miércoles, 8 de junio de 2011

Comentario Zeta

Pablo, caricatura de dictador: Hernán Becerra

Por Carlos Z. Cadena
“Inteligencia sin bondad es la locura.
Inteligencia con bondad es sabiduría.”
(Hernán Becerra Pino)

Horas antes de celebrar el día de la libertad de expresión, saludamos en Tapachula, al paisano y reconocido escritor, ensayista y periodista Hernán Becerra Pino. Entrevistador de lujo con libros como “México entrevistado”, ahora codiciamos entrevistar al entrevistador de lujo con dos premios nacionales de periodismo. Sencillo, pero con una chispa de biblioteca literaria andante, el vate de la literatura y entrevistas de Chiapas, Becerra Pino, lo abordamos para conocer su opinión literaria en torno a la persona del controvertido ex gobernador Pablo Salazar. Gustosamente accedió.



CZ.- ¿Cuál es tu opinión cómo escritor y periodista sobre el caso del exgobernador Pablo Salazar?

HBP.- El caso de Salazar Mendiguchìa da para una rara novela negra y muchas más, como rara avis que es él. Su gobierno tiene todas las características para este tipo de novela: Atmósferas sombrías y ambigüedad psicológica. Y la sensación de estar en una realidad al margen de la realidad. Calles húmedas, que las tiene Chiapas. Noches largas y de opresión donde a los cabarets con sus prostitutas sólo les faltaría ponerles animación con un poco de jazz y blues en lugar de marimba. ¡Qué tal!.

Pero también pudiera ser una novela roja, que sería la novela del crimen, por todo lo que ya está testimoniado en los periódicos. Hay que recordar lo que decía Cicerón: “Lo que está escrito sobre el papel -los periódicos-, está escrito en planchas de acero”. ¡Quién los puede borrar! Bastará que una viejecita con su rebozo, allá en el estado de Sonora, tenga un anafre y lo esté soplando con un periódico para que la noticia siga viva. ¡Qué tal!

A Salazar lo conocí en persona y siempre me pareció un ser execrable –como dirían los franceses-. Y conforme fue detentando el poder se fue transformando como El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr Hyde, en un tirano. Yo diría que es la caricatura de un dictador, un tiranuelo más de la América Latina. Que no hizo nada por su estado más que un puente que se cayó. Y calló a la opinión pública con amenazas, cárcel y lo que todo mundo sabemos ya.

CZ.- ¿Tú coincides que el poder enferma o enloquece en un ser humano?

MBP.- Claro que coincido. Don Jesús Reyes Heroles, decía: “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Claro que lo han dicho, además, muchos hombres célebres a lo largo de la historia de la ciencia política en el mundo. Para mí Salazar es un ser esquizoide que merece estar recluido en un manicomio. Cuando yo le pregunté a Gabriel García Márquez: ¿Qué es el Poder? Él me contestó: “El poder es una profunda incapacidad de amar”. Así es como veo a Pablo Salazar Mendiguchìa, él no se quiere ni él mismo. ¡¿Cómo va a querer a los demás?!

CZ.-En base a tu experiencia literaria. ¿Hay desesperación en Salazar ante el fantasma de la justicia que lo persigue?

HBP.-Quien puede definir mejor lo que pasa con Salazar Mendiguchìa es nada menos que William Shakespeare. Este gran dramaturgo inglés nos puede decir que pasó, que está pasando y que pasará con Salazar. En la obra completa de Shakespeare están las claves de lo que sucedió con el sátrapa.

Shakespeare decía que el asesino va a dar los pésames a la viuda. Que el asesino siempre regresa al lugar del crimen. Yo le preguntaría a Salazar, ¿Por qué regresa tanto a Chiapas?

Es el arte quien nos puede dar explicaciones ante el fenómeno Salazar. Ahora recuerdo la telenovela llamada El infierno de Norma Salazar, aquí podría yo decir El infierno de Salazar, ya sabemos que es Pablo, pero si pongo su nombre lo estoy humanizando y este tipo no merece ni el perdón de Dios.

Su vida en sí es una telenovela. Esto me llevaría a escribir una telenovela donde yo recreo la realidad. Cualquier semejanza con Mendiguchìa es pura casualidad. Acotación: pudiera ambientarse en Soyaló. Un hombre con diabetes, en último grado. Una buena madre y un padre desgraciado, que mató de hambre a sus siete hijos y uno de ellos llegó al poder. ¡Qué tal! ¡Qué horror!

Un poema para Pablo: Si vas para Soyaló / y te encuentras al preciso / desóllalo.

¿Por qué te odian tanto Pablo?

CZ.- ¿Algo que quisieras agregar, y no te lo pregunte mi estimado Hernán?

HBP.-Nada, decir que en Chiapas hemos tenido un excelente Gobernador que es Juan Sabines Guerrero, un hombre bueno. Un hombre trabajador, honesto e inteligente y quien me hace evocar mucho a Juan XXIII, a quien el pueblo llamó el Papa Bueno.

Pero también hemos tenido al peor gobernador de Chiapas, que es Pablo Salazar Mendiguchìa, quien debería estar en exilio por todas sus fechorías. Pero sobre todo debería estar en la cárcel por ladrón y asesino.

Mira, cuando don Miguel de la Madrid era director de Fondo de Cultura Económica, fui invitado a escuchar una conferencia que dio Henry Kissiger en esa casa editorial. Kissinger dijo a propósito del presidente Richard Nixon, “¿Si a ese hombre lo hubieran amado?”. Eso mismo digo yo de Pablo Salazar Mendiguchia: “¿Si a este hombre lo hubieran amado desde niño, no tuviera tanto resentimientos sociales?

Y por último me resta decir a manera de El Padrino: “Si voy por la calle y me cae una rama y me mata. Si llueve y me da pulmonía. Si alguien me habla fuerte y del pánico me muero. Si me da tos y me ahogo. Si mi mamacita me grita y yo me muero del susto. El único culpable de mi muerte, nadie más, es Pablo Salazar Mendiguchìa”.

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