jueves, 6 de febrero de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


“LA HISTORIA DE MARCELA” o “TIENE SUS VENTAJAS NO SER SUJETO DE CRÉDITO”
Por Ronay González
Ayer en este espacio les platicaba acerca de los riesgos que se corren cuando están nuestros datos en la red y lo importante que es tomar precauciones para que no nos sorprendan; la historia de hoy es más una pesadilla que les comparto porque así como están las cosas, a cualquiera podría pasarnos.

Erase una vez una mujer como cualquier otra, llamada Marcela, que aún no sabe cómo o a qué hora le sacaron de la cartera su credencial del IFE y una tarjeta de crédito, dos cosas que usted y yo tenemos con nosotros casi siempre y cuya combinación resultó muy problemática.

Según narra la historia, sin el menor pudor o cuidado, los ladrones se pasearon en diferentes supermercados y tiendas departamentales para comprar pantallas planas de hasta 60 pulgadas, consolas de videojuegos, teléfonos inteligentes, electrodomésticos, mismos que adquirieron deslizando la tarjeta; consiguieron hasta un préstamo bancario, retiraron más de cien mil pesos en cajeros automáticos y lograron que les aprobaran nueve tarjetas de crédito y departamentales: Banamex/Soriana, Banorte, C&A, Liverpool Premium Card, Palacio de Hierro, Zara, Viana, Walmart y Coppel, y ninguna de estas instituciones ni los agentes ministeriales han podido frenarlos.

Marcela estaba tomando café en ese lugar donde para ordenar necesitas mencionar por lo menos 10 características de tu bebida: que si frío, que si no, que si light, que deslactosado, que descafeinado, que con crema, que sin chispas… en fin, ahí estaba con una amiga cuando recibió una llamada del área de “Prevención de fraudes” del banco, preguntándole si reconocía cargos por más de 30 mil pesos en su tarjeta de crédito en las últimas dos horas; Marcela, desconcertada, se asomó a su bolsa que estaba perfectamente cerrada y vio que su cartera no estaba.

Los delincuentes visitaron Cotsco Polanco con la membresía de Marcela, continuaron su tour por Chedraui Polanco y Walmart Lomas para gastar más de 45 mil pesos (entre las 10:56 am y 12:40 pm).

Antes de ir al Ministerio Público y denunciar el robo de la cartera, Marcela visitó las tres tiendas en las que estuvieron los delincuentes para presentar más pruebas y ahí se encontró que no había video alguno de los defraudadores, porque las cámaras de los establecimientos son de seguimiento y no de circuito cerrado, es decir, que no graban sino vigilan a los clientes.

Entretanto, con esa tarjeta y su identificación, los ejecutivos de cuenta con tal de alcanzar sus cuotas mensuales de créditos, soltaban más y más plásticos a nombre de Marcela.

Había pasado un mes del robo y Marcela pensó que el asunto quedaría en su cuenta de nómina vacía y un cargo de 30 mil 100 pesos en su tarjeta de crédito, hasta que sacó de su cajón su tarjeta de ahorros y revisó su estado de cuenta, también estaba vacía, de los 15 mil pesos que tenía le quedaban 37 centavos, esto era insólito, porque esa tarjeta de ahorros estaba bajo llave en su cajón y los delincuentes no habían tenido acceso físico a ésta.

Marcela fue a la sucursal bancaria a preguntar qué había pasado y un asesor le explicó que hacía unos días (supuestamente ella) había pedido una reposición de la tarjeta de ahorros, además de un préstamo bancario que le había aprobado la institución por 200 mil pesos, En ese momento Marcela solicitó revisar el contrato del préstamo que otorgaron en la sucursal del Centro Histórico.

Luego de este incidente, Marcela se asesoró con expertos para saber cómo reaccionar ante estos fraudes y le aconsejaron inscribirse en el Sistema de Alarmas del Buró de Crédito, para que a través de su correo electrónico tuviera información de todo lo que sucede con su historial crediticio. Entonces se metió al Buró y descubrió que había muchas consultas en los últimos 15 días: Liverpool, Palacio de Hierro, Viana, C&A, Soriana, Banamex, Banorte, Zara, Coppel y en todos los lugares en donde alguna vez te has parado y te dicen ‘le tramitamos su crédito inmediatamente’.

En menos de tres meses, los delincuentes estaban moviendo más de medio millón de pesos a nombre de Marcela. Y para ellos fue muy fácil, porque en tiendas como C&A les soltaron a los defraudadores un crédito de cinco mil pesos al instante y hasta una semana después verificaron el Buró de Crédito, para cuando la víctima recibió la alarma, obviamente los delincuentes ya se habían gastado el dinero, En Liverpool pudieron obtener una tarjeta Premium Card con 100 mil pesos de crédito, dinero que sacaron a través de cajeros automáticos.

De octubre a diciembre, los delincuentes actuaron con total impunidad, hasta que les puso un freno, obviamente no las instituciones financieras ni los agentes ministeriales, sino Marcela, quien cada vez que recibe una alarma del Buró de Crédito llama a las instituciones para que les rechacen la solicitud, pero esta historia aún continúa, los delincuentes modificaron la homoclave del SAT de Marcela y la víctima desconoce para qué.

Hasta aquí la desquiciante historia, la cual no me consta y suena a cuento del “Realismo Mágico”, pero que sin duda nos deja pensando. El “buen” historial crediticio de Marcela fue su mayor desventaja; y muchos de los aspectos que se mencionan deberíamos tomarlos en cuenta por nuestra seguridad; por su parte las autoridades harían bien en revisar qué no se está haciendo bien, porque se movieron importantes cantidades de dinero, y nadie sabe nada.

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