lunes, 16 de marzo de 2015

CARREREANDO LA CHULETA


BIENVENIDOS LOS NEGOCIOS CON GUATEMALA

Por Ronay González
Estas son de las cosas que nos deben motivar a buscar el desarrollo de la región, como en aquellos tiempos en los que nos lanzábamos a Coatepeque a comprar los fines de semana, todo sabía rico en aquellos lares, desde la comida china hasta claro el pollo Campero que entonces no teníamos por acá. Pero hoy día además el hermano centroamericano es el que anda por estos lugares gastando, gastando y gastando.

Por eso es que me dio mucho gusto que México y Guatemala hayan acordado impulsar el desarrollo y la prosperidad de la región centroamericana.

Manuel Velasco Coello, nuestro gobernador acompañó al presidente de México en la ceremonia oficial para dar la bienvenida al presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, en el marco de su visita oficial a nuestro país. Es el primer paso de muchos que seguramente se darán con los acuerdos firmados, una base muy importante para impulsar el desarrollo y la prosperidad de nuestras fronteras y de ambos países.

Necesitamos ponernos las pilas, tenemos de todo, pero de todo: donde comer, pasar un buen rato de diversión, hoteles, y claro que nos adecuamos a todos los bolsillos. Hay que darles el mismo buen trato que les brindamos a los que vienen en los cruceros. Podemos convertirnos en su ciudad preferida para pasar los fines de semana, disfrutar buenos espectáculos, buena comida. Le haríamos un favor a la economía de la región pero sobre todo a la de nuestras carteras.

Entre las acciones que han de llevarse a cabo están el desarrollo de proyectos de generación eléctrica de forma sustentable; se estableció además un grupo de trabajo en materia de yacimientos transfronterizos de hidrocarburos entre Guatemala y México, y se suscribió un acuerdo para evitar la doble tributación, previniendo la evasión fiscal en las dos naciones.

Ojalá pronto veamos resultados, entre tanto sigamos facilitándole las cosas a nuestros hermanos guatemaltecos, hagamos de su estancia algo placentero e inolvidable, si los presidentes se condecoraron entre ellos, nosotros tratemos hospitalariamente a todos los que vienen a esta tierra a dejar divisas y darle un merecido respiro a nuestra medio asfixiada economía.

Y a propósito de pendientes de desarrollo y de atractivos, me preocupa que tenemos en Tapachula una mina de oro sin explotar, pero no de esas que contaminan y erosionan los suelos, ésta es de las que con muy poca inversión pudieran resultar altamente productivas. ¿Sabe usted que el mango Ataulfo es nuestro? Que es tapachulteco, que aquí se encuentra el árbol madre y los primeros árboles de esta especie. ¿Sabe dónde están? En el estacionamiento de una empresa de fruticultores dando sombra a los autos de los que ahí laboran.

No cree usted que sería mejor si se construyera una especie de parque museo del mango Ataulfo. Claro que deberíamos empezar (bueno en realidad no me incluyo del todo porque no es algo que pueda tramitar yo) por la denominación de origen, de ahí un parque en donde se pudiera admirar estos ejemplares (que aunque los vea tirados en el piso son dignos de admirarse), degustarlos, así como tener en venta un montón de productos derivados: mermeladas, deshidratados, salsas, helados, en fin, hasta al natural con chilito, y que por supuesto las empresas que los ofertan fueran soconusquenses.

De ahí habría muchas más posibilidades, el caso es que se haga algo pronto, porque de hecho eran nueve árboles los que estaban en ese espacio, ahora sólo quedan cinco, no vaya a ser que en un descuido los corten todos y adiós historia, adiós posibilidades y adiós una buena oportunidad de progreso.

La última chuleta de este puente tiene que ver con el arranque de las Brigadas Médicas Gratuitas, un programa más de la Fundación Construyendo Oportunidades para la Gente, y es que este fin de semana se dieron cita en la localidad Villa del Sol, ubicada en Puerto Madero, en donde se brindaron servicios médicos generales, control de nutrición y hasta cortes de cabello, aunque también hubo diversión con el show de los payasitos Fresita y Tachuelita, dos jóvenes que donaron su tiempo y colaboraron con sus divertidas ocurrencias para alegrar a los niños, niñas y adultos beneficiados gracias al apoyo de diversas empresas y médicos altruistas en beneficio de más de 87 familias.

¡Enhorabuena! A todos los que colaboran, la presidenta de la fundación, María Luisa Algarín de Orella; su directora, Liliana Fujarte y por supuesto el buen amigo Carlos Orella quien ha sido un gran apoyo en la gestiones para llevar a cabo estas acciones que benefician a las familias tapachultecas.

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