CARREREANDO LA CHULETA

NO TENEMOS TRABAJO PERO TENEMOS BASURA

Por Ronay González

Ya en algunas ocasiones he expresado mi preocupación en primera por la gran cantidad de basura que generamos y que no separamos; en segunda porque es dinero aprovechable que ningún gobierno en México aprovecha como se pudiera, o se debiera.

Según la danza de las cifras en todo el mundo hay más de 15 millones de personas que viven del material reciclable que sacan de la basura, de ese total casi la tercera parte vive en América Latina, y claro que los conocemos, en el basurero de Tapachula o de donde viva habrá muchos de ellos, niños, jóvenes, mujeres, adultos mayores que recorren todos los días montañas de basura sin ninguna protección, expuestos a todo tipo de peligros en busca de cartón, papel, plásticos, vidrios, telas y otros materiales para vender.

De acuerdo con especialistas del Banco Mundial estas personas sufren de envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas: “los pobres mueren jóvenes; los pobres que trabajan en basurales, mueren más jóvenes todavía”.

La buena noticia es que pudiera haber una mejor forma de hacer las cosas, de darle a estas personas un empleo digno haciendo lo que hacen pero sin tantos riesgos; la mala noticia es que no depende de ellos, tendrían que ser los gobiernos o algunas asociaciones que fueran capaces de solventar proyectos de este tipo.

Podrían generarse varias micro empresas, materia prima hay de sobra, en promedio una persona genera un kilo de basura al día, esto porque no hay cultura de la separación o el reciclaje. Las personas no reciclan, dicen que el camión lo junta todo, aún así serviría pues precisamente a estas personas, los pepenadores, les es más fácil ubicar los materiales reciclables si no están mezclados con todo lo demás, pero como nadie ha tomado esto en serio el resultado son los montones y montones de basura que hay en los tiraderos a cielo abierto.

¿Se imagina si en cada colonia hubiera una empresa recolectora? Armar este plan para todo un municipio es complicado, hay que educar y convencer a las personas, hacer toda una logística para la recolección, además de que para los temas ambientales nunca hay presupuesto disponible, pero si por manzana, cuadra o colonia se organizara un grupo recolector que fuera incluso puerta por puerta todos saldríamos ganado, ellos evitarían estar en los basureros y se generaría menos basura.

Países como han hecho ya estrategias en este tema y ha funcionado, pero para que entendamos las dimensiones de esta solución, se estima que por ejemplo la cooperativa CURA produce más de mil toneladas de residuos por día, lo que significa además de ingresos, un gran apoyo a la ecología. Las 32 personas que ahí trabajan cuentan con la maquinaria adecuada, vestuarios, baños y comedor, ya no se exponen y además forman parte activa en la economía de su región.

Claro que no lo hicieron solos, hubo participación del gobierno y apoyo del Banco Mundial, ¿el resultado? Una vida diferente para los pepenadores: “hubo un cambio muy fuerte en nuestras vidas. Ahora trabajamos ocho horas y nos volvemos a casa. Tenemos vida fuera del trabajo”.

Nuestro país ya lo ha intentado, la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés) apoyó la construcción de una planta de para la recuperación de plástico reciclable, Petstar en el que se incluyó a las comunidades recicladoras y entre otras cosas Se construyó un Centro de Desarrollo Infantil donde se imparten cursos y se brinda comida a más de 230 niños, todos hijos de pepenadores. A su vez, este proyecto mejoró las condiciones de trabajo de 2,600 personas.

Se trata entonces de una realidad probada en donde todos salen ganando. Me parece una buena idea, me encantaría que los pepenadores tuvieran un trabajo digno y qué mejor si además se genera menos basura.

Estamos por iniciar el 2015 y ahora que tenemos más disposición a los cambios, a las nuevas ideas, a los buenos propósitos, no nos olvidemos de la madre natturaleza. Reciclar y separar no nos cuesta nada; si ha pensado en hacer algo por los demás, ésta es una buena idea, y si de casualidad es gobernante, está más que invitado a desarrollar esta gran idea.