Por. José Juan Balcazar
En la ausencia de Manuel Velasco Coello, gobernador electo de Chiapas, grupos, personas, advenedizos, oportunistas y una larga exposición de la fauna política se desquicia con el pleito por las posiciones en el próximo gabinete, como si de ellos fuera la decisión de poner o quitar, de traer y de llevar, de elegir o simplemente de imponer su arrebatada y arbitraria voluntad, cuando a quien corresponde tal decisión de designar a sus colaboradores está más ocupado en el proyecto de Estado y no en nombres.
Nadie debe perder de vista que quien ganó la gubernatura se llama Manuel Velasco Coello y la integración de su gabinete, en el que se espera estén los mejores perfiles, le corresponde a él y a nadie más, por lo que está fuera de contexto la rebatinga encarnizada de una jauría ansiosa de poder o de pertenecer a un gobierno que abre muchas expectativas políticas y que sitúa a Chiapas en la mira nacional, por inaugurar una etapa en la que el mandatario estatal no sólo será el más joven en el país, sino en toda la historia.
Llama la atención que en bola aticen el fuego amigo o enemigo contra políticos específicos y que por supuesto le hacen sombra a quienes se consideran con derechos para estar en tal o cual posición dentro del próximo gobierno, lo cual sin embargo no modificará la decisión de quien corresponde ponerle nombre y apellido a cada una de las posiciones en su gabinete, atendiendo por supuesto su compromiso político con el pueblo de Chiapas y con la mira puesta en lo que pueda construir para su propio futuro.
Jugarle al pitoniso o hacerla de ariete no tiene caso en una decisión que nadie más que a Manuel Velasco Coello tomará y que él sabrá por qué lo hace, en atención a qué compromiso o a qué méritos, y en donde, hay que tenerlo muy claro, las sugerencias suelen venir de arriba, no de abajo, sobre todo porque lo que estará en juego será el capital político del mismo gobernador de Chiapas, que lo obliga a jugar muy bien sus cartas y no someterse a caprichos u ocurrencias de nadie, para correr sus propios riesgos.
--En el cabildo de Berriozábal no le hayan la cuadratura al círculo sobre todo en el excesivo gasto en pañales de adultos, que ha significado un boquete al erario.
Que se sepa en ningún ayuntamiento hay programa para repartir pañales para adultos mayores.
¿Por qué en Berriozábal en ese rubro se ha gastado de más?
¿Qué explicación darán al Órgano Superior de Fiscalización?
No queda más que revisar la nómina del ayuntamiento, ahí está el secreto.
¿Quién requiere de pañales para andar todo el santo día fuera de su casa o el asilo?
He ahí el secreto.
Digo, no se necesita ser tan vivo como para no caer en la cuenta quién es el cliente estrella de esos pañales.
¿Se deberá a la edad o la cantidad de zurradas en el ejercicio de gobierno municipal?
El niño popis del cabildo bien podría dar una explicación.
--Ahí andan unos queriendo romper récord Guinnees con la jícara de pozol más grande del mundo o el tamal más grande del mundo.
¿Pa’ qué le hacen tanto al cuento?
Mejor que pongan a concurso el bache más grande del mundo y ni quien le compita a Tuxtla.
Ya vieron por qué si hay que agradecer a Albertano que haya sido tan generoso con la ciudad.
Al desmadrarla no le estaba haciendo un mal a los tuxtlecos, sino abriéndoles la oportunidad de trascender.
¡Que viva el centro! ¡Que viva Yassir! ¡Que viva mamacita santa!
--Lo que es la envidia, ¿no?
Como los de Tuxtla quieren romper el récord Guinnees con el tamal más grande del mundo, ya se les antojó a otros hacer lo mismo.
Ya salieron los de Coita que también ellos quieren romper récord Guinnees.
El clásico miran burro y se les antoja viaje.
Nomás que los coitecos no van a competir con el tamal o la jícara de pozol más grande del mundo, sino con un ejemplar de antología.
Quieren competir nada menos que con su señor presidente municipal.
Efectivamente, quieren inscribir a Silver Corzo como la rata más grande del mundo.
¿Habrá alguien que le compita?
La neta, sin pensarlo mucho, los coitecos pueden dar ya por ganado ese récord Guinnees.
Pues hay que celebrar con pan de Coita.
Mínimo.
--En Tapachula ya se prendieron los focos rojos, pero por la proliferación de puteros, sino por un desfalco detectado en el ayuntamiento.
Salieron a decir unos regidores que la cosa está más que pelona.
Que el hoyo detectado en las finanzas municipales es tan grande como la Sima de las Cotorras.
Dicen que ya no miran lo duro, sino lo tupido.
Que ya no quieren queso, sino salir de la ratonera.
Que les está cargando el payaso y lo peor es que están al cuarto para las doce y ni como cerrar las cuentas.
Eso sí toda la culpa se la echan a Nivón, seguramente porque ya no está despachando ahí.
Si lo estuviera de papacito chulo no lo bajaran.
Pero sean peras o perones, o los de Pepito que están pelones, la cosa debe investigarse.
Si en efecto hay un desfalco o la lengua de los denunciantes de plano es viperina.
Porque, aquí entre nos, Nivón no tiene facha de ser ratero.
Al contrario, tiene un porte de gran señor que cualquiera acusación de bandido se le resbala.
¿Y el alcalde sustituto no dice nada? ¿Le comieron la lengua los ratones o él es uno de ellos?
Capaz que en el pasado haya ayudado a agarrar la pata de la vaca y, por tanto, pecado.
--Gran confusión provocó el dicho que Elba Esther se iba a retirar de la vida sindical y política.
Maestros totorecos que pasaron mal el chisme.
Lo que en realidad quiso decir la maestra es que se iba a restirar, pero la cara, porque ya le urge una hojalateada.
Por supuesto que hay mucha diferencia entre una cosa y otra.
Lo de restirarse efectivamente supone retirarse de la cosa pública, pero nomás lo que dura la recuperación de la cirugía.
Aunque si nomás se trata de ponerse los llamados hilos rusos, no pasa de un par de días de recuperación.
--Así como en algunos municipios panistas se puso de moda el Alcalde por un Día, así en Cintalapa se puso de moda Sobrio por un Día.
Resulta que hace cinco años se le ocurrió a la burra zarca, entonces alcalde, instaurar los Miércoles sin Alcohol.
Lo hizo sólo porque se le ocurrió y se le pegó su gana.
Desde entonces los restauranteros y expendedores de trago han tenido pérdidas gravísimas.
¿A quién chingaos se le ocurre dejar sin trago a un pueblo a plena mitad de semana?
Es para colgar de los coyoles a la burra zarca por iniciativa tan pendeca, como dice Lupe.
¿Cuáles fueron los argumentos para prohibir la venta de alcohol los miércoles?
¿Por qué no lunes, martes, jueves, viernes, sábado o domingo?
No cabe duda que hay cada alcalde que impone su estupidez y la hace ley.
Como que ya va siendo hora que deroguen ese reglamento municipal y se permita la venta de alcohol los miércoles.
Además, en este mundo el que quiera beber trago el día que más le acomode, muy su hígado.
Ya ni en las elecciones se justifica la ley seca, porque yendo a votar pedo puede alegarse que se votó mal porque no se estaba consciente.
Si la autoridad electa resulta maleta, uña larga, inútil, bueno pa’ nada, corrupto, podrá siempre uno acogerse a la calidad de bolo.
¿Y qué diferencia el miércoles de los demás días como para no poderse echar sus farolazos como Dios manda?
Al menos el domingo se justifica porque es día familiar y ni modos de andarse orinando de bolo.
--El titular del OSF, Humberto Blanco, dio a conocer que siete alcaldes no presentaron la cuenta pública del año pasado.
Dice que no se salvarán de que sean sometidos a los designios de la ley.
La obligación de presentar la cuenta pública no exime a nadie, por muy influyente que se diga.
Y si estos alcaldes no rindieron cuentas al Órgano Superior de Fiscalización, pues se las verán con la ley.
Hasta puede que haya cárcel, para que se les quite lo irresponsables.
La neta que algo debe hacerse para mejorar la rendición de cuentas de los alcaldes del estado.
Eso de que se agarran de cualquier pretexto para hacerse patos con la cuenta pública no es sano para la transparencia administrativa.
¿O rinden cuenta o se van de vacaciones a El Amate?
Una cosa es que en la democracia gane cualquiera que haya cumplido 18 años y otra que se amparen en la ignorancia para no cumplir.
Ni ignorancia ni irresponsabilidad ni soberbia ni proteccionismo se justifican en una obligación constitucional.
O todos coludos o todos rabones, no hay más.
Y en ese rasero por igual debe darse seguimiento a ayuntamientos que están para llorar.
Sin duda mucho trabajo por hacer en lo que resta de las presentes administraciones municipales y aun cuando se hayan ido.
A seguirles la pista y llamarlos a cuentas, estén donde estén.
--AVISO INOPORTUNO.
Se edifican chaquetas mentales. No se reprima e ilusiónese siendo parte del próximo gobierno. Psicomagia pura.
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