Comentario Zeta

Amador Rodríguez y la patraña del SEMEFO

Por Carlos Z. Cadena

Un caso incierto que hay que transparentarlo. Hasta ahora a cuatro años de que vino a Tapachula a poner la primera piedra de lo que sería el Servicio Médico Forense (SEMEFO) en su calidad de titular del Ministerio de Justicia de Chiapas, el Bajacaliforniano Amador Rodríguez Lozano, prometiendo de que se encontraba “etiquetado el presupuesto para la obra” a la que calificó de “urgente y necesaria”, resulta increíble que dicha obra se encuentra completamente olvidada y se desconoce el paradero del supuesto presupuesto que provenía de la propia institución del ex Ministerio de Justicia, una obra precisamente que le daba un plus a esta institución que por aquellos años, no era otra cosa de un cambio rimbombante de nombre de lo que es actualmente la Procuraduría de Justicia de Chiapas.

Ubicado la obra a un costado del Centro de Readaptación Social para Menores Infractores, sobre el tramo carretero de Tapachula a Huixtla, Rodríguez Lozano, señaló el 19 de diciembre de 2008, ante representantes de los colegios y sectores productivos, que primeramente habría una inversión “etiquetada” de 5.4 millones de pesos, para la obra y 2 millones de pesos en equipamiento, y que se culminaría en sólo cinco meses, o sea en Mayo de 2009, escenario triunfalista que le sirvió para que la gente le aplaudiera repetidamente, porque todavía jactancioso dijo que vendría otro presupuesto más, ya que desde esa fecha además prometió que sería un Servicio Médico Forense modelo en Chiapas. Sin embargo las instalaciones del SEMEFO, del ex ministerio de Justicia, nunca se concluyeron y mucho menos se equipó con lo prometido de utilizar planchas mecánicas para las necropsias de ley. Fue una promesa incumplida y un engaño más para los habitantes de esta región.

Todo este asunto del SEMEFO del Bajacaliforniano, volvió a salir a la luz pública en Tapachula , después de que estudiantes universitarios y catedráticos que llevan clases de “criminalística”, pudieron observar que en el interior del Panteón Jardín, donde se hacen las necropsias de ley todavía, denunciaron que han presenciado cosas tétricas, humillantes, vergonzosas, violatorias a los derechos humanos y altamente peligrosas para la salud de todas las familias que viven cerca del lugar, haciendo público a los medios de comunicación, que han encontrado los cadáveres tirados en el patio trasero del SEMEFO, al aire libre, llenos de hormigas y en completo estado de putrefacción y lo peor es que han visto hasta aves de rapiña que se pelean por las vísceras de los cuerpos, y que al salir volando las desperdigan en los techos de las casas y calles aledañas al Panteón”, lo que parece un hecho insólito hasta para una denuncia en un programa de la televisión nacional.

Queda pues la sospecha de que los presupuestos millonarios fueron etiquetados y que provenían del presupuesto general que manejaba en esa época el Ministerio de Justicia de Chiapas, bajo la responsabilidad de Amador Rodríguez Lozano, no obstante nunca se concluyó la obra magna de esa institución responsable de los Servicios Médicos Forenses en la entidad. Si no se concluyó y se dejó algarete ¿A dónde fueron a parar los presupuestos etiquetados de una obra que según Rodríguez Lozano, sería un modelo en Chiapas?. Un caso incierto que hay que transparentarlo. 

Ex ministro jactancioso en lo electoral

Todavía el pasado 12 de Julio el periodista Amet Samayoa Arce, del Diario de Chiapas, de Tuxtla Gutiérrez, da a conocer la jactancia y el embuste de Amador Rodríguez Lozano, quien a través de las redes sociales presumió el haber contribuido al triunfo electoral de Manuel Velasco Coello, lo que originó una andanada de maldiciones de los chiapanecos en contra del controvertido personaje oriundo de Tijuana, Baja California, y que llega a Chiapas por invitación del exgobernador Pablo Salazar Mendiguchía.

El periodista escribió textualmente: “Amador Rodríguez Lozano es un “notable” porque regularmente se encuentra metido en temas polémicos, pero más que eso en asuntos enredados que terminan bajo sospecha. El embuste y la presunción son características que lo identifican y distinguen. En Facebook subió el siguiente comentario: “Manuel Velasco Coello, de tan solo 32 años, originario de San Cristóbal, Chiapas, se convirtió en el gobernador electo más joven del país. Con una votación de 1,345 000 votos, el solo obtuvo en Chiapas más votos que Quadri en todo el país, Manuel será un político que dará mucho de qué hablar, por su inteligencia, su capacidad de trabajo y su sensibilidad social. Para mí ha sido un privilegio tener la oportunidad de contribuir a su victoria”. Tiene razón en muchos de los apuntes que hizo, pero la última apreciación está en tela de duda. Bien dice el refrán que al triunfo le salen muchos padres, en tanto que la derrota es huérfana” y remata: 

“El simple hecho de que el “ex ministro” de Justicia de Chiapas, Amador Rodríguez Lozano, se hiciera llamar “operador político y financiero” o bien “estratega electoral” del güero del pueblo, en términos objetivos representó siempre una terrible resta. Quienes conocen el antecedente del arribista también conocido como el “Tijuana mayor”, se resistieron a aceptar la participación en la contienda electoral de este despreciable sujeto, porque lo mismo estuvo bajo sospecha con el caso de la tonelada de cocaína de Patria Nueva, en tanto por otro lado, comentan que se le llevó al “baile” a empresarios de la construcción que al parecer le pusieron en su charola (que no la del candidato) buenos millones de pesos. Amador Rodríguez es un tipo de cuidado para hacerse de capital económico y por eso se habla de sus extravagancias caras. Dicen que es dueño de un rancho que se llama “señora fina” donde todos comentan tiene sendos caballos de pura raza (valiosísimos)”.

Hasta ahí parte de lo que escribió el conocido periodista. Hay pues fantasmas acusatorios que persiguen al fuereño transexenal y que nadie le marca el alto y lo peor es que si se equivoca vuelve a mandar. ¿Y usted qué opina?.