Por. Rodrigo Ramón Aquino
Luego de que Noé Castañón León declarara este domingo al periódico nacional La Jornada que es muy difícil que los más de 300 comuneros de la Organización Campesina Emiliano Zapata Casa del Pueblo (OCEZ CP), expulsados el 5 de mayo pasado, puedan regresar al municipio de Venustiano Carranza, y que por el contrario se analiza la posibilidad de reubicarlos, darles viviendas y fuentes de empleo, uno duda, de plano, ya tenga listas las maletas para dejar la Secretaría General de Gobierno de Chiapas como tanto se ha anunciado.
Y es que de quien se ha dicho se ha despedido ya hasta en tres ocasiones de su gente de confianza, próximo a volar, se esperaría todo, menos estar al 100 por ciento involucrado en un tema tan delicado de gobernabilidad que requiere de sobrada experiencia y no puede quedar tirado de buenas a primeras (bueno, una vez tronado el polvorín, claro). Quizá lo que presenciamos sea el sano: “tú lo descompusiste, tú lo arreglas”, pero mientras esto ocurre, el “aún” secretario de Gobierno no parece tener prisa, y al contrario, pinta la película carrancista:
“Ellos saben que es muy difícil su retorno a Venustiano Carranza por todos los enconos que hay, pues se han generado diferencias inclusive entre familias, no sólo entre pobladores, sino entre padres, hijos y hermanos que pertenecen a distintos bandos, lo que genera tensión para el retorno… Por ello el gobierno estatal estudia otorgarles viviendas, y después veremos el tema de las tierras de trabajo que es complejo porque no quieren abandonarlas, pero la asamblea de comuneros nos ayudará a resolverlo.”
Por si fuera poco, el tío Noé anunció para hoy martes una reunión con los comuneros de la OCEZ CP para intercambiar propuestas de solución al conflicto y no dejarlo al aire como en los anteriores desplazamientos que han derivado en más confrontaciones. Es decir, a como vemos las cosas, no se le ve por ningún lado la facha de querer ahuecar el ala. Por lo menos no en estos días. De ahí la pena ajena que algunos sienten por los que incluso hasta licencia pidieron.
El Telectual/El Fisgón
Desde hace años, en México, los dueños de los consorcios masivos de comunicación han entendido la importancia del intelectual que actúa y tiene voz pública. Así, hemos visto cómo muchos de los grandes consorcios mediáticos han buscado crear sus propias figuras y para ello impulsan la carrera de gente que tuvo, en un momento dado, cierto prestigio académico o intelectual. Lo único que piden estos consorcios es que estos intelectuales entiendan y le den forma al discurso del poder económico y político. Estos personajes, al igual que los intelectuales públicos, asumen una postura activa ante los problemas de la sociedad, son activistas en asuntos de interés público, su papel se confunde con el del periodista y son figuras públicas por su alta exposición mediática. Sin embargo, no hay que confundirse. Estos informadores no son intelectuales públicos, sino intelectuales orgánicos del poder con exposición mediática, voceros de intereses poderosos, locutores de consorcios. Los empresarios los llaman “comunicadores”, pero como trabajan más para la televisión que para el intelecto, la gente ha dado por llamarles los telectuales. En la era neoliberal, estos señores han hecho de su habilidad para construir discursos un negocio muy sólido, y elaboran discursos a la medida del poder en turno.
Cotillo
Nos enteramos por un amigo que la señorita Ivette López Suárez, quien labora en el ayuntamiento capitalino, pasa por uno de esos momentos con turbulencias, inevitables en este viaje de todos los días, pero también sabemos que por su buen ánimo y personalidad pronto estará como si nada. Saludos y pronta recuperación.
Contacto:
roraquiar@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario