martes, 13 de septiembre de 2011

CONFINES

"Visiones del Poder"
Por. José Juan Balcazar
El poder sirve para que la gente te agradezca las acciones, para que se sienta representada, para que esté atendida y encuentre en su gobierno al mejor aliado, su generador de bienestar, su garante de los derechos sociales y humanos, su dador de certidumbre en su integridad y en sus bienes. Eso concluía Sami David y el confinero en aquellos días en que el poder despótico se ensañaba con Aquiles Espinosa mientras su hijo de dos años sufría convulsiones epilépticas a causa de un virus en el cerebro.

A la distancia se confirma la lectura inicial del caso. El poder debió servir para dejar libre a Aquiles (a final de cuentas el delito por el que se le arraigó era político) y darle todo el apoyo del gobierno para que su hijo recibiera la mejor atención. Pero no, el poder se usó para hundirlo y dejar en la orfandad a su mujer y a su hijo. ¿Qué habría pasado si en lugar de la venganza, el odio y la saña, hubiera prevalecido la solidaridad, el reconocimiento al oponente? El agradecimiento en lugar de la tirria de ahora.
Son las dos caras de la moneda. La de un gobierno que sabe ser sensible a la demanda social, a la atención, al servicio colectivo, a la correspondencia, al compromiso con la justicia y la dignidad de la gente, y la de un gobierno insensible, que se dejó llevar por resentimientos del pasado, por cobrar venganzas y por hacer patente su desviación del poder para desquitarse de quienes a final de cuentas nada tuvieron que ver con sus pleitos y malquerencias, aduciendo etiquetas políticas que no van ni se justifican.

Por qué en el sexenio anterior no se resolvió el problema de la colonia La Misión, en el oriente de Tuxtla Gutiérrez? Porque no se quiso, porque se impuso el resentimiento político de un gobernante contra mil 400 familias cuyo único pecado era tener un hogar digno donde vivir. Y no sólo no se resolvió, sino que hubo el intento de desalojar las viviendas y dejar en la calle a todas esas familias, que el domingo pasado recibieron del gobernador Juan Sabines las escrituras de su casa, con lo que podrán vivir en paz.

--En la Costa la mayoría de los alcaldes le quieren dar atole con el dedo a la gente, inventando historias sobre las deudas municipales o haciéndose los bravos.
Resulta que algunos alcaldes se han instalado en la comodidad de cargarles el muertito a sus antecesores y de ahí no se salen.
Quieren endosar sus propias pifias e irresponsabilidades a los que ya se fueron.
No hablan con la verdad y sólo se sabe lo que ellos quieren que se sepa.
De esa forma la gente cree que sus actuales alcaldes son la chingonería andando y los ex unas ratas de dos patas.
Es cierto, la mayoría de los alcaldes recibieron deudas contraídas en gobierno anteriores con Banobras y CFE, las más importantes.
Pero son deudas públicas, no personales.
Además, cada uno de los alcaldes sabía de los adeudos.
Ni modos que llegaran a la presidencia pensando que todo era color de rosa y se iban a encontrar con una bóveda de dinero.
No pueden decirse engañados ni mostrarse sorprendidos.
Sabían a dónde iban y a qué le tiraban.
Sin embargo, han recurrido una y otra vez a echarles la culpa a sus antecesores, que son unos irresponsables, unos rateros.
Lo curioso es que la mayoría de estos alcaldes no sólo ha pagado un peso de las deudas de sus antecesores, sino que tampoco de sus propias deudas.
Al mes de agosto, varios alcaldes deben todo lo del trienio anterior y todo el consumo de energía de este año.
¿Ydai, no que muy pulcros y pagadores?
Pues no, son tan irresponsables y bandidos como los que los antecedieron en el cargo.
Despotricaron contra los alcaldes salientes y resulta que ahora ellos están en la misma situación: no pagan a CFE ni su propio consumo.
Y no es chisme.
Al concluir el 2010, la deuda de la Costa y Sierra era de18 millones de pesos y ahora, al mes de agosto, la deuda es de 36 millones de pesos.
¿Cómo la vez, tía?
Por eso varios de los actuales alcaldes han buscado cómo desviar la atención.
Se han dedicado a echarle toda la culpa a CFE.
Incluso, hay casos de alcaldes abusivos, como el alcalde de Cacahoatán, Jesús Castillo Milla.
Este fulano, cuando los trabajadores de la CFE llegan a cortar el alumbrado público, les echa encima a la policía.
Lo hace “para demostrar que defienden las causas del pueblo”.
Y hay otros que no cantan mal las rancheras.
Cuando los de CFE andan cortando el alumbrado público, ellos van atrás reconectándose por su propia cuenta.
Pa’ que se dé una idea ahí le van unos datitos.
Los casos más significativos de alcaldes que no han pagado ni su propio consumo están Jesús Castillo Milla, de Cacahoatán.
Le sigue Jorge Arnoldo Chiu Madrid, de Mazatán; Jorge Luis López Vázquez, de Comaltitlán.
Y son los que más han pataleado.
Ahora la pregunta obligada es ¿qué hacen con el dinero etiquetado para pagar estos servicios?
¿Por qué hay municipios que recibieron una deuda con CFE de un millón y medio y ya deben 4 millones y medio?
¿No hay acaso amonestaciones o castigos para quienes incumplan con sus obligaciones?
Y, sobre el tema, como decía el filósofo de Siempre en Domingo, Raúl Velasco: aún hay más.

--Los gobernadores antes de Sabines y después de Robledo bien podrían decirles las Shakiras.
Imagínese, se mostraron sordos, ciegos, testarudos e insensibles a las necesidades de miles de familias de La Misión.
Los dejaron abandonados a su suerte, que por cierto no fue muy afortunada.
Tuvieron que chutarse muchos años de incertidumbre y de estar con el Jesús en la boca.
A la espera de a qué horas los llegaban a desalojar.
No dormían, por años anduvieron con el ojo de mapache de tanto desvelo.
Incluso, llegaron a organizarse como las comunidades de suricatos, donde uno permanece parado todo el santo día y otro toda la bendita noche.
Por turnos, para que nos los agarraran como el tigre de Santa Julia.
Porque en el sexenio pasado hubo el intento de desalojarlos, pero el gobernador Sabines, en ese entonces alcalde, se opuso.
Ni máiz, paloma, le dijo a Pablo.
El propio gobernador Sabines lo recordó.
Cuando era alcalde de Tuxtla fui llamado a palacio, dijo, para ejecutar una orden que estaba del lado del rico y le daba la espalda a la gente.
Sostuvo que se negó a cumplir esa medida que atentaba con la esperanza de estas familias compuesta por ancianas, mujeres, niños y hombres.
“No lo permití, me opuse tajantemente a cualquier desalojo y entendí que algunos gobernantes sirven a diferentes intereses.
“En ese entonces entendí que el compromiso que había en ese gobierno era con el rico.
“Ahí entendí que había un compromiso no se dé que tipo pero muy superior que con el compromiso con el pueblo”.
Más claro ni el agua.
Hoy más de mil 400 familias ya tienen las escrituras de su casa en su mano.
Podrán dormir, pues, sin sobresaltos, con la certeza que nadie llegará a sacarlos de su propiedad.
Un acto de justicia de Juan Sabines, que con justa razón, puede decirse, Misión cumplida.

--Un gran argüende hay en Cintalapa porque el que se siente el López Dóriga del pueblo está involucrado en un intento de homicidio.
Una pistola de su propiedad fue utilizada en un amedrentamiento con disparos a la casa de una conocida dama.
El fulano de tal es muy conocido en el pueblo porque se cuelga de la señal de TV Azteca desde el cerrito del Tepeyac.
Y con esas ínfulas de intocable se le hizo muy fácil llegar a la casa de una dama y hostigarla a balazos.
Según las malas lenguas del pueblo el que hizo los disparos es un tal doctor Bisnieto, Bisquets, Irisnet o algo así.
¿Y cómo es que un doctor empuña un arma para disparar a una persona?
¿Y el juramento de Hipócrates?
¡Hipócritas!

--La elección abierta y democrática para la asignación de locales en el nuevo mercado de San Cristóbal mata cualquier especulación.
Especulación del tipo chismoso y especulación del tipo económico.
Es que por ahí andaba un bigote de brocha panteonera pidiendo hasta 200 mil pesos por local.
Y juraba y perjuraba que él iba a ser quien repartiría el pastel.
Pero ya se vio que no.
Ya quedó claro que el compromiso del gobierno era dárselas a quien más lo necesite y a quien resultara electa en votación de la propia gente.
Son las mismas asambleas de barrio, con su voto, que decidirán a quien le van a dar un local.
Nadie más, ni bigotes de brochas panteoneras ni vivales al acecho.

--Chistoso se oye que militantes de la OPEZ de Comitán detuvieron a un estafador.
¿Son enemigos de los que estafan o nomás consienten a los estafadores de su organización?
Porque que se sepa en la OPEZ y otras organizaciones abundan los que le toman el pelo a la gente.
Ah, pero ahí no dicen nada, al contrario, hasta hacen bloqueos y a veces llegan a la cárcel a liberarlos.
Aducen que son blancas palomas.
¿Será?

--AVISO INOPORTUNO.
Hoy, Día de Niños Héroes, se festeja a los que lucharon en Chapultepec, no a los que todavía se orinan en la cama política.

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