Por Carlos Z. Cadena
El colapso del puente del río Cahoacán, la tarde-noche de este lunes, deja al descubierto la pésima calidad de construcción de la obra, donde todo apunta a una falla estructural, que no tiene nada que ver con troncos o piedras, mucho menos las corrientes de agua, echándole la culpa que se habían socavado las bases de esta importante vía de comunicación de la carretera que une a México y Guatemala, que es ´por donde transitan los turistas de Centroamérica y los pobladores de los municipios de Tuxtla Chico, Cacahoatán, Unión Juárez, Frontera Hidalgo, Metapa y Suchiate.
Es una obra de carretera apenas inaugurada formalmente por el Presidente Felipe Calderón, el pasado 26 de Noviembre de 2010 y que se contempla dentro del proyecto carretero denominado “Tapachula a Talismán, con ramal a Ciudad Hidalgo”. Se le adjudica a la empresa Española AZVI, que fue la responsable de construir todo este proyecto, que quedó inconcluso en su faceta de cuatro carriles del kilómetro 10, al puerto fronterizo de Talismán.
Lo que más llamó la atención fue que a los pocos minutos del colapso del Puente del Cahoacán, un argumento de sospecha y ocultamiento oficial empezó a salir a la opinión pública, que la obra vehicular había colapsado porque las corrientes de agua arrastraron troncos y piedras lo que motivo que las bases del puente se fracturaran, cuando ya para esos momentos la noche había llegado, o sea que el peritaje lo habían realizado con visores infrarrojos y equipo de buceo, porque no había otra manera para conocer el poder de la verdad. El puente Cahoacán, tiene un hundimiento de pavimento de aproximadamente de 8 a 10 metros, que se precipitó al suelo, donde nada tiene que ver las bases, y consultando con expertos de Ingeniería ayer en el lugar de los hechos, se pudo observar que los pedazos de pavimento se fracturaron, donde nunca se observó varillas.
Sin embargo deben ser las autoridades federales de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, (SCT), de la Ciudad de México, quienes lleven a cabo las más exhaustiva investigaciones para conocer que fue verdaderamente lo que ocasionó este colapso del puente, que socavo en un clásico hundimiento estructural, donde afortunadamente no hubo víctimas que lamentar, pero si un suceso de héroe de un conductor de una camioneta desusada, que fue el que dejó la huella del enfrenón y que fue el que alertó a los conductores que provenían del lado del municipio de Tuxtla Chico, ya que la velocidad de cualquier vehículo hubiera sido fatal ante este hundimiento estructural.
Otra versión más infantil que circulo fue que el colapso se había originado porque llovió rabiosamente más de tres horas, cuya precipitación se calcula llegó a los 250 milímetros, lo que resulta imposible, cuando durante el huracán Stan, fueron casi cinco días de lluvias –interrumpidos por ciertos procesos de tiempo nada más- y el puente del Cahoacán, no se derrumbó, cómo ocurrió con los otros puentes ( El del IMSS), que comunicaban a Tapachula, con la carretera a Tuxtla Gutiérrez, y la Ciudad de México. Después de aquel fatídico 4 de octubre de 2005, el puente del Cahoacán, nada más fue rehabilitado en sus contornos con muros de piedras y una que otra manita de gato, pero nunca en su contexto general de su estructura.
Sin embargo fue hasta el proyecto carretero “Tapachula a Talismán con ramal a Ciudad Hidalgo”, que se rehabilitó y se” agrandó”, en sus carriles, precisamente porque para la SCT, se convertiría en una carretera a cuatro carriles saliendo desde Tapachula hasta el Puerto fronterizo de Talismán, obra que aún se encuentra inconclusa en términos “carreteros”, pero en lo que se refiere al Puente Cahoacán, la obra se hizo encima de la obra vieja, no se tiró el puente, sino que se rehízo, y aquí donde un personaje clave adquiere relevancia, su nombre Ernesto Jáuregui Azomosa, quien silenciosamente acaba de dejar la delegación federal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de Chiapas, y que hasta ahora no se ha hecho oficial este retiró, aun cuando ya hay un nuevo personaje en esa encomienda, Sergio Devorá.
Nacido en el DF, el exdelegado federal Ernesto Jáuregui Azomosa, llegó a Chiapas desde los tiempos del sátrapa exgobernador Pablo Salazar Mendiguchía, procedente de la delegación federal en el estado de Campeche, curiosamente el 2 de septiembre del 2005, un mes antes que se dieran los trágicos hechos del huracán Stan, y fue Ernesto Jáuregui Azomosa, quien manejo en el ex gobierno Foxista-Pablista, todas las edificaciones de los puentes y más obras federales, derrumbados en Chiapas por causa del Stan, donde los que partieron el pastel fueron los hermanos Sahagún Bribiesca, hijos de la integrante fémina de la llamada “Pareja Presidencial”.
Increíblemente Jáuregui Azomosa, desapareció de Chiapas, a pesar de contar con una enorme responsabilidad con las obras del Stan de ayer del exgobienno Foxista y las obras actuales del gobierno Calderonista. Al oriundo del DF, se le adjudica la promotoría con la empresa AZVI, de haber dejado la” carretera Mocha” y de haber tardado la obra federal del proyecto de la carretera denominada: “Tapachula a Talismán, con ramal a Ciudad Hidalgo”, cuyo arranque formal fue el 10 de marzo de 2007 dando el banderazo de inicio de la obra el Presidente Calderón, e inaugurada el 26 de Noviembre de 2010, por el propio Presidente Calderón, pero con la diferencia de que hicieron falta más de seis kilómetros de construcción de carretera de cuatro carriles que uniría a México y Guatemala. Tuvieron que pasar 3 años y 8 meses entre el banderazo de inicio de obra y la inauguración de esta.
Hoy los habitantes de esta frontera sur, necesitan saber qué pasó con la construcción del Puente del Cahoacán, que es la vía de comunicación que nos lleva a Centroamérica, y que hoy sin duda tardaran otro año más para que se construya un nuevo puente, ocasionando pérdidas económicas y enojos sociales en esta región del Sur de México. Hasta hoy en día se están edificando puentes peatonales sobre esta vía. Que brutos.
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