BRÚJULA POLÍTICA

Crónica del maratón; El Güero no corre, vuela

Por. Víctor M. Cruz Roque/

Las primeras horas que llamamos “de la mañana”, cuando el sol ya se hace visible en el horizonte oriental, indicaban que sería un día cálido, con tonalidades atmosféricas caracterizadas por la levedad del viento: flujos de aire que llegan y se asoman con el transcurrir del invierno en el hemisferio septentrional, ubicación geográfica donde se localiza Chiapas y su capital Tuxtla Gutiérrez. 

El Parque Recreativo de “Caña Hueca” como se le conoce, estaba atiborrado de muchas personas, de todas las edades y condiciones: niñas y niños; adolecentes, jóvenes, personas de la segunda y la tercera edad, en el caso que sea posible etiquetarles una nomenclatura cronológica. Ahí se dieron cita también muchos funcionarios públicos: trabajadores del Ayuntamiento tuxtleco, del gobierno estatal, diputados, y uno que otro oneroso busca chambas.

¡Ahh!, pero también se percibía la presencia de quienes nada sabían del asunto, que se encontraban ahí porque es parte de su ritual cotidiano al acudir a esa demarcación como seguramente lo hacen todos los días: para relajar el cuerpo y sacudirse los polvorines mentales mediante el ejercicio físico con alcances de fortalecimiento espiritual.

Ahí estaba el conjunto humano: unos por infiltración, otros por vocación, algunos por afición, pero todos estaban ahí, esperando. ¿Qué esperaban?,--que llegara el Gobernador Manuel Velasco Coello para poner en marcha el programa más noble y generoso de su administración: La Cruzada Estatal por el Deporte. Y más que un programa es una convocatoria muy significativa, es un llamado vigoroso para dar forma al quehacer deportivo y de recreación, con todas las mayúsculas de buena fe que caracterizan a estas actividades, dadoras de plenitud.

Llegó “El Güero”. 

Las manecillas del reloj marcaban las 7.48 A.M. cuando hizo su arribo el joven gobernador de los chiapanecos. Accedió por una vereda cercana al afluente del añorado Rio Sabinal, e inmediatamente se dirigió a un estrado colocado ex profeso para tan importante acontecimiento. Como siempre lo hace, caminaba saludando y sonriendo a quienes veía a su paso. Inmediatamente cesó la voz de una instructora de activación física, que rítmicamente instruía el compás de los movimientos. Se anunció entonces, que se encontraba ahí, el Gobernador Manuel Velasco Coello.

De manera inmediata, tomó e inició el uso del micrófono el Secretario de la Juventud, Recreación y Deporte Carlos Arturo Penagos Vargas.

Dio la bienvenida al mandatario y extendió sus parabienes a todos los presentes. 

“Nos encontramos aquí”-dijo Carlos Penagos—dirigentes de asociaciones y clubes deportivos—enumerando a todas las categorías deportivas.

“Señor Gobernador: Quienes aquí estamos presente, nos identifica un propósito común: el amor al deporte, porque creemos firmemente que es una actividad constructiva que fortifica y genera bienestar, físico y emocional.

Pero sobre todo, para expresarle nuestra profunda convicción, de que a partir de hoy, la Cruzada Estatal por el Deporte en Chiapas, será una línea central de trabajo, para promover en todas las regiones de nuestro estado, en todos los municipios, en cada barrio, en las comunidades, en las escuelas, haremos y diseñaremos una serie de acciones y programas encaminados a hacer del deporte y la recreación, una alternativa saludable de esparcimiento y convivencia social benéfica para todos. 

¡Señor Gobernador!: Esa es la premisa fundamental que nos identifica; porque Chiapas nos une; nos une el deporte!”. 

Gobernador deportista.

Inmediatamente hizo uso de la palabra el Gobernador Manuel Velasco Coello: Saludó a los presentes e inmediatamente exaltó las bondades de todo lo que significa la Cruzada Estatal por el Deporte; los alcances que se prevén cumplir durante su administración; la necesidad de establecer vías por donde fluya la energía social de los chiapanecos.

Dijo Manuel Velasco también, que no escatimará esfuerzos para que en todos los municipios existan espacios adecuados para la práctica deportiva y externó que cree firmemente que el deporte es propicio para que los jóvenes dediquen su tiempo en actividades que les ayudaran a alejarse de las drogas y de los vicios. 

Hizo alusión a que los deportistas tendrán todo el respaldo de su gobierno y brevemente enumero las justas y competencias que en breve se realizaran dentro y fuera del territorio estatal y nacional. Dijo confiar en los atletas y en los deportistas chiapanecos, y reiteró su compromiso de crear los suficientes espacios para que todo aquel que lo desee, en todos los lugares, tenga acceso al quehacer deportivo.

Estableció que en esta Cruzada no solo deberá participar la Secretaria relacionada con esa actividad, sino que también enumero las dependencias que se involucraran en ese fin, porque—asegurò—es mas que un programa, es una meta muy bien definida estructuralmente desde la institucionalidad, con todos los apoyos necesarios para garantizar que todos los chiapanecos tengan acceso. 

La imagen que proyectaba en esos momentos el joven mandatario era de pleno convencimiento, de jovialidad y vigor y entereza para poner el ejemplo: y así lo hizo. 

Inmediatamente terminó de hablar y en el marco de un sonoro aplauso que le prodigaron los presentes, se encaminó hacia la línea de inicio de la pista que estratégicamente rodea a “Caña Hueca”. Manuel Velasco estaba listo; llegó listo para poner el ejemplo, pues vestía apropiada ropa deportiva acorde a la ocasión.

¿Cuántos lo siguieron?: Muchos, quizá unos trescientos que se aparejaron para seguirle, para hacer el maratón junto a él. Todos iban confiados de que el joven que ostenta la más alta responsabilidad a que todo chiapaneco aspira, solo correría de manera simbólica..y se confiaron. Manuel Velasco avanzó de manera firme sobre la pista, mientras la muchedumbre lo seguía.

Pero ¡Ohh tragedia para los ilusos!, “El Güero” parecía incansable y siguió, siguió corriendo. A la prima de primeras-como dicen las abuelitas de la Costa de Chiapas—muchos se iban quedando, exhaustos, respirando hondo y con dificultades, entre ellos, el propio Secretario de la Juventud, Recreación y Deporte, Carlos Penagos Vargas. En muchos rostros de quienes presenciaban la escena se dibujaban sonrisas apenas disimuladas, pues varios diputados, funcionarios y uno que otro allegado que quería ser protagonistas, se detenían para dar rienda suelta a su sofocamiento. 

No podía ser de otra manera, pues la abultes de sus pomposos abdómenes no les permitía continuar. Se dieron por vencidos.

Pero Manuel Velasco seguía corriendo: le dio una, dos tres y cuatro vueltas a la pista, para entonces, de las trescientas almas correlonas solo quedaban alrededor de veinticinco junto a quien les demostró a pié de emblema, que sí, que le gusta el deporte, y es lo que lo estimula a convocar a los chiapanecos para que se sumen a su programa insigne: La Cruzada Estatal por el Deporte.

Y llegó a la meta, sudoroso, exhausto quizás, pero satisfecho. Quizá pensando en sus adentros, que todo esfuerzo tiene su recompensa.

Alguien dijo por ahí, parafraseando un axioma clásico: Eso siempre sucede, hay muchos que deciden sentarse, para ver el paso de los triunfadores. Y Manuel Velasco lo es, ni duda cabe.

APUNTES

Nos queda claro que la Cruzada Estatal por el Deporte en Chiapas, es la primera de esa valía y de esa talla que Gobernador alguno en toda la historia de Chiapas haya impulsado. Y Manuel Velasco Coello no lo hace desde la comodidad de su escritorio y de su oficina. En todas las regiones y en todos los municipios del estado, el tema que inmediatamente aborda es el del deporte. Va y viene recomendando a los Presidentes Municipales, a los miembros de su gabinete, a la sociedad en general, que es necesario sumar esfuerzos, crear la infraestructura necesaria para que en cada barrio, en cada ejido, en cada comunidad, existan espacios para que las familias practiquen el deporte de su predilección. El Gobernador de Chiapas está convencido y así lo demuestra, por eso es necesario tomarle la palabra; decir si a este que sin duda alguna es un proyecto transgeneracional. Benéfico en toda la extensión de la palabra.

Es todo, gracias.