jueves, 17 de abril de 2014

BRÚJULA POLÍTICA


Cesar Espinosa: Historias de traiciones en el PRD. 

POR. Víctor Manuel Cruz Roque 


Como dice el popular personaje de las comedias televisivas, El Chavo del Ocho, a Cesar Morales Espinosa, aspirante a la dirección estatal del PRD en la entidad, le ocurre eso de “sin querer queriendo”. Y así, el sospechado recurrente de la alta traición para lograr sus fines y propósitos políticos, con su proceder está haciendo exactamente lo que en el discurso condena: está propiciando aún más el divisionismo al interior del partido del Sol Azteca en la entidad. 

El imberbe muchacho se inició en el ámbito de la política estudiantil al interior de la Facultad de Derecho de la UNACH en San Cristóbal de las Casas, y desde su época de estudiante ya le empezaban a brotar prominentes uñas y colmillos que evidenciaban su futura personalidad, siempre dispuesta al servilismo, porque cree firmemente que el fin justifica los medios, aunque estos estén salpicados de felonías e ingratitudes, antivalores que le son normales en su proceder. 

Este personaje se inicio en los sinuosos caminos de la política como “gua-cho-ma” de Omar Molina Zenteno, actual subsecretario de gobierno para la zona norte de la entidad, a quien por razones que no vienen al caso mencionar terminó traicionando. (Mordiéndole la espalda como sucede en la fábula de La Rana y El escorpión de Esopo, por la razón de que, como lo dijimos en la entrega anterior es parte de “su naturaleza”). 

Durante la campaña de proselitismo de Juan Sabines Guerrero, logró incrustarse como integrante del CDE que en ese entonces lideraba Carlos Esquinca Cancino, y fue ahí donde hizo “migas” con Carlos Navarrete y Miguel Barbosa, quienes en ese entonces se encontraban aquí en calidad de mercenario y sirviendo de tapete para lo que ordenara el repudiado ex mandatario estatal. 

En esos tiempos, el tema dominante era la búsqueda de equidad en las representaciones populares, y por azares de la necesidad que se tenía de que la fórmula encabezada por Carlos Esquinca para la diputación federal, se requería de una suplente femenina. Fue ahí donde “entró” al quite Olga Luz Espinosa Morales, actual presunta directora general del CECYTECH—Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Chiapas. 

Ella, la hoy funcionaria educativa, fue tan solo una “juanitas” de las catorce que idearon los tres principales partidos políticos para engañar a las autoridades federales, bajo el acuerdo de que una vez obtenido el triunfo, las damas incrustadas como escaparates debían renunciar y dejarles el espacio a las cabezas de fórmula. 

En varias partes del país funcionó la estrategia, pero en el caso de la dupla Carlos Esquinca-Olga Espinosa, la segunda se negó a renunciar y con esto se consumó la traición a la palabra empeñada. 

Fue el hermanito de la fémina ya convertida en diputada federal el que urdió la negativa de renuncia y convenció al ex gobernador Sabines de que le eran más eficientes sus servicios que los que le podía otorgar Esquinca, quien se pasó todo el sexenio en calidad de apestadito. Hasta aquí la historia que retrata la animadversión mutua que sostienen ambos—Carlos y Cesar--que en momento dado estuvo a punto incluso de llegar a las descalificaciones personales y a los golpes, como buen lenguaje de entendimiento entre los dos. 

Posteriormente y gracias a su habilidosa facilidad de engatusamiento, Cesar Espinosa decidió apoyar otro proyecto y para lo cual consiguió la candidatura a regidor en la fórmula que impulsaba el PRD, pero que terminó perdiendo ante los tribunales federales. Pero esa, como dice la Nana Goya, es otra historia. 


Cesar Espinosa a escena. 


A este individuo se le instituyeron procesos de expulsión acusado de traicionar los estatutos del PRD y de apoyar fórmulas contrarias en el terreno electoral, pero la protección de la que gozó por parte del equipo político perredista que cobijó a Juan Sabines lo protegió siempre por la evidente condición de que era y sigue siendo uno de los suyos. 

Ahora que la hermana finge ser la directora general del CECYTECH, es a tras bambalinas el que decide qué y cómo se hacen las cosas en ese subsistema educativo. Las acusaciones son de diversos matices: van desde que utiliza los recursos y los bienes de ese esquema educativo para sus fines políticos, e incluso se habla que llega como todo un perdona vidas a las instalaciones de esa infraestructura, para lo cual ha acondicionado sus propias oficinas en el 5º piso del inmueble. 

De aquel muchacho desparpajado no queda nada, pues denota soberbia y autosuficiencia insultantes, siempre protegido por guaruras y un séquito de ayudantes que le complacen sus caprichos. Es pues, un muestrario de altivez y soberbia. 


Dirigencia del PRD, su obcecación. 


Con estas cartas de presentación, ahora Cesar Espinosa busca afanosamente la presidencia del CDE del PRD, y lo hace en calidad de representante en Chiapas de la corriente Alternativa Democrática Nacional que lidera ex senador Héctor Miguel Bautista López, la segunda en representatividad entre los perredistas. 

Para ello, recientemente vino a nuestro estado el Secretario de Organización del CEN del PRD Omar Ortega Álvarez, quien prácticamente presentó al multi-mencionado como el más firme prospecto para liderar a este partido y con el escenario inmediato de las elecciones intermedias cuyo proceso inicia en octubre próximo. 

Por cuestiones de espacio nuevamente abordaremos el tema en otra entrega. (Continuará) 


EN CONCRETO. 

Demagogia celestial. 


El Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla, ha solicitado a los integrantes de la clase política, a los gobernantes de todos los niveles, que no realicen campañas anticipadas sino que se dediquen a trabajar para erradicar la pobreza en nuestro estado. 

El inusual llamado que hace el representante de la iglesia católica, de fondo tiene razón, porque si lo que sucede ya llegó a la percepción de esa institución no precisamente promotora de la justicia social, es porque efectivamente algo sucede y llegó el momento de atender el llamado, no porque lo diga el alto jerarca del clero, sino porque existen leyes que efectivamente limitan esa movilidad a destiempo que genera zozobra y escozor político. 

No tomar la pobreza como bandera política ni jugar con ella, dice el prelado, y con sus aseveraciones definitivamente no descubre el hilo negro ni inventa el agua tibia, sino que se trata de una exigencia que mantiene la sociedad y debe ser el compromiso de todo servidor público, que dicho sea de paso, es parte de la filosofía teológica de la iglesia humilde, salvadora de almas y cobijadora de necesitados que se supone son los pasos heredados de aquel que murió crucificado y pereció en el calvario del sufrimiento. 

El patriarca espiritual reitera que “los recursos no deben ser desviados para promover la imagen personal de algunos personajes públicos”, en clara alusión a muchos que, con diversos pretextos y motivos, se publicitan y se presentan como santones de la decencia, la honestidad y el decoro, cuando en realidad solo muestran el tamaño y las fauces de sus ambiciones políticas desbordadas. 

Pide que los recursos públicos se utilicen para el bien común, y es aquí donde habría de preguntarle al orientador de ovejas descarriadas si no se mordió la lengua, o y si su receta no se trata de un acto de circunstancias precisamente propagandísticas, porque la iglesia católica y en general todas las congregaciones religiosas, no se caracterizan precisamente por su indulgencia con los pobres y desamparados de la tierra, que con la promesa de recibir su recompensa allá en el cielo, se les manipula inmoralmente, sin recato, sin pudor y sin un ápice de vergüenza. 

Tiene razón el Arzobispo Fabio Martínez Castilla, pero lo que expresó queremos escucharlo en el contexto del marco jurídico que nos rige, es decir, de parte de las instituciones establecidas para esos fines. 

Al representante de Pedro aquí, se le conmina para que actúe en consecuencia allá, porque como bien reza la sabiduría popular: en boca mentirosa, la verdad sale dudosa, porque si no es así, solo se trata de una especie de demagogia celestial. 


APUNTES. 


Desde este espacio deseamos a nuestros lectores que pasen felices y emotivas vacaciones. No olvide que la precaución es la fórmula idónea para cuidarse y cuidar a los suyos. 

Es todo, gracias.

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