sábado, 8 de marzo de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


LOS 10 COMPROMISOS “A LO MACHO” EN EL DÍA DE LA MUJER

Por Ronay González

Pa´que vean que es en serio y que sí sirven de algo las fechas, no nada más para vender más caras las flores, ahí les van lo que propongo como los compromisos de los machos como yo. Si usted está de acuerdo lo invito a que en el Facebook de Ronay.Mx deje su opinión.

1. Si nuestras mujercitas trabajan fuera del hogar, aprenderemos a hacer la cena y entre semana nos toca a nosotros los machos darle de cenar a los chamacos, a ella y nos serviremos nosotros mismos con nuestras propias manitas. Lavada de trastes incluida. Si trabajan en el hogar, pues lo haremos los fines de semana.

2. Si tenemos empleadas, subordinadas, si somos los jefes pues, prometemos revisar su salario y verificar que sea el mismo que el de los hombres en el mismo rango, de no ser así, lo nivelaremos.

3. Si en el hogar no se cuenta con ayuda para las labores del hogar y de limpieza, se dividirán a la mitad los quehaceres, porque el que las mujeres no “salgan” a trabajar, implica que se “quedan” a trabajar, o sea es lo mismo, así que habrá que contribuir con ellas.

4. Nos vamos a olvidar de querer casar a las mujeres, porque vaya que resulta problemática la palabrita. Los papás no dejan que estudien las mujeres porque “se van a casar” y no va a servir de nada lo que se gaste en ella; las empresas no las toman en cuenta para las promociones porque “se van a casar” y no le conviene a las empresas invertir en alguien que muy probablemente se vaya; pero si una mujer llega a los veintitantos (ya no digamos a los 30) y no se ha casado, la pregunta es: ¿qué no te piensas casar? Y comienza el hostigamiento; total si sí, porque sí, y si no, porque no, así que olvidaremos el asunto.

5. No nos quedaremos callados ante el abuso de un miembro de nuestro género hacia una mujer, sea nuestro compadre, primo, hermano, porque luego hasta nos presumen sus bajezas: la callé, le volteé la cara, la amenacé, y nos reímos de sus “hazañas” en lugar de ponerlos en su lugar y demostrarles que no hay por qué enorgullecerse.

6. Guardaremos nuestros comentarios “celosos” para nosotros mismos, porque una mujer tiene todo el derecho de arreglarse, perfumarse, ponerse, quitarse, si así se le da la gana, y no tenemos porqué asociarlo con cuernos de ningún tipo, y en caso de que así fuera, me queda claro que reclamando sólo estamos acelerando el proceso. Aprenderemos a sentirnos orgullosos, no opacados (¡ah! cómo cuesta verdad).

7. No marcaremos diferencias entre nuestros hijos por su género, si vamos a llevar al chamaco al estadio a ver el fut, también llevemos a la chamaca; si vamos a llevar a la chamaca a una presentación de ballet, también llevémonos al chamaco (todo esto si ellos quieren, claro está), lo mismo sucede con los deportes o disciplinas que quieran practicar, las cosas con las que quieran jugar.

8. Si tenemos hijas y en realidad nos importan, analicemos cómo tratamos a nuestra esposa, porque llámenle karma, las vueltas de la vida, fijaciones, o como sea, pero lo más probable es que acaben tratándola como nosotros tratamos a su madre, para bien o para mal.

9. Aunque sintamos que nos desvanecemos del miedo, vamos a aprender a bañar niños, a cambiar pañales, a coser bastillas, a hacer manualidades para las tareas, para que el cuidado de los hijos sea al parejo (aunque nos toque el disfraz del día de la primavera, al cabo ya casi todo lo podemos encontrar en el supermercado.

10. Prometemos que todo esto no se nos va a olvidar para el día 9 de febrero, como suele suceder con los compromisos de los gobiernos y de los líderes empresariales.

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