Palestra

Sin titubear

Por. Rodrigo Ramón Aquino

Quien ha dado la sorpresa y no se ve titubeante, al menos en el discurso, es Eduardo Ramírez Aguilar, recién estrenado secretario de Gobierno luego de semanas de espera en las que sin duda comió habas, pues ayer tuvo uno de sus primeros escarceos con la prensa capitalina en donde declaró que hoy en Chiapas “hay más gobierno que nunca”.

Con relativa solvencia, el encargado de la política interna de la entidad dio muestras de habilidad discursiva y de estar enterado de la situación de conflicto que guardan algunos municipios y comunidades de Chiapas: “Llegaremos a una solución de los problemas que existen y prevalecen; los regresaremos a la tranquilidad.”

Aseguró que desde su llegada al cargo realiza un trabajo de conciliación entre los comuneros del municipio de Venustiano Carranza, sin que medien minutas de acuerdo “porque honramos el trabajo político y la responsabilidad que nos ha sido conferida”, y cuyos resultados dará a conocer en breve.

Con sapiencia jurídica —no por nada es doctorante en el ramo—, afirmó que al tratarse de un conflicto por tierras será respetuoso de la legislación agraria, y que actuará conforme al marco jurídico, pero al mismo tiempo no dudó en afirmar que de llegarse a agotar el diálogo se restablecerá el Estado de Derecho.

Sin evitar ni rodear temas, también se refirió a los más de 30 feminicidios ocurridos en Chiapas en lo que va de 2013, de los que dijo no quedarán impunes, pero reconoció que no será elevando las penas como se evitarán más casos, sino reforzando la educación básica: “Hay que generar políticas que nos lleven a una conciencia total del papel preponderante de la mujer en el desarrollo de la familia y de la sociedad”, expresó.

Qué bueno que el nuevo funcionario de primer nivel no rehúya a la prensa y por el contrario se muestre enterado y resuelva las dudas de los problemas que aquejan al estado, pero no debe olvidar que una de las principales reglas no escritas en política es no figurar más que el patrón.

Por ello, y aunque se muera de ganas por mostrarle al mundo que tiene capacidad y destreza para desempeñar el cargo, lo que bien se entiende por la enorme responsabilidad adquirida, por salud deberá administrar muy bien sus recursos para no provocar más recelos que los que su propia llegada han generados, particularmente con sus hermanitos los tricolores.

Ágora

Hace unos días circuló en las redes sociales un documento, con fecha 31 diciembre de 2012, donde se muestra que Juan Pablo Sabines Aguilera, hijo del ex gobernador Juan Sabines Guerrero, cobraba un sueldo de 11 mil 317 pesos con 04 centavos como técnico administrativo adscrito a la Secretaría de Obras Públicas y Desarrollo Urbano municipal, lo que hizo pensar con justa razón al respetable que el junior era otro egresado de la escuela de aviación civil.

Y aunque al llegar al municipio (octubre de 2012) Sabines Aguilera ya estaba en nómina, el actual presidente municipal, Samuel Córdova Toledo, se vio en la necesidad de aclarar que no era un aviador del ayuntamiento, que trabajaba “dando seguimiento a las obras públicas”, particularmente la construcción del Parque Convivencia Infantil y justificó que para la “supervisión, seguimiento y control de obras” no se necesita personal especializado ni con licenciatura.

Aunque tiene razón el presidente, su pecado administrativo fue mantener al amigo de Yassir otros tres meses más, “hasta que de manera voluntaria renunció”.

Cotillo

Quien ahora es enemigo epistolar de Juan Sabines Guerrero, el único diputado federal disidente del PRI, William Ochoa, se está reuniendo con las viejas estructuras de las asambleas de barrio que operaban el caduco Chiapas Solidario con la promesa de darles trabajo. Nos preguntamos para qué busca revivir viejas estructuras que sólo generarán conflictos con las actuales. ¿No le parece muy retadora esta apuesta?

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