Palestra

No se mide
Por. Rodrigo Ramón Aquino

Isaín Mandujano firma la entrevista hecha a Pablo Salazar Mendiguchía y publicada en el portal de noticias Chiapas Paralelo. Luego de una tropezada entrada contextual, lo mejor del texto, no exento de exageraciones y evidentes mentiras, es la narrativa del ex gobernador. Su texto limpio (él redactó las respuestas, lo dicen su estilo y su “cara” sintaxis), a veces elocuente, a veces aderezado con citas literarias, resulta muy entretenido.

Las elaboradas y exquisitas respuestas dan a conocer el cristal con que Salazar Mendiguchía mira la realidad chiapaneca. El autoconvencimiento de un ejercicio limpio y ejemplar muestran de cuerpo entero por qué el célebre mote de “el ego de Soyaló”: quererse a uno mismo nunca está de más. Quererse siendo tan inteligente da escalofríos.

De entre sus dichos, hay algo que debe preocuparnos a los que nos dedicamos a este oficio de la tecleadera. Dice que luego de tener a toda la prensa local en su contra, ganó una elección, y eso le hizo concluir que nuestra prensa no hace opinión. De ahí su indiferencia durante su gestión y su preferencia por la prensa nacional (ah sí, y sus pocos “amigos” locales).

Tiene mucho de razón. Pero donde sí no se mide es cuando afirma: “Nunca en la historia de Chiapas ha habido una prensa tan libre, tan democrática como la hubo conmigo. Los columnistas y reporteros dijeron con absoluta libertad, lo que nunca antes se habían atrevido a decir de ningún gobernador”.

Ágora

De la autoentrevista de Pablo Salazar: “Los únicos que pueden sellar el destino de Sabines son los chiapanecos y las instituciones de justicia. Hoy, ambos estamos sin poder político. Tal como lo señalé, él llegó al territorio en que yo ya estaba. Aunque en su caso, su poder económico es amenazante y le puede servir todavía para muchas cosas.

“Muy pocos han entendido el alcance de mi afirmación hecha desde la prisión. Mi verdugo emprendió en mi contra la cacería más brutal e inhumana que se recuerde en el México contemporáneo. Esa persecución incluyó a casi sesenta de mis colaboradores, a mi familia, a mis amigos, y por extensión a los familiares de todos mis compañeros.

“Mi afirmación surgió después de la notificación del último de los once procesos amañados, prefabricados, que me instruyó. Entonces, con esa frase, le estaba enviando este mensaje: ‘has convertido el odio en razón de Estado, te recuerdo que el abusivo poder que hoy ejerces es temporal, tiene fecha de caducidad; ya te veré cuando no usufructúes el presupuesto público para linchar a tus enemigos, cuando ya no dispongas del aparato de justicia que usaste como dictador bananero, cuando tus mentiras se caigan una a una con un simple soplido, cuando ya no tengas a Calderón ni a la presidencia para que te protejan, cuando la prensa que te lisonjeaba escriba lo que realmente piensa de ti; en suma, cuando seas un simple mortal, como cualquiera, ahí voy a verte, en el territorio del no poder´.

“Y aquí lo estoy viendo. Hay diferencias sustanciales. Su gobierno montó una costosa manipulación de medios que significó cientos de millones de pesos para desprestigiarme y llenarme de lodo durante todo el sexenio. Pese a ello, el ánimo social hacia mi persona y gestión es positivo. En su caso, en su defenestración, no ha habido necesidad de eso. Sin que medie campaña y sin promoción oficial de rencores, en cada rincón de Chiapas no hay gobierno más repudiado ni hombre más odiado que mi carcelero. A donde quiera que te pares, hasta en comunidades apartadas de nuestro estado, vas a advertir el repudio social; te van a decir que ese señor es el más grande saqueador que haya existido en Chiapas. Se multiplican las denuncias, se documenta el latrocinio más escandaloso que se haya cometido contra nuestro pueblo. Y, por cierto, quienes antes fueron beneficiarios de sus pillerías y por tanto, sus defensores oficiosos, hoy guardan sepulcral silencio.”

Cotillo

Andrés Vidal recorrió ayer las instalaciones de la Secretaría de Pesca, allá en Tonalá. La actitud de pescador contento, como de quien atrapó a un pez gordo, puso nervioso a Plácido Morales Vázquez, no porque lamente el reemplazo sino por su posible arribo a la Secretaría de Educación donde las cosas están ahorita de pelos…

De un amigo de Ivett López Suárez, que la quiere mucho: “Sabemos que a veces la vida te juega malas pasadas, son sólo pruebas del destino para ver cuánto eres capaz de aguantar. Ánimo, que todo saldrá bien en los futuros días. Todo les sale bien a las personas de carácter dulce y alegre y tú eres una de ellas”.

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