Palestra

Desencuentro verde
Por. Rodrigo Ramón Aquino

El trato cordial y de sonrisita pública entre los verdistas Emilio Salazar Farías y Fernando Castellanos Cal y Mayor tarde o temprano llegará a su fin. Y tal parece que será más temprano que tarde debido a su interés sin rubor de convertirse en el próximo presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, empresa a la que ninguno de los dos está dispuesto a renunciar. El primero porque ya le toca y el segundo porque es el consentido.

Dos momentos habrá para presenciar el distanciamiento: el primero, cuando se roten las presidencias tanto de la Mesa Directiva como de la Junta de Coordinación Política de la actual legislatura local. Castellanos dejará de tener los reflectores como titular de la Mesa, y en esa coyuntura es fácil prever que buscará la coordinación del Verde, lo que le permita llegar a la primera posición de la Junta de Coordinación y al manejo de los recursos del Congreso.

Pero Emilio difícilmente cederá la posición —ya ha cedido mucho en otras ocasiones y debe seguir enfadado por ello—, y su sola permanencia será motivo suficiente para no volver a sonreír junto al legislador más jovencísimo, que no tolerará ser un dipu ordinario y buscará la primera oportunidad para saltar a una posición de gobierno.

Aunque el desencuentro se puede dar antes, con la elección de los nuevos delegados y agentes municipales conejos, cuyos sendos candidatos ya se pasean acuerpados por su respectivo padrino, buscando conformar desde ya la estructura electoral que le garantice, a quien se quede con la casaca en 2015, ser el primer presidente capitalino surgido del partido del góber.

Ágora

Haber, déjeme explicarle: Mario Uvence Rojas ya despacha como nuevo secretario de Turismo de Chiapas, no extraña, ya que como director de Coneculta se pasó siete meses completitos viajando y turisteando. Ah sí, se le recuerda por una muy criticada exposición de obra del grupo privado Bancomer, que sólo consintió a la high society chiapaneca con fines de lucro.

De ahí, de la Sectur, salió chispadito Eliseo Maeda López, quien estaba encargado del despacho, y ahora reemplazará a su suegro como diputado federal (ah, sí, porque a Harvey Gutiérrez ya no le gustó eso de estarse aburriendo en la Cámara Baja y como dizque tiene experiencia en eso de la enseñada pues que se va hacer cargo del Instituto de Administración Pública (IAP) de Chiapas).

Y al Coneculta, como fino enroque, culebra que se muerde la cola, llegó Juan Carlos Cal y Mayor Franco, quien fuera secretario de Turismo y Relaciones Internacionales en el gobierno de su primo Juan Sabines Guerrero, quien, por cierto, chistoso como es, le jugó su cabeza al hacerlo creer que la candidatura a la gubernatura por el PAN sería suya (cómo no tragársela, si las encuestas ponían al Bombón como el pitufo más posicionado), y luego lo dejó chiflando en la loma cuando el tristemente célebre alcalde de Tapachula, Emanuel Nivón, se hizo de dicha posición y de la coordinación de campaña en la entidad de Josefina Vázquez Mota sin el mayor esfuerzo de su pachonchito cuerpo.

Cotillo

La designación de Erisel Hernández Moreno como nuevo secretario general del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado de Chiapas (STSGECH), luego de perder el proceso electoral interno por un voto —a pesar del cómplice respaldo del secretario saliente—, provocó la inconformidad de cientos de burócratas que se manifestaron en las oficinas del sindicato: "Erisel siempre presumió que contaba con el respaldo del diputado Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor", reprochó una de las contendientes. Por lo que anunciaron que tomarán las medidas necesarias para impedir que Hernández Moreno entre en funciones, ya que consideran su llegada como una descarada imposición que vulnera los derechos gremiales, y pidieron al legislador Castellanos, presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, sacar definitivamente las manos del proceso y dejar de apoyar a un aviador.

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