"Tapachula severamente destruida con sus calles"
Por. Carlos Z. Cadena
Magdy Martínez, el azote de la pobreza
La situación de las calles en Tapachula es preocupante, el fenómeno de las impetuosas lluvias que son devastadoras en esta temporada de precipitaciones pluviales han sido severamente destructoras y las imágenes de nuestras arterias viales hasta irradian catastrofismos, lo que urge una intervención del gobierno del estado y el municipal. Las demoledoras lluvias han abierto hoyancos y baches por los cuatro puntos cardinales de la ciudad, sin embargo las cuadrillas municipales de Obras Públicas no se ven por ningún lado. Es un panorama incierto e inseguro que llama mucho a la reflexión, de que ahora que tuvimos los mejores presupuestos federales en la historia de Chiapas y que el gobierno estatal se “endeudó” con la federación, la segunda ciudad en importancia de Chiapas y la primera en la frontera sur del país, luce como si hubiera ha sido bombardeada y cañoneada. Estamos peor que antes.
Lo positivo es que estando el exalcalde Emanuel Nivón González, instruyó un programa de reconstrucción de calles denominado “Calles para siempre”, que logró que muchas arterias viales hoy luzcan con nuevo pavimento, sino la situación será más grave y desgarradora de lo que uno se imagina para los ciudadanos, que aparte de sufrir las averías en sus automotores, existe la peligrosidad del peatón que caiga en los hoyancos llenos de agua, poniendo en riesgo su propia vida. Por eso la preocupación.
Hay que reconocer que si no hubiera nacido este programa de reconstrucción de calles dijéramos que hay alevosía y enfermedad discriminatoria de algunos funcionarios estatales, porque Tapachula estuviera completamente destruida y eso ya huele a maldad humana. Hasta ahora no quisiéramos creer que hubo en Tapachula una de las marginaciones más grandes de que se tenga memoria con un gobernador en turno en contra de Tapachula, tal como se escucha con las expresiones populares.
El gobernador Juan Sabines –que no le gusta venir a Tapachula, según sus propios empleados- debe de atender esta problemática que se vive en la ciudad, y actuar con un sello de estadista y quitarse un poco su centralismo y “ego político” de que solamente Tuxtla Gutiérrez es Chiapas. En todos los rubros hay grandes historias de la discriminación gubernamental en contra de los Tapachultecos, pese a que le prometieron que Juan Sabines gobernaría a Tapachula como su padre gobernó a Tuxtla Gutiérrez, pero a cuatro meses de la culminación de una administración no se observa absolutamente nada, cuando se supone que aterrizaron muchos millones de pesos provenientes del gobierno federal para Chiapas y aparte todavía el gobierno estatal se endeudó con la federación, pero en Tapachula no se ve nada en su progreso y desarrollo.
Dicen los funcionarios estatales que los presupuestos federales y el “endeudamiento” con BANOBRAS, -ocupamos el cuarto lugar de deuda pública en todo el país- se invirtieron en los 16 municipios más pobres de Chiapas y en “ciudades rurales”, lo que resulta una infamia, y una acción tramposa que mucho dinero se haya ido a municipios pobres del estado, pero lo más aborrecible es que están utilizando la cantaleta de que la Constitución de Chiapas, es la primera del mundo en incluir “Los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU” y que por eso los grande presupuestos estatales fueron para la pobreza.
Hasta ahora los Chiapanecos no olvidan al famosísimo Magdy Martínez Solimán, aquel Español residente de la ONU en México, a quien le quemaron incienso durante un par de años en Chiapas, por ser el “genio” de la creación de los Objetivos del Milenio, que solo falto que lo incluyeran su nombre en letras de bronce en el Congreso del Estado, que ya fue prostituido en su poder constitucional con tanta lista de personajes que no tienen nada que hacer al interior del recinto del poder legislativo. El Español de la ONU, que después sería corrido de nuestro país con todo y cargo, le fue entregada la medalla “Fray Matías de Córdova”, en Tapachula, le fue entregado e inaugurado por él, la Plaza de la ONU como parte del homenaje de Chiapas a Martínez Solimán, en el marco de su despedida como residente de ese organismo internacional, y aparte se le hizo entrega a también en un acto formal, de las llaves de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Belisario Domínguez y Fray Matías de Córdova quedaron “chiquitos” ante la historia local anta tanto reconocimiento al “Conquistador español”.
Nunca se olvidara aquel discurso del 10 de febrero de este año del español Magdy Martínez, en Tuxtla Gutiérrez, cuando dijo que después de ser “Chiapas un pueblo disperso, con los primeros lugares en pobreza, marginación, enfermedades y otros males sociales, Chiapas tenía ahora condiciones de vida dignas, con fácil acceso a la salud, la educación, mayores ingresos, mejores municipios y un medio ambiente sustentable”. ¡Qué mentirotas de un ser humano que actuó mas como empleado de gobierno que como empleado de la ONU¡.
Lo cierto es que en Tapachula, la segunda ciudad más importante sigue esperando mucho de los grandes presupuestos federales, estatales y hasta del “endeudamiento”, porque la ciudad esta devastada con sus calles, no hay alumbrado público, hay problemas con el agua potable, el grave problema de la basura, no tenemos un rastro municipal que garantice el alimento carnícola de la población, y hasta carecemos de SEMEFO, donde los que llegan que son ya cadáveres tampoco tienen a donde les puedan hacer sus autopsias. Estamos totalmente desamparados e invitamos a Juan Sabines recorrer nuestras calles en el día y por la noche, para que vea la oscuridad de la ciudad que confió en él electoralmente.
Martínez Solimán inmortalizó estas palabras: “Chiapas ya no ofrece historias de lástima, nos ofrece un futuro de innovación, creatividad, capacidad para resolver problemas. La agenda Chiapas- ONU, es motivo de orgullo internacional sobre qué hacer para combatir el rezago social y alcanzar los objetivos de Desarrollo del Milenio”. Que se lo crea su abuelita.
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