miércoles, 23 de noviembre de 2011

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+El Lobo y Caperucita 2012…+
+Chimalapas, Macondo Perdido…+
+Comentarios al Margen…+
CAPERUCITA SE COMIÓ AL LOBO…/

Por. Ruperto Pórtela 
No me queda clara ninguna de las versiones de las tiernas obras de “El Lobo y Caperucita” en su edición 2012. La primera es la puesta en escena el pasado 15 de noviembre en la que Marcelo sucumbió a los grandes ojos, orejas enormes y un hocico monumental del Peje tabasqueño. 

Como en la versión “rosa”, no se sabe bien a bien quien le ganó a quien y en qué corcholata quedó la bolita. Si el Carnal Marcelo hoy es el héroe de la obra o de plano El Peje Andrés Manuel se comió al Jefe de la gorrita roja (por aquello de su pasado priísta). 

Estaremos de acuerdo que aquello del pasado 15 de noviembre no es el final, sino el primer acto, pues nadie duda de que en el sinuoso camino de flores amarillas y cardos negros, haya que sortear muchas espinas y tropiezos, porque la verdad, la “Caperucita Defeña” no quedó muy convencida de que el “Lobo Tabasqueño” sea el indicado para compartir el bosque y las manzanas de Los Pinos. 

Hay todavía mucho que contar de este primer acto que se irá descubriendo en el segundo y estará resuelto en el tercero; el mero día de la elección, primero de julio de 2012. 
La otra versión de “Caperucita y el Lobo” está puesta en el camino de Insurgentes de la capirucha, donde la “Abuelita Moreira” aconseja a su “Caperucita” a no dejarse seducir por el malvado “Perruno Beltrones”, quien hasta entrada la tarde noche del pasado lunes desistió de comérselos en cualquier momento. 

El momento para salirse del camino y desistir de la intención de comerse las manzanas de Los Pinos a principio de diciembre del próximo año del “Lobo Beltrones”, estaba previsto para el domingo 27 de noviembre cuando habría que inscribirse como aspirante. Entonces, mientras “Caperucita Roja” venía por el camino del norte (América), “El Lobo” se había convencido de que su insistencia sería un fracaso ante la arrolladora popularidad y carisma de su presa. 

Entonces, como en los cuentos de Príncipes y Princesas, el reino volverá para la “Abuelita Moreira” y la “Caperucita Arcoíris” Peña, pues todo se convirtió en un feudo al hacer tratos con la “Bruja Gordillo” y los “Zopilotes Verdes”, aún de los González Torres-Martínez. 

En la otra versión corregida y aumentada, hay una “Caperucita Azul”, un “Lobo” con piel de Cordero y un “Chivo Meco” que no encaja en la obra original. 

El Cordero es atropellado cruzando el Arroyo en su intentona de llegar al bosque de Los Pinos; el “Chivo Meco” Creel, solo ve para todos lados porque sabe que no tiene opción de cruzar la Avenida de Chapultepec, mientras la “Caperucita Azul” de Chepina, jala pa´delante con clara intención de estar en camino a Los Pinos. 

La obra no está terminada como la original, en la que “El Lobo” nunca se come a la “Caperucita”, pero en los próximos dos actos del camino a Los Pinos y el toque de entrada a la “chocita acogedora” el 1 de julio del 2012, hay todavía mucho que escribir de este libreto particular a diferencia de otros que ya se hayan puesto en escena.
Todo lo demás que se diga solo es parte de la imaginación de los espectadores y asistentes a esta obra… FIN. 

¡OH, CHIMALAPAS QUERIDO!...

Qué yo recuerde, desde hace muchos años, pero muchos, se ha comentado del conflicto Chiapas-Oaxaca con respecto a la región de Los Chimalapas, enclavado en la zona noroeste del municipio de Cintalapa. Dicen que esta disputa por una porción de terreno localizado entre ambas entidades data de 1967 cuando el entonces Presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz dotó de más de 600 mil hectáreas a los pobladores del área. 

Ya son 44 años de esta confrontación y no hay para cuando se dé una solución permanente porque los oaxaqueños y su Gobierno, desde siempre –ahora el de Gabino Cué Monteagudo- insisten en que esas tierras están dentro de su delimitación, en tanto que los chiapanecos y el Gobernador Juan Sabines Guerrero mantienen el argumento de que el perímetro geográfico de Chiapas está plenamente justificado y comprobado históricamente cuando los habitantes de esta entidad decidieron ser mexicanos por su propia voluntad desde 1824. 

Pero creo que no hay que darle muchas vueltas al zócalo para llegar al kiosco porque en los preceptos constitucionales están claramente señalados los elementos a jurídicos para dirimir un caso de “límites de tierras” entre dos o más Estados de la Federación y en el Código Penal Federal la tipificación de los delitos en que incurran quienes violenten el Estado de Derecho y los derechos de terceros. 

Pocos de los interesados en el tema de Los Chimalapas (por cuestiones políticas, investigación social o tesis) creen que el conflicto sea precisamente por los límites territoriales entre Chiapas y Oaxaca y sí por explotación de la tierra, de las maderas preciosas e inclusive –señalan- presuntos actos delictivos de siembra, proceso y distribución de estupefacientes; que no está lejos de que sea cierto. 

Puede ser que también se haya infiltrado en esa región la delincuencia organizada por ser un paso ideal hacia los estados de Veracruz y Oaxaca con destino al centro del país. Cuando menos eso se menciona desde hace mucho tiempo cuando se supo que existían las comunidades de “La Gringa”, “La Garrucha”; “San Miguel” y Santa María” Chimalapas y ahora se hace presente el ejido “Gustavo Díaz Ordaz” que es la “manzana de la discordia”. 

Como un paréntesis hay que mencionar que en 1994, durante el Gobierno de Javier López Moreno se implementó un programa de indemnización de los colonos de Los Chimalapas (comunidades antes mencionadas) para lo que –entonces se dijo- se dispusieron de 10 millones de dólares de los que solo entregaron 4 y por lo que se acusó al Secretario General de Gobierno Pablo Salazar Mendiguchía de haber desviado más de la mitad de esos recursos. 

El asunto es que las confrontaciones se han recrudecido en los últimos meses de este año en el ejido “Gustavo Díaz Ordaz” donde inclusive se privó de la libertad el 4 de noviembre al líder social, Jorge Humberto Luna Salmos “Tito Luna”, quien fue rescatado por las fuerzas policiacas el 9 de este mismo mes. 

Esa comunidad de “Gustavo Díaz Ordaz” desde entonces está en plena confrontación e inclusive, por reportes periodísticos (de Susana Solís, Televisa y Gabriela Coutiño, prensa escrita) se sabe que está sitiada y bloqueado el acceso; no tienen víveres y manera de salir a buscar sustento. El Gobierno de Chiapas por ordenamiento del Gobernador Juan Sabines Guerrero está dotando de lo necesario a la población mediante un “puente aéreo” que a la vez dispone y releva a elementos de la policía para la protección de la población. 

En ese tenor, en la sesión ordinaria de la LXIV Legislatura del Estado de Chiapas, el diputado priísta, Aquiles Espinosa García, propuso un “Punto de Acuerdo” para exhortar a la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que en el ámbito de sus respectivas competencias intervengan en la situación que prevalece en las región de Los Chimalapas y particularmente en relación al ejido “Gustavo Díaz Ordaz” de la zona noroeste del municipio de Cintalapa, donde se asentará el municipio de nueva creación “Belisario Domínguez”. 

La propuesta fue aprobada por unanimidad y como “de urgente y pronta resolución”, aunada a que se respalde la posición del Gobernador Juan Sabines Guerrero sobre el conflicto y la disposición de seguir apoyando a los chiapanecos del ejido “Gustavo Díaz Ordaz”… Hasta ahora, la historia de hace 44, sigue escribiéndose en el mismo sentido… 

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