JORGE EMILIO GONZÁLEZ TORRES: HEREDERO DEL DESCARO
(Primera parte de dos)
Por. Alberto Ramos García
Legislativa del Distrito Federal de 1994 a 1997, diputado federal en la LVII Legislatura de 1997 a 2000 y de 2000 a 2006 senador de la República, diputado federal plurinominal en la LX Legislatura de 2006 a 2009. Todos estos cargos han sido por la vía plurinominal, es decir, por representación proporcional(Difunet/José Martínez M/Periodista, escritor y Biógrafo del empresario Carlos Slim)
(Primera parte de dos)
Por. Alberto Ramos García
Corrupción y poder, la genética del Niño Verde; elementos que han rodeado la vida de los González Torres. Ecologistas light, involucrados en escándalos nacionales, son de los clanes mafiosos que gozan de impunidad al amparo de un partido político.
No hace mucho me buscó Jesús Sesma, vocero del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), como reacción a un artículo que escribí sobre el Niño Verde. Estaba intrigado sobre la información que yo poseía sobre la familia González Torres. Nada del otro mundo, muchos saben que se trata de uno de los clanes mafiosos en el país que gozan de impunidad.
El punto era que trataban de localizar a otro periodista al que pretendían demandar por presuntas “difamaciones” sobre el Niño Verde. Nos reunimos en un restaurante en el sur de la Ciudad de México donde charlamos largamente. Jesús Sesma es el yerno de la flamante doña Paulina Castañón, ex esposa de Raúl Salinas de Gortari. Lo escuché con atención; los argumentos en contra de mi colega estaban sustentados. Cuando leí la nota de marras me percaté que estaba escrita sin ningún argumento, sólo diatribas, pero en esencia el desprestigio del Niño Verde era irrefutable e indefendible.
Es simplemente un pusilánime y un corrupto. Siempre ha estado rodeado de escándalos. Su mala fama se la ha ganado a pulso, no tiene principios ni moral y su padre, Jorge González Torres, el fundador del Partido Verde lo ha sobreprotegido, pues de tal palo tal astilla.
Fue a principios de 1978 que conocí al papá del Niño Verde. Entonces yo me desempeñaba como reportero del desaparecido periódico Unomásuno, que dirigía Manuel Becerra Acosta. Jorge González Torres, padre del Niño Verde, por esos años ocupaba un cargo de quinto nivel en la Secretaría de la Reforma Agraria, fungía como jefe de un departamento de Tierras Comunales. Su familia era dueña de la cadena de farmacias El Fénix y el pequeño Jorge Emilio tenía apenas seis años de edad.
Los hermanos de Jorge González Torres, Víctor y Javier, estaban enrolados en los negocios de los laboratorios farmacéuticos. El sacerdote de la familia, Enrique, el mayor de ellos era el flamante rector de la Ibero como se le conocía a la Universidad Iberoamericana.
Por aquellos años, Jorge González Torres se ufanaba de ser la “oveja negra” de la familia. Un asistente siempre cargaba una maleta repleta de dinero para gastarlos en los burdeles de moda: El Cadillac, La Posta, El Señorial, etcétera, donde las vedetes lucían sus pieles de zorra y chinchilla. Jorge González Torres se hacía acompañar por un grupo de periodistas ante quienes fanfarroneaba. Su objetivo era llegar a presidir el PRI en el Distrito Federal. Nunca lo logró y renunció al partido tricolor. Su sueño era ser legislador.
Siempre lucía chamarras de piel de distintas especies animales, por eso a quienes lo conocíamos nos sorprendió que un buen día se presentara como un “ecologista”. Cierta ocasión me llamó la atención que Jorge González Torres se apersonara en una plaza de San
Ángel encabezando una marcha de juniors, todos vestidos de blanco impecable, de huaraches y con un paliacate. Un movimiento de ecologistas light que no sabían siquiera qué era hacer una composta y que, como el Niño Verde, confundían Fenicia con Atenas, pues estaban convencidos de que Alaska estaba poblada por pingüinos.
Los ecologistas de marras han sido unos impostores. Las triquiñuelas del Niño Verde, han sido documentadas. Ha pasado su vida de escándalo en escándalo, ahora está a partir un piñón con el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, otro Niñote. Por eso hay quienes piensan que el Niño Verde va a salir muy bien librado del escándalo de la joven búlgara que presuntamente se suicidó saltando de la terraza de una de sus propiedades.
Durante la infancia del Niño Verde, su abuelo Emilio Martínez Manautou llegó a ser un hombre muy poderoso. Era uno de los principales latifundistas de Tamaulipas que se enriqueció de una manera desmedida al amparo del poder. Ocupó importantes cargos en el gobierno gracias a su amistad con los presidentes Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo.
Su padre Jorge González Torres que se casó con Leticia Martínez, hija de Martínez Manautou, pero llegó tarde a la política. Su suegro perdió todo su poder y ya no pudo impulsarlo. Martínez Manautou cayó en desgracia política pero con una inmensa fortuna. Sacó millones de dólares del país, que depositó en bancos de Suiza y en paraísos fiscales del Caribe. A principios de los ochenta se armó un escándalo político cuando se hizo pública una carta donde daba instrucciones a sus asesores para el manejo de su inconmensurable fortuna y el manejo de su herencia al momento de su muerte.
lingotes de oro, dólares, joyas, innumerables propiedades y obras de arte fueron el legado para su familia. Todo lo que amasó desde el poder. Fue diputado, senador, secretario de la Presidencia de la República (1964-70); secretario de Salubridad y Asistencia (1976-1980) y gobernador de Tamaulipas (1981-1987). Finalmente Martínez Manautou terminó sus últimos días en su rancho “El Mezquite”, localizado en las inmediaciones de San Fernando y Matamoros, sumido en la soledad, con la compañía de un empleado domestico y rodeado de cientos de gatos finos. Murió prácticamente abandonado por su familia, así como de cientos de políticos que bajo su amparo amasaron fortunas y usufructuaron poder. Nadie derramó una lágrima por el viejo político que estuvo a punto de ser candidato a la Presidencia de la República, pero en cuyo camino se atravesó Luis Echeverría Álvarez.
Ésa es la estirpe genética del Niño Verde quien heredó – además de la fortuna de su abuelo – de su padre la propiedad del Partido Verde desde el cual sin hacer campaña ha recorrido toda la trama política: asambleísta, diputado federal y senador. Fue representante en la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal de 1994 a 1997, diputado federal en la LVII Legislatura de 1997 a 2000 y de 2000 a 2006 senador de la República, diputado federal plurinominal en la LX Legislatura de 2006 a 2009. Todos estos cargos han sido por la vía plurinominal, es decir, por representación proporcional(Difunet/José Martínez M/Periodista, escritor y Biógrafo del empresario Carlos Slim)
No hay comentarios:
Publicar un comentario