La ley: Fedatario o político
Por. Carlos Z. Cadena
El Torito es otro de los oportunistas que se andan subiendo al carro de Peña Nieto.
Por. Carlos Z. Cadena
Todo mundo se pregunta, si no es ilegal o prohibido que un Notario Público de Chiapas, ande en plena faena política, a veces con actores políticos buscando la supremacía política; ahí están las fotografías elocuentes de la prensa, y a veces inaugurando casas políticas electoreras, en resumen, un Notario Público, con sed y hambre de ser cabeza de un grupo político, que está en todo su derecho, lo que es cuestionable es su razón de ser fedatario público, una franquicia notarial apenas con algunos meses de habérsele asignado.
Obviamente que estas acciones notariales-políticas y electoreras, ha levantado ámpula, porque todo se hace a plena luz del día, sin el menor rubor del protagonista principal de la película titulada “El 119”, Neptalí del Toro Guzmán. Un escenario nunca antes visto en Chiapas, en torno a un Notario Público. ¿Impericia o enfermedad del poder?
Pero lo grave es que queda en tela de duda la esencia del “objeto social”, que tanto guardan los Notarios Públicos de todo el país, y que es el gran valor profesional que gira alrededor de este conglomerado de profesionistas de México y de Chiapas.
Cambiar la esencia del “Objeto Social”, por politiquería barata, o anteponer la sospecha de los artículos del 74 al 83, del reglamento del Notariado Público en la entidad, pues contraviene cualquier escenario de legalidad que pudiera haber.
Sin embargo lo peligroso es dejar que se violen normas, reglamentos y leyes, solamente porque se es cómplice dela politiquería barata trasmutada en enfermedad del poder.
Sin embargo, no solamente es privativo de Tapachula esta óptica de actorazo Notarial. En Tuxtla Gutiérrez, los comentarios periodísticos también se hacen fuertes y a veces muy críticos, como por ejemplo el de apenas el del pasado sábado 22 de octubre, que escribió el periodista Pepe Figueroa que señala textualmente: “Con la novedad que el candidato perdedor en los pasados comicios municipales en Tapachula anda calenturiento, ahora con el cuento de que hoy habrá de inaugurar una casa de campaña pro Enrique Peña Nieto con el nombre de “Victoria”.
Viniendo de un perdedor que fue revolcado en las urnas por el actual presidente municipal de Tapachula Emmanuel Nivón, el evento de marras no representa mayor problema para los tapachultecos, pues lo que el exgobernador del Estado de México recibe de Neftalí del Toro es la suma de la derrota de un vividor que a cambio de no impugnar el resultado electoral del Soconusco se vendió por una Notaría Pública que no sabemos a qué horas atiende porque se la pasa ofreciendo a los incautos de la política un capital popular que no tiene. Para este mitote que del Toro ha organizado con el nombre de “Victoria” -ni que fuera cerveza- recurre al viejo estilo de la anacrónica política de comprar con despensas y otras chucherías a los acarreados que lo mismo va con Peña Nieto que con Corderito o ya de pérdida con el Peje…”
O También el del periodista Paco Andrade, publicado apenas este lunes 24, cuando advierte textualmente con el título de “Cínico”: “Sin el mínimo recato, haciendo uso y abuso del cinismo Neftalí del Toro, inauguró el pasado sábado en la Perla del Soconusco, una casa de apoyo a favor de la candidatura Presidencial de Enrique Peña Nieto.
Pretende llamarla Victoria, pero como ya se vio en las pasadas campañas proselitistas en donde le dieron una patiza marca llorarás, no tuvo empuje, mucho menos arrastre y por lo consiguiente lo mandaron a la lona; pues no había de otra que llevar a la gente con mentiras, así que para atraerlos prometió regalar despensas. ¿Sabrá de esto el pre-candidato presidencial, que su nombre esté manchándose con el lodo de la derrota del Toro que salió con la cola entre las patas en los comicios pasados?”. Y remata:
“De todos es sabido que Peña Nieto con sólo mencionar su nombre tiene arrastre, es producto vendible, claro está que la gente lo quiere ver en vivo y en directo; pero como el Toro fracasado no confía ni en su propia sombra, tiene que acudir a las viejas, puercas y sucias prácticas del PRI arcaico, de los cuales los mismos priístas se quieren olvidar, desean desechar a como de lugar esos estilos obsoletos que sólo problemas les acarreó.
Es aquí donde el presidente estatal del priísmo chiapaneco Roberto Albores Gleason, debe actuar, llamar a cuentas a el excandidato fracasado y perdedor; porque para el PRI el caldo no está para bollos, el 2012 es definitivo y definitorio y no se pueden andar dándose este tipo de “lujos”.
Y una vez más la crítica se hace fuerte en contra de esta acción que empieza a crear malestar; ahora es el periodista Juan José Balcázar, quien fustiga la temeridad de un Notario Público, desenfrenado haciendo politiquería. Balcázar escribe: “El sábado pasado el Torito de Tapachula, conocido en el bajo mundo por Sapotoro, inauguró una casa de campaña en apoyo a Peña Nieto, con el nombre de Victoria. Nomás que para que llegara la gente a la inauguración andaba ofreciendo despensas. ¿Ydeai, no que mucha victoria?
Y no es extraño este comportamiento del notario muchachito. Antes dijo que era hijo de Arely y la traicionó. Después dijo que era gente de Aguilar Bodegas y le pagó con la misma moneda. Presumía ser papel de baño con el “cheque” Orduña y acabó mentándosela.
En otra elección se arrimó a Sami David y a las primeras de cambio renegó de él. Ahora sale con que es de Peña Nieto. ¿De cuándo para acá Peña Nieto requiere de los servicios de un torito confundido? Confundido porque no sabe si es melón o sandía, o incluso si es la vieja del otro día, día, día.
O capaz que ya le pegó la enfermedad de las vacas locas y eso sí que estaría grave. Imagínese un Torito sintiéndose una vaca loca, Jesús de Veracruz. Neta que Peña Nieto, lo menos que quiere es que salgan estos fulanos trepándose en su tren. En fin, cosas peores se verán y habrá que estar preparados”. Hasta ahí el texto.
¿Transgrede la ley el criminalista metido a Notario Público con fe notarial, para hacer política? Es pregunta.
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