miércoles, 14 de mayo de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


TENER DÓNDE TRABAJAR DEBERÍA SER OBLIGATORIO

Por Ronay González
Creo que una de las peores cosas que le puede pasar a una persona es no tener trabajo. Es tan desesperante, miles de cosas pasan por tu cabeza, llegas a pensar en entrarle a lo que sea para sacar lo de la comida del día.

En situaciones así el estrés está al máximo lo que además acarrea problemas de salud. No falta quien acceda a caer en las garras del crimen, aunque cuando tienes principios y fuiste educado con valores no lo haces aunque a veces parezca la única opción, pero el riesgo existe.

Las estadísticas, que normalmente sirven para hacernos pasar malos ratos, indican que en el primer trimestre de 2014 la población desocupada en el país se situó en 2.5 millones de personas, lo que representa una tasa de desocupación del 4.8% de la Población Económicamente Activa (PEA), cifra que es prácticamente la misma que la del año pasado.

Visto está (bueno los gobernantes de repente son medio ciegos), que las cosas no van a mejorar si no se motiva y refuerza al sector que genera los empleos y que es precisamente el sector empresarial, porque además resulta que nuestro estado sigue en la lista de los que más rezago tienen en la generación de empleo, junto con Querétaro, Zacatecas, Veracruz, Guerrero y San Luis Potosí.

Antes tenías la esperanza de que si las cosas no salían bien, te ibas a Estados Unidos y ¡listo! Hoy ya no es tan fácil, de hecho es todo lo contrario, llegar es un riesgo demasiado alto, y en caso de que se logre, la economía del país vecino tampoco está en su mejor época.

Lo más grave es que a la poca oferta hay que agregarle el que las personas cada vez tienen menos ganas de trabajar, todos quieren ganar bien con el menor esfuerzo, los recién egresados creen que el título los lleva directamente a las gerencias y como no quieren tomar trabajos menores, mejor se vuelven “ninis”. La cifra no es nada alentadora, pero me pregunto cuántas de esas personas lo que buscan es un buen pretexto para no hacer nada, en lugar de buscar trabajo.

No somos un país, un estado que se caracterice por el amor al trabajo, la premisa es siempre hacer el menor esfuerzo, hacer como que trabajamos y por ende los patrones hacen como que nos pagan, situación que dificulta el crecimiento de las empresas.

Poco ha hecho la autoridad, cierto, pero tampoco hemos hecho nada nosotros por cambiar muchos vicios que han llevado a que los dueños de las empresas no crezcan a la velocidad que pudieran.

Debería existir alguna Ley que obligue a los presidentes municipales, a los gobernadores, al mismo presidente de la República, a que le aseguren a sus gobernados un empleo, suena lunático, pero me parece más absurdo que se sigan gastando miles de millones de pesos en publicidad, imagen, autos, celulares, viajes, comidas, cuando todo ese dinero podría invertirse en la generación de empleos.

Si hay más empleos, poco a poco estos serán mejor pagados y con mejores condiciones laborales, porque así como vamos, los pocos empresarios que queden van a querer que les paguemos por trabajar, y no estaría de más recordarle a nuestros “empleados” los gobernantes, que si hay más trabajos, hay más impuestos, si quiera que por eso hagan algo.

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