Fichero Político
Se dice que una imagen dice más que mil palabras; pero además, provoca, en política, desastres con diversos resultados… Y consecuencias. El muchacho alegre, risueño, que repartía abrazos a diestra y siniestra, de pronto palideció, se hundió en la ingrata soledad que los mismos de su género saben obsequiar cuando una foto les marca rutas o sencillamente,
les confunde. Unas horas antes del Cuarto Informe de Gobierno de Juan Sabines Guerrero, varios medios reprodujeron a uniformidad, una gráfica en la que aparecen el excandidato a la gubernatura José Antonio Aguilar Bodegas y el actual mandatario.
Rumores, conjeturas, interpretaciones, explicaciones; hubo hasta quienes afirmaron con exceso de seguridad que la sucesión, empezó con dicha publicación. Pero a quien afectó emocionalmente de manera directa y contundente, fue al senador por el PVEM, Manuel Velasco Coello. Adusto, serio, seco, lejano. Perdida la mirada, casi como un autómata, saludó a los pocos que se le acercaron en la entrada al Congreso del Estado, donde presentaría su informe de labores el gobernador Sabines.
La marabunta que solía acompañarle hace todavía una semana, se mostró ausente, distante y en algunos casos, hasta menospreciativa. Muchos, que hace unos días se tendían de tapete para que la suela de los mocasines senatoriales no tocasen el piso, se hicieron a un lado ó fingieron no haber detectado su presencia. Algunos, por mero compromiso le tendieron la mano y le regalaron una sonrisa casi de compasión. Él continuó caminando, solo acompañado de sus más leales muchachitos a quienes, por cierto, no dejaron entrar al recinto legislativo.
Adentro, el “Güerito” Velasco, iniciaba los aplausos al mandatario a cada frase, a cada oración que le parecía digna de un laurel. ¿Está echada la suerte sucesoria?
Mientras muchos esperan respuesta a la última pregunta, el asunto del Cuarto Informe está sobre la mesa de los análisis; viene la glosa y las conclusiones a las que los recién estrenados diputados locales lleguen. Un sondeo rápido realizado ayer en los pasillos del Congreso entre varios legisladores, apunta a la unanimidad de criterios.
“Fue un informe realista, completo, satisfactorio”, fue más o menos la coincidente respuesta de los entrevistados. En el asunto de la pobreza, según los diputados, ha habido un avance sustancial. Todos concuerdan en que falta mucho por hacer, pero la voluntad mostrada por Juan Sabines, abre las puertas a la confianza en que al final del sexenio, se tengan resultados más allá del discurso. Pocas veces el consenso alcanza la unanimidad.
De hecho, funcionarios y personalidades asistentes al acto republicano, también resaltaron el tema de la pobreza. Es un asunto que preocupa y que ha mantenido ocupado al gobierno local. Si revisamos las cifras del anterior sexenio al actual, en efecto encontramos distancias notorias. La pobreza durante los últimos tres sexenios, se acentúo de manera alarmante; en éste, hay una recuperación importante, lo cual no significa que sea tema superado. Pero sí, un asunto en vías de solución que todavía exige más esfuerzo y más dedicación.
Sucede que la pobreza, en la medida en que la encontró la administración sabinista y en sus progresos actuales, no es cosa de “enchílame la otra”.
De ahí la importancia que tomó en éste Cuarto Informe y que cobra conforme pasen los días. Vemos, en efecto, voluntad y esfuerzo para combatirla, pero vemos también dificultades no fáciles de sortear. Por eso el llamado gubernamental para unir esfuerzos contra ese flagelo, es justo, pero también necesario atenderlo.
Por lo demás, habrá qué esperar la glosa del informe gubernamental. De ahí se desprenderán muchos otros temas de interés para todos. Ojalá, los diputados no se vayan de parranda por las fiestas de navidad y dejen el asunto para el otro año. Cometerían una pifia más.
Tarjetero
*** Hace seis años, durante el Cuarto Informe de Desgobierno, Raterías, Abusos, Corrupción, Impunidad y Persecución del tirano Pablo Abner Salazar, un personaje logró colarse al recinto legislativo envuelto en una manta bajo la camisa. La clandestinidad, ayer se convirtió en puerta ancha. Se trata de Miguel González Alonso, quien asumió la jefatura de Prensa del Congreso del Estado, bajo el consenso de todas las fracciones parlamentarias. A seis años que Miguelón entrase con una manta en la que exigía —con gallardía, valor y coraje— libertad de expresión, entra con la misma bandera, pero sin el peso de la persecución oficial. Es lo que no perdonan los defensores de la tiranía; ellos atacan desde el “anonimato”, forma cobarde para acusar sin fundamento. Miguelón, en su momento, dio la cara, puso su nombre en sus escritos. Nunca se valió de anónimos para exigir lo que por derecho le correspondió… Y no solo a él, sino a todo el gremio de auténticos periodistas, esos que dan su nombre y rostro, que unen su valor a su talento y no los que acuden a escondites propios de los cobardes. Bien por Miguelón, quien por cierto, estará asesorado por otro grande del verdadero periodismo chiapaneco, Enrique Alfaro Santos. *** Los chiapanecos, son gente culta, inteligente; por eso no nos explicamos por qué, programas nacos y denigrantes del ser humano se traen acá, como si fueran la panacea. A los chiapanecos se les debe respeto. Programas de chismes sobre artistas que no nos interesan, están totalmente fuera de lugar. *** Circula el segundo número del quincenario “Eclipse” que dirige la gran Tinita Rodríguez Sosa. Enhorabuena. *** Luego nos leemos.
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