jueves, 10 de febrero de 2011

SMAPA, la caja chica, ¿DE QUIEN ES EL COCHINITO?...

Í N D I C E . . .


No menos de cinco veces he tratado el tema de la corrupción, de los abusos y del desaseo administrativo que existe en el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado. Y seguramente que me cansaré de denunciar estos atropellos a cientos de usuarios y no me harán caso porque al fin de cuentas no es una empresa particular ni los dineros que ahí se manejan son suyos, de ellos, de quienes la administran.

Cosa de “a diario” y ya me ha tocado a mí en tres ocasiones ir a las oficinas centrales de SMAPA a reclamar excesos de cobro del servicio y cuando menos hay diez personas más esperando ser atendidos por el mismo abuso o falta de atención en sus demandas.

Para muestra un botón. Me tocó reclamar el excesivo costo de consumo de agua en mi domicilio, donde vivimos dos personas y ellos (los del SMAPA) me discutían que consumía alrededor de 29 a 35 metros cúbicos de agua que representa en el primer caso 29 mil litros y en el segundo 35 mil. Digo, ¿que acaso tengo alberca, riego jardín, lavo vehículos al público? No, simplemente son tracalerías de la gerencia del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado.

Ahora el ejemplo es otro. Una casa que está deshabitada, que no consume agua y que además no tiene medidor del líquido, la empresa municipal cobra –porque así aplican sus reglas- un monto de 25 metros cúbicos (25 mil litros). ¿Y por qué?, pregunto. La respuesta fue estúpida: “porque así lo consideramos nosotros”. No es culpa del usuario no tener medidor o que los encargados de leerlos no vayan ha hacer su trabajo.

Desde hace tiempo se viene cobrando el servicio de drenaje, pero si hay una fuga, la reparación la demoran hasta una semana aunque el agua se esté derramando. ¡Así de eficientes! Y lo de siempre, el usuario nunca tiene la razón y para paliar el problema “inmediatamente” le imprimen un nuevo recibo con una reducción del costo; pero la irregularidad sigue y hay que volver al mismo proceso de reclamación y perdedera de tiempo al siguiente mes.

Ahora que si no tiene medidor y ya lo reportó, lo que hacen en SMAPA es darle una dirección para que vaya a “presionar” (sic) a los encargados de este trabajo. Yo no sé que han hecho para corregir estas arbitrariedades y errores administrativos (que se le cargan a los usuarios) los diversos gerentes que ha tenido esa empresa descentralizada municipal como Jorge Flores o el recién nombrado, Joaquín Ruiz Infante.

¿Merecería el caso una auditoría para saber la ruta del dinero de SMAPA o de quién es el cochinito que están engordando en esa entidad municipal? El Congreso del Estado debería intervenir y el alcalde, “la joven esperanza” de los tuxtlecos, Seth Yassir Vázquez Hernández tiene la obligación de “espiar” a estos funcionarios para erradicar posibles, supuestas triquiñuelas e irregularidades en esa empresa que parece la “caja chica” de algún funcionario. ¡Urge que poner orden en la casa!...

LA DOBLE MORAL…

Hace mucho tiempo o tal vez no tanto, se presumía (así, con toda la desfachatez del mundo) que los abogados de bufete o de banqueta, eran los más corruptos de todas las profesiones. Y ellos mismos no lo negaban con sus actitudes y prepotencias. Ahora hay una competencia al interior de los medios de comunicación y sus agentes que somos los reporteros, articulistas, columnistas y hasta los camarógrafos y fotógrafos; ya no se diga los editores, directores o propietarios de los medios impresos o electrónicos “por esa distinción”.

Cierto, los periodistas gozamos hoy de una reputación poco recomendable; criticamos corrupción, impunidad, doble moral entre los políticos, pero somos seguramente el reflejo del “monstruo” que se fue concibiendo después de la Independencia de México y la reestructuración al final de la Revolución Mexicana e inicio de la postguerra interior que es la estructura de gobierno.

Seguramente que los periodistas hoy no estamos muy distantes de aquellos señalamientos que se le hacían y hacen aún a los “abogansters” como se les llamó en su momento; también somos partes de la corrupción o pudiera parodiar aquella frase de Jorge de la Vega Domínguez: “la solución somos todos” o “la corrupción somos todos”.

¿a qué viene todo este choro? Bueno, nomás hacía una reflexión de quien soy y hacia donde voy o quienes somos muchos de los periodistas “democráticos”, “objetivos”, “honestos”, “sinceros” y “comprometidos con nuestra profesión”… mientras no se metan con nuestro “sagrado corazón del chayote”, por el que debemos rezar fervientemente pues es “la chuleta de cada día”.

La verdad es que pensaba en el caso de la periodista Carmen Aristegui quien fue despedida de su programa de noticias de MVS por opinar conforme a lo sucedido en la Cámara de Diputados cuando el legislador del PT, Fernández Noroña exhibió una manta (que no es manta es lona) con la foto del Presidente Felipe Calderón y la leyenda: “¿tú dejarías que un borracho manejara tu automóvil? No, ¿verdad?; entonces ¿por qué lo dejas manejar el país?”

Aristegui solamente pidió que la Presidencia de la República se pronunciara al respecto, pero la respuesta fue la separación de su programa por haber violado supuestamente el Código de Ética de la empresa MVS. Digo, ¿dónde está la ética de los concesionarios de radio y televisión; de los propietarios de los principales canales de televisión, radio y prensa escrita de todo el país? ¿Dónde, pues?.

Lo que se sabe es que el Gobierno Federal (la Presidencia de la República) presionó para sacar del programa a Carmen Aristegui y los propietarios de MVS accedieron porque están en negociaciones para que se les renueven las concesiones. Ahí está la infracción al “Código de Ética” que se le quiere aplicar a la periodista. Los intereses están primero.

No le demos vuelta al zócalo para llegar al asta bandera; todos somos lo mismo en este país donde “la corrupción somos todos”, con sus excepciones para que surta efecto la regla…

COMENTARIOS AL MARGEN…

Ya que comentamos sobre el “Código de Ética” quiero aplicarlo en este caso de desmentido a mi dicho de que el licenciado Juan Carlos Gómez Aranda fue quien filtró la información de los documentos apócrifos de Pablo Salazar Mendiguchía durante la campaña a Gobernador de Chiapas en el 2000. El aludido “me corrige la plana” al señalar que mi comentario en el INDICE… titulado: “Las Aspiraciones de Pablo”, es totalmente falso… parte del texto de Gómez Aranda dirigida al autor de esta columna es el siguiente: “Pareciera que pedirte una aclaración no tiene ningún sentido por el tiempo transcurrido y el nulo efecto que tiene la difusión de un hecho totalmente inexacto y que además en su momento quedó totalmente dilucidado… Sin embargo, para beneficio de tus lectores y de la verdad, solicito que menciones que escribí para dirigirme a ti para negar totalmente cualquier participación en aquel hecho que provocó un pequeño escándalo mediático donde al final se comprobó que ventilar el caso, no influyó en el ánimo electoral”… Creo que ese es el punto medular de la aclaración de quien también fuera Presidente del CDE del PRI y al que siempre me he dirigido con el respeto que me ha prodigado en el tiempo que tengo de conocerlo. Enhorabuena y saludos de parte del autor de este INDICE… que cumple con el final la máxima de que: para comentarios, quejas y mentadas: rupertoportela@yahoo.com.mx …la frase de este día: “La delincuencia es una forma de insurgencia en México con cárteles de la droga en nuestra frontera. Esto no es solo acerca de drogas, inmigrantes de ilegales, se trata potencialmente de la toma del gobierno por personas corruptas”: general Joseph W. Westphal, subsecretario de la Defensa de los Estados Unidos de Norteamérica… Si se vale opinar, hay que decir que “la toma del gobierno por personas corruptas” no es novedad y sí un hecho y ya en México todos lo saben… Y como decía un comercial de la radio en Veracruz: ¡que se sepa!... Aunque quedaron algunos datos en la “Scribe”, por hoy se acabó el mecate…. Y ES TODO, reiterando siempre:

Para comentarios, quejas y mentadas: rupertoportela@yahoo.com.mx
Celular: 961 18 8 99 45.
Ruperto Portela Alvarado.

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