lunes, 7 de octubre de 2013

Palestra

Confianza ciega
Por. Rodrigo Ramón Aquino
Mientras que en el Distrito Federal la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación acordó mantener su lucha, aunque ahora de forma representativa —lo que abre la posibilidad de que las clases en Oaxaca inicien de forma gradual—, en Chiapas, los maestros lograron el apoyo del Comité de Padres de Familia que pronto se manifestó en contra de los profesores interinos y juntos anunciaron acciones drásticas como la toma de presidencias municipales y el bloqueo de escuelas públicas y privadas.

Pero a qué se debe este ciego apoyo de los padres de familia, considerando las molestias que estas manifestaciones causan a terceros, incluyéndolos. Bueno, no olvide que según diversas encuestas de confianza, los maestros, junto con doctores y sacerdotes, siguen siendo los primeros actores sociales a los que se les confiaría el futuro de los hijos. Es decir, padres y madres, actúan con fe. El sentido común, aunque en su mayoría desinformado, obliga a creerle a quien dice defender la educación del terrible gobierno.

Pero el problema de fondo de la educación no tiene que ver con la reciente reforma aprobada, sino con el histórico maridaje entre las conquistas laborales y las decisiones educativas. El poder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, manifestado ahora en la relativa minoría de la CNTE, es indiscutible, pero no ha servido para mejorar la educación, sino sólo para empoderar más al gremio. Poder que no es prestigio. Al contrario, entre más músculo y más visible se muestra el sindicato, más expuesto a las críticas negativas está: crece la tendencia ciudadana (no sin la ayuda de una campaña mediática negativa orquestada desde la iniciativa privada y el gobierno) a colgarle culpas y a ponerles peros.

Hoy más que nunca, el sindicalismo magisterial debe ser el primer interesado en separar los intereses laborales (su bandera es acusar una reforma laboral disfrazada de educativa) de las auténticas decisiones educativas. El respaldo de los padres de familia demuestra que aún existe confianza en el magisterio, pero éste no debe seguir desperdiciándolo. El país y Chiapas requieren educación de calidad, sí, pero para que ello ocurra debe haber clases y maestros en las aulas.

Ágora

Sólo regalar paga le faltó al presidente municipal de Comitán de Domínguez, Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, en su espectacular boda con la señorita María Gabriela de la Huerta Carpio, a la que estuvo invitado todo el pueblo.

Al pachangón cacique fue invitado todo el vulgo. La felicidad y viandas al por mayor fueron bendecidas por el baño de pueblo. Vestidos de charro, los caballeros de alcurnia llegaron montados en cepillados y brillantes rocinantes. Y las bellas mujeres luciendo atuendos barrocos y sofisticados peinados.

Dos días duró el festejo en el que “ustedes pidan, yo invito” no dejó de escucharse al rito de Julión Álvarez y su Norteño Banda. La escena recuerda la célebre visita que el rey José Alfredo Jiménez realizó a Acala, Chiapas. Una semana de bulla, trago y repartidera de paga. Felicidades.

(Ojalá que los malpensados, que creen que el buen Luis Ignacio agarró paga de las arcas municipales para patrocinar la barrumbada —emulando al tristemente célebre ex presidente municipal de Tecpatán, al que la breve presidencia de año y medio le alcanzó para transformar su vida: propiedades, esposa, viajes y cuentas bancarias a tope—, se lleven un chasco y todo sea envidia de la buena.)

Cotillo

Desde este espacio queremos mandarle un saludo especial y torrente de felicitaciones al presidente de la Cofel, Erik Ocaña, que se estrenó como padre de familia con el reciente nacimiento de su primogénita María Elena, a quien le enviamos toda clase de parabienes. Bienvenida.

Contacto:
roraquiar@hotmail.com
Twitter: @roraquiar
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