Por. Romeo Ortega
El precandidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, estuvo en Ciudad Juárez, una de las ciudades que en mayor medida ha sufrido los estragos de la violencia y del feminicidio.
El aspirante presidencial presidió un acto político para tomar la protesta a la estructura territorial que lo acompañará en su campaña y a más de 1300 presidentes de comités seccionales. En ese encuentro, por lo que se vio, el priismo hizo gala de unidad con la presencia de ex gobernadores, el actual mandatario y miles de entusiastas militantes.
Lo que dijo Peña Nieto es lo que quieren oír los mexicanos hastiados de la violencia galopante que asuela al país. Dijo: " El PRI, mi partido, el partido de todos, tiene un compromiso insoslayable, irrenunciable y a carta cabal, para combatir la inseguridad y dentro de ello será la mayor prioridad acabar y combatir de manera sensible, significativa, la violencia que lastima a los mexicanos"
Ese es definitivamente el enfoque de una campaña política que, sin olvidar los más sensibles problemas que aquejan a los mexicanos, sabe que la inseguridad y la violencia son los factores negativos que frenan las manifestaciones del progreso. Con la violencia de por medio no se puede avanzar, las grandes conquistas sociales se alcanzan en un ambiente de paz y de trabajo porque toda guerra, cualquiera que sea su nivel o apariencia, solo deja destrucción y barbarie. En la guerra nadie progresa, porque en la guerra se destruye para luego reconstruir cuando llega la paz. La tarea futura de Peña Nieto es manifiesta: la reconstrucción de lo que arrolló la violencia.
Hablar de guerra o de lucha en el momento que vive México, es indistinto porque las consecuencias son las mismas: destrucción, sangre y violencia. Son más de 50 mil muertos los que ha arrojado la lucha o la guerra contra el crimen organizado y esos muertos todos los días aumentan su número, lo que revela que estamos frente a un poderoso enemigo que para diezmarlo requiere de otras estrategias y acciones donde entre en juego la inteligencia porque la violencia que se responde con la violencia, no tiene futuro para ninguna de las partes en combate, menos en un país como México donde la democracia impone el relevo sexenal.
Deben existir otros métodos para erradicar la violencia sin exponer a los mexicanos a los daños colaterales y esto bien lo sabe Peña Nieto, por esto es válido su compromiso de acabar con la violencia y con la inseguridad. Este es su objetivo prioritario que impone nuevas formas y estrategias para combatir y terminar con el flagelo lo más pronto posible. Puede hacerlo, no hay duda, más cuando en derredor suyo se aglutinan fuerzas políticas compenetradas de la unidad y dotadas de clara inteligencia para imponer las soluciones más sensatas y efectivas.
Allí en Ciudad Juárez, Peña Nieto estuvo protegido por medidas de seguridad muy severas, justificables porque en ese lugar la violencia ha sentado sus reales y hasta se ha mostrado retadora para repeler cualquier acción en su contra de parte de las instituciones de seguridad. Allí llegó la violencia avasalladora y sanguinaria y esperamos que no haya llegado para quedarse. De llegar a la presidencia, será a Peña Nieto a quien le corresponda izar la bandera de la paz allí y en todos aquellos lugares donde la violencia quiera arraigarse.
Peña Nieto ha observado con reflexión esta lucha o guerra y bien sabe donde están los puntos débiles que no permiten al gobierno avanzar como quisiera. Por esto los métodos de combate van a cambiar y van a estar dirigidos a garantizar la seguridad de los mexicanos.
México anhela paz, detesta esa violencia que tanto daño y dolor ha causado a la familia. Esto lo ha captado bien Peña Nieto, de ahí su compromiso, viable compromiso, de hacer prevalecer la paz sobre la cenizas de la violencia.
COLOFÓN.- El consejero presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, José Luis Zebadúa Maza, proporcionó una amplia información sobre los pasos que se están dando para intensificar el contacto con la población chiapaneca radicada en los Estados Unidos a fin de perfeccionar los mecanismos que lleve a la elección de un diputado que representará a la comunidad chiapaneca, que vive en los Estados Unidos, en el H. Congreso del Estado a partir de la elección que se desarrollará el próximo 1º de julio del presente año. Muy claro lo explicó Zebadúa Maza: "buscamos mecanismos para que sean ellos los que realicen la promoción del voto. Efectuaremos un convenio con el Instituto Federal Electoral y con la Secretaría de Relaciones Exteriores, en este mes de enero, para dejar armada la estrategia a seguir para la elección del diputado 41 en el H. Congreso del Estado". Es esta una innovación política y democrática que le va a otorgar voz y presencia a los compatriotas chiapanecos que, por diferentes razones, están radicados en los Estados Unidos pero nunca han dejado de estar en contacto con su estado porque aquí radican sus familiares. Esta representación popular los va a cercar a su tierra a través de una presencia institucional en la que harán valer derechos y exponer los problemas que confrontan en busca de soluciones efectivas.
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