CARREREANDO LA CHULETA

HAY QUE ASEGURARSE QUE LO DE UNO ES DE UNO
Por Ronay González

Aún tengo muy presente lo que mi abuelo me dijo hace ya algunos años: "No se construye en casa ajena por que tarde o temprano terminas perdiendo hasta lo que no has puesto".

Desafortunadamente muchas personas, por engaño, ignorancia o desidia, no tienen los papeles de la tierra que trabajan o peor aún, donde viven y créanme, en menos de un suspiro pueden perderlo todo.

Se trata muchas veces del único patrimonio familiar, del único ahorro que se ha podido hacer, de la certeza que en los peores momentos tendrás por lo menos techo, o que dado el caso lo puedes vender o es la herencia de tu hijo o hija, en fin, todas las ventajas que tiene el que cuentes con algo legalmente tuyo.

Revise a nombre de quien están sus terrenos, su casa, a quién se las va a dejar, y si aún están a nombre del abuelo porque él se las regaló, o si ni siquiera nombre tienen, acérquese a alguna autoridad, a veces tienen programas interesantes para proteger el patrimonio familiar.

Es precisamente lo que sucedió en Playas de Catazajá y Salto de Agua, en donde hace unos días unos mil 500 campesinos, después de más de sesenta años de vueltas y papeleos, por fin pudieron obtener los certificados que acreditan la propiedad plena de su patrimonio.

Fueron largos años de espera, afortunadamente fueron escuchados, el gobierno de Chiapas los apoyo para que se les entregaran sus certificados de propiedad y con ello garantizar que nadie les podría arrebatar su patrimonio, o el de sus hijos o nietos, porque muchos le invierten lo que tienen y hasta lo que no, para construir su casita, tener sus muebles, pero si no hay certeza jurídica, de la noche a la mañana te pueden decir que te vayas, y sin llevarte nada.

Claro que espero que no nada más acaba ahí, ojalá que esto sea un incentivo para que se junten, lleven a cabo algún proyecto productivo, por ejemplo de mojarra tilapia por medio de la Secretaría que dirige el amigo Diego Valera. Que se pongan unos comedores en donde se sirvan mojarra fresca, bien preparada, lugares a los que acuda la familia. La tierra ya la tienen, es cuestión de que se organicen.

No está de más revisar el estado en el que se encuentran nuestras propiedades y ya de paso si no ha hecho testamento hágalo, porque con nuestra falta de cultura del testamento, normalmente lo único que le dejamos a nuestros seres queridos cuando nos vamos son puros problemas o líos entre ellos.