos.
Pa’ ir muy lejos hay dos ejemplos: Luzteín Gómez Utrilla, del sindicato Administrativo de la UNICACH, y Díaz Selvas del sindicato de Salud.
Ya les gustó eso de enquistarse en los sindicatos y ni a madres quieren dejar los privilegios que gozan.
Son dos casos que ilustran la ambición y el gandallismo.
En ambos sindicatos el fantasma de Porfirio Díaz recorre las entrañas de la base trabajadora.
Luzteín Gómez Utrilla busca reelegirse por tercera ocasión, al igual que José Luis Díaz Selvas quiere hacerlo en el sindicato de Salud.
A ambos les ha cambiado la vida a partir de que llegaron al liderazgo sindical.
De ser prácticamente unos muertos de hambre, hoy gozan de una vida que ni en sus sueños más pachecos imaginaron.
Luzteín y Díaz Selvas, uno arrumbado en la UNICACH y el otro médico mediocre de Salud, no destacaron por ser muy buenos trabajadores.
Por años vivieron de su salario raquítico y de su condición de empleados grises, sumamente insignificantes.
La vida les cambió cuando pescaron el liderazgo sindical.
Por eso es que no quieren dejar las posiciones y van, ambos, por su tercera reelección.
¿Es sano para un estado que avanza en su democratización, la necedad y ambición de este tipo de personajes perniciosos?
¿No acaso es necesario ya dejar libre el paso para que otros emerjan en liderazgos nuevos y libres de sospechas?
Luzteín Gómez Utrilla no es una perita en dulce. Ya es todo aquello contra lo que luchó hace algunos años.
Llegó a la dirigencia luego de enarbolar la bandera de la honestidad contra Deysi Velasco.
Echó pestes contra ella, dijo que era de lo peor, justamente lo que es él ahora.
Tan tiene hasta la máuser a la base trabajadora que hace justamente un año lo destituyeron en una asamblea general.
En su lugar dejaron a Marco Antonio Sumoza García, quien ocupaba la cartera de Conflictos en el mismo sindicato.
Mañoso, se repuso y volvió al liderazgo.
Ahora, este viernes que se celebra la elección para un nuevo periodo, vuelve a la carga y está recurriendo a todo con tal de ganar.
En competencia hay cinco planillas y la de Luzteín, la azul, lleva a puro cartucho quemado de comités anteriores.
Aun, contra la mayoría de los trabajadores, está convencido que ganará.
El temor de los sindicalizados es que, conociéndolo, recurra a maniobras perversas para lograrlo.
A ver en qué acaba la elección.
La otra, la del sindicato de Salud va por el mismo camino.
José Luis Díaz Selvas, peor todavía, usa recursos del propio sindicato para hacer campaña.
Lo hace con tal desfachatez que trae muy encabronados a los trabajadores que ven cómo se gasta el dinero de sus cuotas sindicales.
¿De veras no hay nadie que ponga orden?
¿De veras no hay nadie que llame a cuentas a un tal Salvador García Gálvez, que es la mano que mece la cuna?
¿A cuenta de qué este fulano y estos fulanos (Luzteín y Díaz Selvas) pisotean a los trabajadores y se burlan de las leyes?
Ojalá voltee la vista y meta orden y permita que nuevas generaciones sindicales trabajen en favor de sus agremiados.
--Uno de los alboristas más beneficiados, Javier Utrilla Alvarado, se soltó el pelo y se declaró verde.
Dejó al PRI como si nada.
No es que el PRI haya perdido la gran cosa, pero llama la atención que ahora, qué casualidad, le salga el amor por el Verde.
Huele a oportunismo más que a una decisión serena.
Ni RAG pierde a una pieza fundamental ni el Verde gana un gran personaje.
Y dirán ¿y si es tan insignificante por qué el confinero se ocupa?
El tema son las lealtades, las gratitudes y la memoria o, más bien, las deslealtades, las ingratitudes y las desmemorias.
No son de fiar quienes hoy juran amor eterno y al cabo de un tiempo, cuando el viento sopla en otra dirección, se van como si nada.
Y neta que habiendo en Comitán gente decente y respetable a quién presumir, se entretengan con esta lagartija.
En fin, allá ellos y sus cositías.
Como dicen por ahí, si está permitido cambiar de religión y de sexo, que no esté permitido cambiar de partido político.
--Hablando de verdes, ocurrió un caso muy vergonzoso hace no mucho.
Aquí entre nos, llegó el loro Zebadúa llegó a la UNACH a tomar posesión.
¿Cargo de qué?, le preguntaron.
No supo responder, nomás argumentó que lo habían mandado de palacio a tomar posesión.
Pobrecito, no se vale que le jueguen así su cabecita de cotorrito pico amarillo.
¿A qué maloso se le ocurrió mandarlo a la universidad a tomar posesión?
De veras, este caso está como el de un amigo hace algunos años que le dijeron que si quería la dirección de Canal 10.
Uta, el amigo ni tardo ni perezoso dijo que sí.
Entonces, le dieron la dirección: Libramiento Norte Poniente número tal.
Neta que se pasan de lanzas.
--Prácticamente todo está listo para que el domingo tome posesión el diputado Fernando Castellanos como líder estatal del Partido Verde.
Se han corrido invitaciones a senadores, diputados federales, diputados locales, alcaldes y a la militancia ecologista.
Se sabe que el acto de asunción será en la plaza de toros de Tuxtla Gutiérrez.
Ya miles de todo el estado se dicen listos a hacer el viaje a la capital del estado, para estar presente en este acto partidista.
La fortaleza del Verde y el liderazgo de Fernando Castellanos se podrán palpar en esta concentración dominical.
Es prácticamente la primera fiesta del Verde como partido político.
Nunca antes se había convocado así para la unción de un líder estatal del ahora partido en el poder.
De la mano de Manuel Velasco, el Partido Verde pasó de la nada a estar ahora en palacio de gobierno.
De ese tamaño es el trabajo que hizo Manuel Velasco en Chiapas.
Y de ese tamaño es el reto que asumirá Fernando Castellanos a partir del domingo.
Un partido que hizo historia al obtener su primera gubernatura en la historia.
Un partido que tiene por delante no sólo el reto de mantenerse sino de crecer y consolidarse como oferta política.
De ahí que el acto del domingo se mire con ojos de escrutinio para los demás partidos y para la sociedad misma.
Sin duda un acto interesante.
--Eso de andar chocheando no tiene ninguna gracia.
Es lo que pasa en Villacorzo, donde don Román Utrilla anda desatado diciendo que es el elegido para la alcaldía garrobera.
En lugar de andar tirando aceite a esa edad, lo que debería hacer es enlistarse en los programas Amanecer y 70 y más.
Es más seguro que le den su pensión de 500 pesotes, a que le den la candidatura.
Caso dice la ley electoral que por cuota deben darles candidaturas a herederos de Matusalén, pué.
--AVISO INOPORTUNO.
Se le comunica a Saín Cruz Trinidad que haga el favor de ir a borrar toda la porquería que mandó a hacer en Pijijiapan con su campaña de Dr. SCT.
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