Palestra

Ismael Brito y el PRD
Por. Rodrigo Ramón Aquino

En medio de un inesperado destape para buscar la dirigencia estatal del Partido de la Revolución Democrática en Chiapas, respaldo por René Bejarano, líder nacional de la corriente interna Izquierda Democrática Nacional, y señalado, hasta el momento sin pruebas, de recibir arbitrariamente el apoyo del magistrado presidente Rutilio Escandón Cadenas, Ismael Brito Mazariegos ha recorrido desde ya hace algunas semanas el estado, sumando simpatías de las bases perredistas y pronto, el 7 de septiembre, día de la elección, sabrá si su proyecto convenció a la militancia y si recibe la confianza suficiente para depositar en sus manos el destino del partido más importante de la izquierda en la entidad.

Nacido en Socoltenango, municipio enclavado en la Región III Fronteriza, Brito ha militado en el PRD desde 1998, siendo secretario y presidente del partido en su municipio, secretario municipal de una administración perredista, alcalde y diputado local en la LXII legislatura --donde ocupó entre otras posiciones de importancia, la titularidad de la Mesa Directiva--, consejero estatal y delegado nacional por los amarillos.

Actual secretario particular del magistrado Rutilio Escandón Cadenas, con quien cultiva amistad desde que éste fue candidato a la diputado local, razón por la cual más de uno de sus adversarios político ha señalado que encabeza el proyecto escandonista en busca de la candidatura 2018 a la gubernatura, Ismael parece tener un diagnóstico claro del partido: nunca como ahora se vive la fragmentación y lo que necesita con urgencia es la unidad, la solidez, independientemente de quien la abandere.

No obstante su experiencia, antigüedad y conocimiento del Sol Azteca, una de las principales crítica que se han hecho a la aspiración de Brito Mazariegos es su renuncia pública al partido durante las elecciones de 2012 y el apoyo al actual gobernador Manuel Velasco Coello.

“Ciertamente lo dije en un ánimo de molestia. Afirmé en aquella ocasión que lo que el partido vivía era una situación insoportable con las imposiciones y en ese momento pensé que ya no era viable la permanencia. Encontrábamos de todo menos identidad, un punto de coincidencia. Pero repito, fue un momento de molestia, no se formalizó ninguna salida, luego se menguaron los ánimos y esperamos mejores tiempos. Actualmente gozo plenamente de todos mis derechos políticos y partidistas.”

--Hay voces, con estatutos del partido en mano, que afirman que tu actuar de ese momento merece la expulsión del PRD. Qué podrías decir al respecto.

--Yo soy muy respetuoso, particularmente de lo que pueda opinar la diputada Alejandra Soriano, que es quien ha hecho señalamientos de este tipo. Si ella considera que mi actuar es contrario a los estatutos pues ahí están los órganos internos del partido para que acuda a presentar su inconformidad, está en su derecho.

Brito Mazariegos recuerda que en la contienda de 2012, así como él, hubieron muchos perredistas que consideraron como una nueva imposición el hecho de que María Elena Orantes López se quedara con la candidatura, y de manera discreta, bajo el agua, tanto dirigentes como militantes e incluso candidatos apoyaron el proyecto de Manuel Velasco. Él, por su molestia, repite, lo hizo público.

“No hay que perder de vista que la importación de perfiles no perredistas en la vida interna del partido nos ha causado mucho daño, no hay coincidencias, no hay una identidad. Por eso nosotros proponemos retomar los ideales, los estatutos, el abanderamiento de las causas sociales más sentidas. Y, repito, creo que si la militancia confía en nosotros insistiremos en la unidad, sin que necesariamente busquemos que todos piensen igual, pero sí respaldemos causas comunes. No debemos permitir los intentos de pulverizar al partido.”

--Cuál es tu relación con el magistrado Rutilio y qué de cierto hay que él impulsa tu proyecto.

--Como te he dicho, nos une una relación de amistad. Yo estoy convencido que no soy un cuadro improvisado, soy de casa, aquí me he formado. Y en su momento le platiqué mi intención de contender y él me dijo que estaba en todo mi derecho y que no podía privarme de mis derechos legítimos. Yo creo que si el magistrado Rutilio Escandón tiene posibilidades de ayudarme, lo hará, pero será el día de la elección y con su voto de confianza.

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