Frontera humanitaria
Por. José Juan Balcazar
La gira de ayer del gobernador Manuel Velasco por Guatemala refrenda no sólo los lazos de hermandad, de amistad, de cooperación, la vinculación de una historia común, sino la coincidencia de fortalecer la cooperación entre la nación centroamericana y el estado de Chiapas, así como para construir lo que llamó el mandatario estatal una frontera más humana, más cálida y amiga para los migrantes, sobre todo los guatemaltecos que cruzan la línea divisoria diariamente, que es una práctica de intercambio de toda la vida.
Chiapas está destinado a convertirse el hermano mayor de Centroamérica, marcadamente de Guatemala, con cuyo país hay un origen y destino común, y con el resto de la región con quienes se comparte la identidad mesoamericana, una cultura milenaria y la aspiración de salir adelante y de construir un futuro más generoso y justo, cosa que no es nada fácil ni se hará de un día para otro, pero que tiene que arrancar de una agenda común en derechos humanos, de cooperación comercial y de respeto mutuo.
Esta relación tiene que partir del reconocimiento que Chiapas tiene mucho más que un umbral guatemalteco como sociedad libre y soberana, sino que al ser la frontera con ese país tiene que construir los elementos que garanticen que de este lado habrá leyes y acciones para que todo ciudadano de Guatemala o cualquier país de Centroamérica pueda tener una estancia digna en territorio chiapaneco, situación en la que este gobierno de Velasco enfoca las baterías, para que sea una realidad constante.
El trabajo bilateral entre Chiapas y Guatemala debe ser permanente, por ello es importante que foros como los de ayer los aproveche el mandatario chiapaneco para establecer compromisos, para asumir responsabilidades compartidas y para acordar rutas de solución en las agendas de cada lado, porque la relación de los que viven de un lado y de otro de la frontera se seguirá dando con o sin leyes, con acuerdos o sin ellos, y qué mejor que haya voluntad para construir una frontera que respete la dignidad humana.
--Como ya todo mundo anda desatado proyectándose para la presidencia municipal de Tuxtla, hay algunos, o más bien algunas, que también ya les entró el gusanito.
Me tapo un ojo, me tapo el otro y nada que ver, como dicen los chavos que aspiran a fresas.
Unos le tiran a llegar a la alcaldía y otros de plano cuando mucho pintan para una regiduría.
El chiste es no soltar la teta presupuestal y continuar en la deliciosa vida de la mamazón.
Y si es por la vía pluri mucho mejor.
La más reciente aparición en este arranque de hándicap aldeano es nada menos que la diputada Soriano.
Ya se le ha visto recorriendo colonias y tomándose la foto, cual debe ser.
Está, pues, en la ruta de dorar píldoras y ofrecer esperanzas.
Aunque niega que estas acciones tengan que ver con el futuro electoral de la capirucha, la neta es que sí anda en eso.
No falta el maloso que diga que en lugar de andar haciendo campaña en Tuxtla, debería andar haciendo campaña en Pacú.
Y se lo han dicho al confi: ella en lugar de buscar la alcaldía de Tuxtla, debería buscar la comisaría ejidal de Pacú.
Válganos dios, hasta dónde quieren mandar a la señora diputada.
Pero, bueno, su luchita la está haciendo.
Lo cierto es que en el PRD hay tiradores de mucho peso para ir en pos de la alcaldía coneja.
Que no han levantado la mano ni se andan pavoneando, es otra cosa.
Todo a su debido tiempo.
Incluso, hay unos alebrestados que hasta andan buscando candidatos en otros establos.
¿Para qué si en el PRD hay buenos gallos de pelea?
--Quien ha estado calladita pero en una de esas se cuela como aspirante a la alcaldía de Tuxtla, es la diputada Lucre Camacho.
No anda en campaña ni nada, pero puede ser la beneficiaria de todo el lodazal que se traen en el PAN capitalino.
Es que al actual golpeador municipal de mujeres, perdón, líder municipal del PAN, lo traen como pera loca.
En redes sociales le pegan una chinga que lo ponen como Cristo Rey.
Se tiran caca de un lado y de otro y se embarran entre todos.
Ni a quién irle.
Tan malos los pintos como los colorados.
Ambos bandos son de lo mismo que se acusan unos de otros.
Y en ese ajuste de cuentas, en la coyuntura política la diputada Camacho puede dar la sorpresa.
No hay que perderla de vista.
--Otro que trae un trabajo excelente en toda la ciudad, es el diputado Juan Aquino.
Sin tanto choro, sin recurrir a las frases mamucas, está llevando a las colonias y barrios atención y apoyos directos.
No anda prometiendo nada sino atendiendo casos concretos.
Cada fin de semana, o cuando se lo permite su labor legislativa en el Congreso de la Unión, se mete a las colonias de la ciudad.
Trabajo de hormiga, de contacto directo con la gente, está construyendo una propuesta política.
Es de los panistas más decentes que hay y que se le puede apostar para una contienda de a de veras.
Humilde, sencillito, proveniente de una familia tradicional y chambeadora, Juan Aquino está sentando bases y poniendo cimientos.
Que no se promueva en medios ni haga alharaca de eventos sin sustento ni carnita, no quiere decir que no esté haciendo nada.
Pian pianito, meticuloso, va de una colonia a otra y lleva apoyos, soluciones, acuerdos.
Ojalá en ese partido, el PAN, hubiera más militantes serios, respetables, decentes, como Juan Aquino.
Mucho bien le harían a ese partido, a la vida política y a la democracia.
--Parece nada pero la cesión de un predio por parte de evangélicos a católicos de Puebla, Chenalhó, es un hitazo político.
Por si no lo recuerdan, por las diferencias de un banco de arena en ese ejido empezó el conflicto que tuvo su punto máximo en Acteal.
No se hizo nada entonces y el conflicto fue creciendo, creciendo, hasta la matanza de 45 personas.
A diferencia de entonces, ahora se actuó con rapidez y madurez y se llegó a un acuerdo entre evangélicos y católicos.
La intervención del gobierno fue adecuada y la firma del acuerdo hay que reconocerlo.
Así como se critican los bloqueos de carreteras y el chantaje de grupos, así se reconoce este hecho.
Sobre todo porque el conflicto se ubicaba en un ejido que dio pie al peor momento en la vida de Chiapas.
La matanza de Acteal no sólo es el derrumbe de un gobierno, sino la representación de la crueldad humana.
Lo que viene ahora es que la firma del acuerdo se mantenga y haya respeto de un bando y de otro.
Que no se rompa la paz y que el gobierno garantice la libertad y la seguridad de todos.
--Se cumplió un año del encarcelamiento de la maestra Elba Esther y sus viudas en Chiapas hicieron mutis.
Incluso hubo declaraciones de la diputada Sonia Rincón, pero ninguna referencia a la lideresa moral del PANAL.
¿Onde quedó el amor y la veneración a la maestra?
Con decir que David Aguilar Solís ya niega la cruz de su parroquia y ahora se dice verde.
Uta, ni que fuera aguacate, es decir, negro por fuera y verde por dentro.
Ya se olvidó de su pasado Elbista y que gracias a ella fue líder de la sección 40, diputado local y alcalde de Tonalá.
Ya no se acuerda que andaba de chuchito faldero y ahora niega el madrinazgo de la maestra.
Ese es el problema más común en esta vida de la polaca aldeana, donde pululan los malagradecidos.
David Aguilar Solís que hasta libró la cárcel por el manto protector de Elba Esther, ahora resulta que es güerista.
Ya se siente un miembro de la comunidad de menonitas que vende galletas donde antes era el crucero de la fuente Mactumatzá.
De veras, con todo respeto, que no mame.
¿De dónde le salió ahora su amor por el Verde Ecologista?
Piensa que enalteciendo su chaqueterismo, su deslealtad e ingratitud va a ser recompensado ahora.
Hasta cree.
--Las obras que se han puesto en marcha en Tuxtla necesitan de ser explicadas a la gente para que entienda lo de las molestias.
Si se hacen al romplón sin explicarse es normal que la gente se encabrone.
Muchos se preguntan, por ejemplo, por qué están raspando tan hondo la tierra para pavimentar las calles.
Es muy simple, para meter una nueva red de tubería y para quitar todo el material de arcilla expansiva.
Por eso es que el pavimento que se ha puesto se raja al poco tiempo, porque la arcilla de Tuxtla es expansiva, se parte.
Pero es urgente que las autoridades den una explicación simple y amplia de lo que se está haciendo y lo que se va a hacer.
Que son obras necesarias, lo son y también son parte de una modernización total de la ciudad.
Ya era tiempo que alguien tomara la decisión de transformar a Tuxtla Gutiérrez.
--AVISO INOPORTUNO.
Se aclara que en San Mingo no está la nueva Academia de Policía, sino que los cuicos resguardan la sede del PRI por aquello que las huestes del paliacate curtido quieran tomar por sorpresa ese cascarón político.
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