Salazar sigue bajo el fantasma del delito
(La leyenda negra de homicidos dolosos)
Por Carlos Z. Cadena
En el municipio de Huixtla, en el Centro de Reinserción social número 7, este lunes sucedieron cosas muy interesantes en torno a la causa penal en contra del exgobernador Pablo Salazar Mendiguchía, quién después de que sus abogados había pedido un careo con el exdirector del hospital Regional de Comitán, Raúl Belmonte Martínez, -que estuvo presente- para trasparentar el caso de la muerte de más de 32 niños recién nacidos, el exgobernador Salazar sencillamente se negó a presentarse a la diligencia ministerial, perdiendo cualquier oportunidad judicial de presentar pruebas en torno a su inocencia, lo que contraviene legalmente la averiguación previa 135/2011, donde el propio Salazar y sus representantes legales había solicitado un careo. ¿Dónde está pues la moral pública de Salazar?.
Hasta hora sigue la histrionería y engaños del exgobernador Salazar, quien junto con sus abogados, había pedido este requerimiento jurídico del careo, sin embargo de ultima hora, dan un rotundo no, por lo que se deduce que el reo de Huixtla, sigue buscado estrategias perversas para que se le siga viendo cómo un “preso político” tal cómo él se define y no un delincuente que se le está siguiendo varios procesos por su actuación dentro del servicio público. Además que se recuerde que este es un asunto moral también, ya que en el año 2004, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), emitió al gobierno del estado la recomendación 24/2004, que en su parte medular afirma que se detectaron múltiples irregularidades en el hospital, siendo las principales la falta de medicamentos, instrumental y equipos médicos en las áreas de Gineco-obstreticia y pediatría, lo que contribuyó a la deficiente atención médica, por eso la importancia de este careo, que el mismo Salazar, había solicitado.
El caso de los recién nacidos en Comitán, en el hospital regional, entre el 2002 y 2003, es un caso que se le debe dar toda la seriedad del mundo, porque no se trata de desfalcos, fraudes, persecuciones, bonos sexenales, amenazas, carceleados o leyes mordazas, sino que se trata de un escenario donde por negligencia e indolencia política, más de una treintena de recién nacidos murieron por culpa del servicio público, pese a que fue informado en su momento el exgobernador Pablo Salazar, prefirió la venganza y el odio político que instruir a sus empleados de salubridad para que atendieran y corrigieran los problemas que enfrentaba la atención médica en el hospital de Comitán. No se puede comparar la corrupción de un gobierno, con el señalamiento de las madres Comitecas, que acusan de asesino y criminal al exgobernador Salazar, según los tomos legales y sus más de 23 mil fojas útiles que cubren esta leyenda negra de homicidos dolosos.
No se puede desestimar la muerte de más de 30 niños recién nacidos chiapanecos, que hoy en día tuvieran 10 años de vida. Además también hay una testimonial del exprocurador de justicia Mariano Herrán Salvatti, de haber recibido órdenes para no profundizar en la investigación de la muerte de los bebes y archivar cómo lo hizo cada una de las averiguaciones previas donde esta integrados los elementos de culpabilidad.
Aquí sale otra historia negra, del porque Pablo Salazar, desde los primeros meses del año pasado, le urgía una Senaduría de la República, apadrinado por Andrés Manuel López Obrador y Alberto Anaya, dirigente del PT, porque sencillamente le otorgaba “fuero constitucional”, para evitar que en los próximos seis años fuera investigado, y llevado a los tribunales para pagar sus delitos. Por eso sus coqueteos con las fuerzas de izquierda y Morena y su rechazo al PRI nacional, porque sabe que perverseo mucho con este instituto político tricolor. Sus amigos AMLO, Chucho Ortega y Carlos Navarrete, quienes todavía tienen la osadía de abogar por Salazar y pedir que salga libremente de la cárcel. “Políticos así, para que pictes”, diría la tía Panchita. Qué ironía.
PRI acusa debilitamiento de instituciones
Por cierto hablando del PRI, ayer dio a conocer en todo el país, que contaba con elementos suficientes para suponer la posible remoción, sin justificación alguna, del titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE). EL PRI, explica que el proceso electoral se inició desde el pasado 7 de octubre, y que apenas ayer se ha nombrado a una nueva Fiscal de la FEPADE, (pasaron ya 4 meses y 8 días) pero la historia no acaba ahí, sino que el PRI, acusa que la nueva funcionaria del órgano electoral, no cuenta con experiencia precisamente en materia electoral. En pocas palabras, la Fiscal entrante viene a aprender a desempeñar una función clave -sigue acusando el PRI- para el desarrollo democrático de la elección, cuando el proceso electoral ya está en marcha.
El priismo del país, no solamente lamenta esta noticia, sino que considera que la remoción del Fiscal y el posterior nombramiento de su sucesora, son decisiones arbitrarias y, francamente, autoritarias. El PRI abona que lejos de fomentar la transparencia y no obstante la solicitud expresa de nuestro instituto político, para que la PGR, explicara las razones del cambio de funcionarios, donde solamente recibieron un escueto boletín de prensa. Por todo lo anterior y ante la determinación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre la validez de la elección para Gobernador de Michoacán, hoy queda claro que la remoción del Fiscal electoral, se debe a que no aceptó presiones sobre este caso. ¿Cómo la ven?.
Habilidades.- De pronto aparece en Tapachula, cómo el “Rey de la Orquesta” de Antonio Díaz Athié y hasta de Samuel Chacón, el controversial Andrés Sánchez, que desde sus años preparatorianos demostró sus habilidades financieras cuando fue el tesorero de su generación, y que hasta ahora le piden cuentas. Con estas individualidades, la historia de Díaz Athié y Chacón, se desordenará cómo se desordena un drenaje por una calle.
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