viernes, 4 de noviembre de 2011

Semáforo

El costo de una gubernatura.
Por. Exal Baltazar
Verde. Albert Arnold Gore, Jr. o Al Gore; político y ecologista estadounidense, llego a ser el 45º. Vicepresidente de los Estados Unidos bajo la presidencia de Bill Clinton y candidato a la presidencia del país en el 2000, cuando perdió las elecciones presidenciales frente a George Walker Bush. En 2007 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, por su contribución a la reflexión y acción mundial contra el cambio climático, antes denominado calentamiento global, y con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional; en 2006 protagonizó el documental ganador del Óscar: “Una verdad incómoda”; éste trata del cambio climático, del que responsabiliza a las personas, sus gobiernos e industrias que lo generan, e insta a emprender un camino de búsqueda de energías limpias para evitar la destrucción del planeta. A principios de la década de los 90`s es considerado como el primer ciber-político de los nuevos tiempos modernos, ya comprendía a Internet como medio de comunicación idóneo para el desarrollo de la democracia y la “reinvención del gobierno”. 
Amarillo. El empleo de las avanzadas tecnologías de información y comunicaciones efectivamente puede contribuir a la positiva transformación del Estado. En el tránsito a la llamada “sociedad de la información” el Estado deberá transformarse en útil proveedor de información ciudadana. 

En las elecciones del 2009, para la gubernatura del Estado de México, el gasto electoral fue de 20, 887 millones de pesos, que equivale al 10 por ciento del gasto en educación pública o al 85 por ciento del gasto en el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades de ese año. Ese monto fue desglosado de la siguiente forma: 3,632 millones de pesos por concepto de prerrogativas federales a partidos políticos; 8,350 millones de gastos de operación del Instituto Federal Electoral (IFE); 2,551 millones por financiamiento público de las entidades federativas a los partidos políticos; 4,322 millones en gastos de operación de los institutos electorales de las entidades federativas; 1,933 millones destinados a la Sala Superior y salas regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y 98 millones de la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales (FEPADE). Esto representó un gasto promedio por elector de 268 pesos por ciudadano inscrito en el Padrón Electoral del IFE. 

Las elecciones federales del 2000, fueron consideradas las más caras de América Latina de una lista de 36 países. 

¿Cuestan demasiado las elecciones en México? ¿Podemos gastar menos en ellas? ¿El monto es aceptable, pero se está ejerciendo de modo inadecuado? ¿Qué obtenemos por esta magnitud de gasto en comparación con otros países? ¿Vale la pena realizar un esfuerzo presupuestal de este volumen para las características económicas y políticas de México? 

Otra de las amenazas que hay que considerar para las próximas elecciones del 2012 es el abstencionismo, lo que vendría a duplicar el costo de las elecciones. 

Esta amenaza va de la mano con la falta de credibilidad en el electorado, que prefiere continuar trabajando que ir a perder el tiempo, haciendo cola, y exponerse a ser golpeado por alguna bronca suscitada en la casilla que le corresponda, o como suele suceder, a última hora, el cambio de ubicación. 

Lo que en columnas anteriores habíamos analizado lo que pudiera suceder en las pasadas elecciones del Estado de México… ¡sucedió!, el PRI se levanto con la victoria de Eruviel Ávila, constituyéndose en el fraude masivo de la más “alta tecnología” el cual tuvo un costo aproximado, por voto, de 60 dólares. 

Rojo. Hasta ahí, hemos hablado del costo económico, el cual desde luego a afectado por años la económica mexicana, la cual ha sido aprovechada por los mas sinvergüenzas ladrones gobernantes que hemos tenido a lo largo de la historia: José López Portillo, Miguel De la Madrid, Luis Echeverría Álvarez, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y la torpeza de Vicente Fox. 

Para nuestro estado de Chiapas, no se ha liberado de esto, una larga lista de ex gobernadores que concluye con la detención de Pablo Salazar Mendiguchia. En Tapachula también se han señalado, los últimos, Manuel Panó Becerra, Ángel Barrios, Ezequiel Orduña Morga, más los que se acumulen. 

Pero todo esto parece normal, hasta cierto punto, lo criticamos, pero lo terminamos aceptando, sin embargo, se ha llegado a los extremos en esa búsqueda de poder y riqueza… ¡el asesinato! Y esto lo encontramos con Luis Donaldo Colosio, Juan Camilo Mouriño, Manuel J. Clouthier, entre otros. El más reciente y que abre una vez más la estela de duda, de preguntas sin una respuesta verdadera, sino a medias, entrecortadas entre el verdadero sufrimiento y el deseo de poder, el cual demostró Luisa María Calderón Hinojosa, en entrevista con Brozo ante el reciente asesinato del alcalde de La Piedad, Michoacán, Ricardo Guzmán Romero. 

¿Esto es el costo de una gubernatura? 

Denuncias y comentarios: exalbja64@hotmail.com Cel. 962 10 80 934.

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