Comentario Zeta

Exigen igualdad de fronteras: Chiapas

Por. Carlos Z. Cadena

El vicepresidente de la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de la República Mexicana, Jorge Gutiérrez Franco, fue claro al ser entrevistado en Tapachula, al señalar la desigualdad que hay entre las fronteras mexicanas, la frontera norte y nuestra frontera sur, que cada sexenio sigue siendo la misma historia de siempre, en el sentido de que el centralismo nacional, ha originado en México, que haya no solamente una desigualdad en desarrollo y transformación, sino que se ha incurrido por parte del servicio público federal en actos de discriminación de mexicanos, donde la frontera sur, vuelve a ser el “patito feo de la Federación”.

Desde que tenemos uso de razón, es lastimoso observar la tragedia nacional de la desigualdad y diferencia que priva en la vida de todos los mexicanos, donde nadie podrá negar la divergencia que hay no solamente con el progreso y desarrollo del centro del país hacia la frontera norte, sino que en el tratamiento de los servicios públicos empezando con las carreteras federales, nos tratan a los chiapanecos u oaxaqueños, como si fuéramos “mexicanos de segunda categoría”, lo que no deja de ser una traición a nuestras idiosincrasias y culturas en nuestro propio país.

Es impensable, pero en México existe un apartheid en su vida nacional, la frontera norte es más atendida desde el centro del poder, que la frontera sur. Es innegable que hay una segregación de mexicanidad de sus habitantes, implantado desde hace décadas por el centralismo federal, aún a pesar cómo en el caso de Chiapas, de que fuimos una entidad quien por voluntad propia decidimos ser orgullosamente mexicanos, no obstante no se le da un valor a esta gesta ciudadana de todo un pueblo, que hace frontera con países centroamericanos. Hay ingratitud nacional.

Sin embargo, el vicepresidente de la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de la República Mexicana, Jorge Gutiérrez Franco, profundiza este fenómeno de inequidad social, cuando textualmente señala: “Aun cuando en México las leyes se aprueban para que se apliquen sin distingo a todos los habitantes en general, los beneficios que se tienen en el norte del país desde hace varias décadas, ni siquiera se conocen en el sur, y por eso no se puede hablar de igualdad y, por lo contrario, se confirma que Chiapas sigue siendo un pendiente y un Estado marginado y muchas veces hasta olvidado”.

Entrevistado luego de encabezar una reunión con representantes de organismos productivos de la región de la Costa de Chiapas, el especialista en derecho dijo, a razón de ejemplo, que mientras en la región fronteriza norte se beneficia a las empresas y sus habitantes con tarifas eléctricas populares, en el sur la demanda por un cobro justo es el mayor reclamo de la sociedad desde hace treinta años, luego de que se les aplica uno de los precios más altos, a pesar de que el Estado produce cerca del 50 por ciento de la energía hidroeléctrica que consume el país.

Luego señaló que “la infraestructura pública con la que cuentan las ciudades colindantes con la franja fronteriza norteamericana, es abismalmente distinta a la del sur”. (Sic)

El representante de los abogados puso un ejemplo claro: “Allá no solo las carreteras y garitas de verificación son muy modernas, sino también los edificios gubernamentales.

En Chiapas, la ampliación de la única vía que une a Tapachula con Centro y Sudamérica, la empezaron a hacer hace casi 5 años y todavía no la terminan, incluso dejaron abandonados puentes, delimitadores centrales y otras áreas que se debieron de hacer pero que ya quedaron a medias”.

También se refirió a la caseta fiscal “Viva México”, ubicada en las inmediaciones de Tapachula y por donde forzosamente tienen que ingresar las unidades de carga y pasaje que van hacia el interior del país, o para aquellos que van en tránsito a Centroamérica.

“Desde hace varios años hemos escuchado que ya fueron aprobados los proyectos para modernizar ese lugar, porque ha sido rebasada su capacidad, pero con tristeza vemos que los gobiernos pasan y las condiciones de esa garita ya son deplorables”, afirmó. (Sic).

Sin embargo, lo importante es cuando el profesionista señala y reconoce que gran parte de la culpa la tienen los propios chiapanecos por no unirse para gestionar sus beneficios, pero también los legisladores y representantes populares por no atender y resolver los problemas más sentidos de la sociedad.

Enfatizó que para superar esos rezagos, es necesario que los legisladores federales por Chiapas regresen a dar cara a la Frontera Sur, pero con respuestas, “y no solamente con discursos en los que dicen querer mucho a la gente, pero nada más”.

La radiografía de este señalamiento público de la confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados, confirma dos escenarios de los mexicanos:

Uno: México es un país “Candil de la calle, oscuridad de su casa”, al mantener una política internacional de lucha contra la discriminación y atentado a los derechos humanos, y aquí mismo entre los propios mexicanos estamos mentalmente actuando de una manera desigual con el progreso y desarrollo del país, en todo llámense inversión, o simplemente atención por parte del Gobierno Federal.

Dos: Ya van décadas que hemos escuchado este tipo de manifiestos de reprobación de la falta de igualdad en la vida de los mexicanos, y sexenios van y vienen con gobiernos tricolores o azules y sigue la misma cantaleta de siempre sobre la marginación y la incuria. Es un fenómeno social que pocos le dan la importancia, pero que es la realidad de que en México, existen dos clases de mexicanos, los de la frontera norte y los de la frontera sur.

Si todos nuestros legisladores federales chiapanecos azules, tricolores, amarillos, verdes o del color que sea, pensaran o tuvieran información de esta historia de olvido, sin duda, otra fuera también su deseo de hacer algo por Chiapas desde sus trincheras ya sean unidos o con sus propios partidos políticos. Lo cierto, es que todavía aún hay una gran deuda de la Federación con Chiapas.