miércoles, 3 de noviembre de 2010

Semana pasada: Entre sorpresas y premios

Comentario Zeta

Por Carlos Z. cadena
La semana pasada fue de reconocimientos y sorpresas en apoyo a los grupos vulnerables (la pobreza) y en materia de apoyo a los migrantes centroamericanos, primero fue el lunes 25 de octubre que el Sistema de Naciones Unidas, entregó el premio “Más Naciones Unidas en México”, al gobernador Juan Sabines, por los avances de las acciones encaminadas al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Todo se dio dentro del marco del 65 aniversario de la ONU, donde se reconoce este trabajo gubernamental.

El martes 26 de octubre, en el marco de la celebración de la Tercera Semana Nacional de Migración, la Congregación de Misioneros Scalambrianos en México, entregó el premio “Quetzalcóatl”, al padre Flor de María Rigoni, por su trabajo de más de 25 años en nuestro país, a favor de los migrantes extranjeros, Rigoni nacido en Italia, hace 66 años, radica en Tapachula, desde 1998, donde Fundó la casa del Migrante “Albergue Belén”.

El Viernes 29 de octubre, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), increíblemente reconoció al Instituto Nacional de Migración “Por sus acciones en defensa de los derechos humanos de las personas que ingresan y transitan por nuestro país, de manera indocumentada”. El representante en México de la UNICEF, Javier Álvarez, dijo que el organismo de Naciones Unidas ha encontrado respuesta del Estado mexicano a través de los ´programas de protección a la infancia, que constituye el grupo más vulnerable dentro del proceso migratorio. Fue diploma y medalla para el INM.

Más allá de estos reconocimientos internacionales, donde unos se lo merecen cómo el gobernador Sabines y el Padre Rigoni, pero no así el INM, lo que más sobresale, es que el valor lo dan organismos de la talla de la ONU, UNICEF y la Congregación de Misioneros Scalambrianos en México, que tienen hasta ahora moral pública en nuestro país de grandes sorpresas y que cada día se deshace más en las manos de los políticos corruptos.

“Edificio consular” un “cheque falso”

Pero mientras grandes hombres son reconocidos a favor de los grupos más vulnerables y en apoyo a los migrantes, en Tapachula, el edil Ezequiel Orduña Morga, de una manera infame, engañosa, y hasta deshumanizada entregó el pasado sábado 16 de octubre, el llamado “Edificio Consular”, que no es más que un “cheque falso” en materia de obra pública, pues se trata de la “reinauguración de un edificio público, que data desde el sexenio del exgobernador Manuel Velasco Suárez, donde estuvieron oficinas de gobierno del estado y las mazmorras de la policía judicial, y que el pueblo de Tapachula, lo bautizara como “El Palacio de los Zopilotes”, porque ahí merodeaban esta clase de aves de rapiña que se alimentan de desperdicios humanos y de animales.

Pero lo más abominable de este escenario del mencionado “edificio consular”, es que no es edificio nuevo, sino una obra solamente rehabilitada irresponsablemente donde en los pisos 3 y 4 donde van a estar oficinas municipales entre ellas la Secretaría del Campo y la Secretaría de Asuntos Indígenas –ambas municipales- y donde no se le cambiaron los mosaicos del piso, y donde aún se puede ver los “amarillo” que los ha dejado el tiempo, y la resanada y pintura mal hecha, demuestra la rapidez con que lo hicieron los albañiles.

Pero lo que todavía está en el encuentro de la discusión y la polémica, es que en los pisos de la planta baja y el primero, se encuentran los consulados de Ecuador, El Salvador, Guatemala; Honduras y Nicaragua, así como una oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUR), que se supone según las leyes federales de Relaciones Exteriores, estos espacios consulares son “territorio de esos países representativos de Centroamérica”, y lo más grave, es que “la revoltura consular con oficinas municipales” puede ser un bomba de peligro social, porque fue tan torpe la estrategia de Orduña Morga, que las oficinas más vulnerables para los problemas sociales las llevaron allá y un problema local, se puede convertir en internacional.

Sin embargo el edificio de los Zopilotes, ahora “Edificio Consular”, se encuentra en un lugar peligroso en época de lluvias desde el 2005 que el huracán Stan, penetró hasta este edificio, justamente donde se encuentran los consulados, además a unos solos metros se ubica el río Coatancito, brazo del “Coatán grande” y que en tiempos de lluvias sus corrientes se salen de su caudal.

Orduña Morga, quiso apantallar con “sombrero ajeno” porque si se comprometió hacer una obra donde estarían “consulados internacionales”, debió de darle un cambio total, cómo cuando en la época del General Absalón Castellanos Domínguez, rehabilitó y transformó el edificio “Maciel” en Tuxtla Gutiérrez, que después de ser un “edificio viejo y apestoso” la arquitectura moderna le dio un giro espectacular, pero aquí el responsable de la rehabilitación fue un maestro albañil, pero lo grotesco es que este apantallamiento del edil Ezequiel Orduña, es que da presupuesto para consulados, mientras en las colonias populares de Tapachula, las calles están destrozadas, falta el agua potable y la basura se amontona en las esquinas. Un autentico “cheque falso” en la obra pública. Ni la burla perdonan.

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