miércoles, 7 de mayo de 2014

Palestra


Zoé y el PRD
Por. Rodrigo Ramón Aquino
Con motivo del 25 aniversario del Partido de la Revolución Democrática, el senador chiapaneco Zoé Robledo responde a Palestra algunas preguntas sobre el ideario que tiene del partido al que representa:

—Llegar a 25 años como partido político de las causas de izquierda, aún con sus luchas y descalificaciones internas, ha sido calificado por los especialistas como positivo. En su opinión, ¿cuáles son los principales logros del PRD en estos cinco lustros y cuáles sus principales yerros?

—El PRD ha logrado canalizar las legítimas demandas ciudadanas de un amplio sector de la población que se encontraba antes difuminado dentro y fuera del sistema de partidos mexicano. Dentro del debate público, ha sido promotor de la defensa de las conquistas históricas de los trabajadores y de los sindicatos democráticos, así como responsable interlocutor con las clases medias. La defensa de los derechos sexuales y reproductivos, la búsqueda por nivelar las condiciones de vida de los mexicanos –salud, educación y vivienda- para permitir el desenvolvimiento de su proyecto personal en libertad. Nuestros errores históricos han sido pensar que ya con acomodarnos en el sistema manteniendo un tradicional 15-25 por ciento basta como partido político. Hay que repensar la estrategia con la cual aspiramos a ser un partido no sólo de oposición eternamente, sino una plausible opción para gobernar el país.

— Gobernando a 16 millones de mexicanos, el PRD parece haber llegado a su tope electoral como partido de izquierda. ¿Es posible un mayor crecimiento o el reto es no perder lo alcanzado?

—Un partido político como el PRD que defiende el papel de las instituciones del Estado mexicano en la promoción y garantía de derechos humanos en libertad no puede estar conforme únicamente con una base electoral que lo acomode en el sistema, si de lo que se trata es cambiarlo para bien. Con la mitad de la población en condiciones de pobreza, sin acceso a crédito o seguridad social y sin perspectivas de movilidad, un partido político de izquierda debe aspirar a construir una amplia mayoría electoral que lo lleve a modificar las condiciones materiales y sociales de tanta gente, sin empeorar o perjudicar a quienes por fortuna o mérito ya han alcanzado un nivel de desarrollo humano saludable.

—El proceso electoral 2015 será una prueba de fuego para el PRD al competir con Morena por el electorado de izquierda. ¿Podrá el Sol Azteca mantener su hegemonía o, por el contrario, será desplazado como “verdadera oposición”, tal como lo ha advertido Andrés Manuel López Obrador?

—La postura de “verdadera” oposición es una categoría imposible de falsear. ¿Quién dice o qué dice quién sí y quién no es “verdadera” oposición? Los esfuerzos de AMLO por crear una plataforma electoral que responda a la imagen y expectativa que él tiene sobre un partido político son legítimos. Sin embargo, que haya más competencia electoral no hace que el PRD deje de considerar prioritario el lograr convencer al electorado a votar por él. No se debe pensar en términos de hegemonía. Suena autoritario y pareciera que las causas de justicia e igualdad social con dignidad tienen dueño. Quien aspire a transformar al país, adelante. Mejor considerar la vía institucional que la insurgencia armada.

—Las corrientes internas y sus cuotas “están matando al PRD”, ha señalado su fundador Cuauhtémoc Cárdenas. ¿Comparte esta opinión?

—Un partido no puede estar partido al interior. Sin embargo, la condición que define al PRD como un partido de izquierda es precisamente su democracia y deliberación al interior de este mismo. No existe una sola verdad programática a la cual los militantes nos apegamos ciegamente. Hay debate, hay confrontación de ideas y, muchas veces, no hay acuerdo sobre seguir solamente una ruta. La política que es sano disenso. Eso sí, acotado a reglas y procedimientos que lo puedan procesar. El PRD está en la ruta de corregir sus vicios procedimentales pero reconociendo que el debate siempre construye.

— ¿Cómo la historia del partido a nivel nacional puede ayudar a enderezar las cosas en Chiapas, donde vive uno de sus peores momentos luego de haber sido gobierno en dos ocasiones? ¿Es posible resurgir en el estado como una verdadera opción para el electorado?

—La fuerte tradición contestataria en Chiapas es en parte lo que ha desprestigiado al partido, pero también ha sido uno de los principales motores que lo llevaron a gobernar el estado en dos ocasiones. Hubo grandes luchadores en Chiapas, aun cuando no hubiese una ideología definida. Era la oposición al autoritarismo y al centralismo. Si ha sido el PAN o el PRI quienes han incurrido en tales prácticas, o incluso el mismo PRD, la sociedad chiapaneca sabe reconocer en sus gobernantes que sí y que no quiere. Por eso, el PRD todavía tiene la posibilidad real de convertirse en un gobierno que corrija aquellos errores que lo llevaron a dejar el gobierno, en un primer momento. Debemos recuperar el espíritu de lucha y de responsabilidad social que luchadores concretos, con nombre y apellido, tuvieron en su momento, como el doctor Gilberto Gómez Maza, Querubín Mayorga, Jack Demóstenes Paniagua, Manuel Hernández, Rafael Arellanes y Oscar Martínez Nucamendi. En la herencia histórica de estos personajes, el PRD puede encontrar mucha luz sobre el camino a seguir para convertirse en una verdadera opción para el electorado.

Contacto:
961139559

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