Constructoras patito del Pabliato
Por. Carlos Z. Cadena
Evidentemente que la cloaca mayor de un segmento de la corrupción del exgobernador Pablo Salazar, radica específicamente en lo que él llamó “La reconstrucción de Chiapas”, con las extensiones de tierras donde se construyeron las viviendas de los damnificados por los cuatro puntos cardinales de la entidad. Son edificaciones pésimas hechas con lodo y que hasta ahora se han venido señalando los desaciertos en estas viviendas como son cuarteaduras y que están edificadas en lugares inundables -de alto riesgo- en algunos municipios de los 41 que sufrieron el desastre natural. ¿Pero cuál fue el fantasma de la putrefacción que apareció en este segmento de corrupción pablista? la respuesta es obvia: Las constructoras.
Todavía ayer decíamos que habían dos Pablos corruptos, el de antes y después del 2005. Antes del 4 de octubre de ese año, cuando se presentó el huracán “Stan”, todavía se hicieron varias denuncias valientes periodísticas en el sentido de que los hermanos Jonathan y Joel Salazar Mendiguchía, -el primero- en los altos, centro y norte de Chiapas -y el segundo- en la Costa, Soconusco y Sierra, se habían erigido en creadores de múltiples “constructoras patitos”, que utilizando nombres de otras personas, lograron conformar una de los monopolios más grandes del mundo en materia de “constructoras patitos o fantasmas” y por instrucciones de su hermano Pablo Salazar, se apersonaban con los exalcaldes chiapanecos de aquella época para que fueran ellos -los Salazar- quienes construirían las obras públicas. ¿Ya se acordaron?
No había exalcalde que se pusiera en contra o que alegara; prácticamente los seis años de Pablo Salazar, el fantasma de las “constructoras patitos” estuvieron en su más alta expresión y hubo inclusive algunas voces de la industria de la construcción que lograron levantar la voz tanto en Tuxtla Gutiérrez como en Tapachula, pero nada impedía la voracidad y dictadura de los hermanos Salazar con la imposición de sus constructoras. Fueron casi cinco años, en que Jonathan y Joel fueron constantemente señalados de ser los jefes de estas empresas fantasmas que privaron en el pabliato.
Después del 4 de octubre de 2005, cuando el tema de la construcción era urgente, ante el desastre que causó “Stan”, muchas de estas ya estaban configuradas y les cayó como anillo al dedo la tragedia pluvial y trabajaron a sus anchas, a lo que el hermano mayor llamó “La reconstrucción de Chiapas”, donde las constructoras con sus prestanombres se repartían el pastel, aunque hubo otras que vinieron de otros lugares del país, como las señaladas por los damnificados, como la de los hermanos Sahagún. Estas fueron las dádivas a sus hermanos específicamente a Jonathan y Joel. Nadita les dio. Nosotros preguntamos: ¿Qué no se llevó el tirano?
Las viudas de Pablo
A nadie debe de asustar que a través de internet, se sigan manejando estrategias para satanizar a los periodistas de Chiapas y a las autoridades estatales, en su afán de defender al sátrapa exgobernador Pablo Salazar, pero lo más abominable es que lo hacen con seudónimos y otros escondidos en el anonimato, que ya para estos tiempos debe de estar investigando la Procuraduría de Justicia del Estado. Tampoco nos debe de asustar a los todavía “aplaudidores” de Pablo Salazar, que por alguna u otra razón lo idolatran cómo un jefe de secta.
Los hay en Tapachula, Huehuetán, Tuxtla Gutiérrez o Comitán, cualquier lugar, afortunadamente son una absoluta minoría, casi nada comparativo ante las expresiones del pueblo que aplauden que en Chiapas se haya aplicado la justicia. Pero lo que sí es cierto es que se están haciendo biografías de estos insensibles chiapanecos que todavía juran que Pablo Salazar, regresará a ser Senador de la República y gobernará por 30 años. No obstante, lo que verdaderamente se percibe es que algo ocultan estas “viudas de Pablo”, que más de algún interés han de tener al interior de la secta.
Desde hace meses se sabía que muchos personajes, ahora llamados “Las viudas de Pablo”, servían de informantes en sus ciudades, comunidades o simplemente enviaban tarjeta informativa a determinados protagonistas donde sobresalían varios Notarios Públicos, que fueron premiados por el sátrapa exgobernante, quienes eran los encargados de recibir la información para enviársela al jefe Pablo. Muchos de ellos diseminados por toda la geografía estatal. Pocos creerán esta historia pero era parte de las estrategias ante el regreso de Salazar, con una representación popular.
De ese tamaño trabajaron los pablistas, como si fuera verdaderamente una secta y al frente un loco de remate encarcelado. Ahora los oficiadores de misas negras del Pabliato, solamente les queda invocar a los espíritus del mal, porque el bien común y la fe, se encuentra en todo el pueblo de Chiapas, que lamentablemente su historia le dio un tirano gobernante. Los cánticos del mal de los pablistas seguirán, y simplemente no hacerles caso, porque sus invocaciones jamás llegarán al cielo, porque ellos fueron la maldad y esas invocaciones se van al infierno. No hay secta que no sea inmortal. Ni modo.
Educación en Tapachula.- Después de que se puso en marcha los proyectos de la construcción del nuevo CONALEP de Tapachula y la Universidad Politécnica, en el predio “El Alazán”, que fue recuperado por el Gobierno estatal y municipal, ayer nos dieron otra noticia, donde en ese predio se construirá el Colegio de Bachilleres número 70.
Por eso ayer mismo, el alcalde de Tapachula, Emmanuel Nivón, sostuvo una reunión de trabajo con la directora General del COBACH-Chiapas, Margarita Martínez Paniagua, para tratar este asunto, donde se dijo que el proyecto de trasladar el plantel número 70 hacia el predio “El Alazán”, es con la finalidad de construir un edificio de mayores dimensiones y con las distintas áreas pedagógicas, recreativas y deportivas que demandan los jóvenes del nivel medio. Lo extraordinario es que en “El Alazán”, se está edificando un complejo educativo y ahí hay que reconocerle al edil Nivón.
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