lunes, 1 de diciembre de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


POR SU PROPIO BIEN
Por Ronay González 
Una sociedad inteligente es aquella que sabe aprovechar a sus jóvenes, que les da facilidades para que sean productivos; muchos chavos que conozco lo hacen, tratan de ganarse la chuleta como sea, honradamente claro, con ello generan recursos ya sea para ellos o sus familias.

Yo recuerdo aún mi primer empleo, era un chamaco, pero mi amigo Beto Cabello, propietario de una pizzeria en Tapachula, me dio chance de trabajar como repartidor. Salía de la la heroica prepa 2 y le entraba a lo que me tocara para tener algo de paga, aunque fuera para invitarle la torta a la novia o los pasajes. Por trabajar me perdí de 1001 tardeadas que organizaban la banda, porque más que pedirle permiso a mi mamá le pedía permiso a Beto, quien tiernamente me decía: “claro hijo, cuando acabes de trabajar”.

Nunca me pesó, me urgía más el dinero que la diversión, y claro que no todo era sacrificio, me daba unas buenas encerradas en el cine en mi día de descanso, hasta los ojos se me hinchaban; trabajar desde temprana edad fue lo mejor que me pudo hacer pasado.

¿Recuerda su adolescencia, cuando todo le funcionaba bien y la peor enfermedad era un resfriado? Según estudios la adolescencia puede segmentarse en tres etapas: la temprana (de 10 a 13 años de edad), mediana (14-16), y tardía (17-19). Es una época muy importante en la vida debido a que las experiencias, conocimientos y aptitudes que se adquieren en ella tienen implicaciones importantes para las oportunidades del individuo en la edad adulta, es decir lo que les enseñemos o dejemos que hagan lo van a repetir toda su vida.

Según estadísticas de la Unicef casi la mitad de la población mundial, unos 3 mil millones de personas, tiene menos de 25 años, es una gran chamada, y el organismo pone especial énfasis en la atención a los muchachos en mayor situación de desventaja y marginación mediante la protección de sus derechos en todo tipo de situaciones, entre ellas los conflictos, la etapa que transcurre después de los conflictos y las emergencias, no de dinero aclaro sino de las dudas y debilidades propias de la edad.

Los adolescentes, según el organismo, desempeñan un papel fundamental por su contribución a los programas para la supervivencia en la primera infancia, impedir la propagación del VIH/SIDA, ayudar a crear un entorno protector contra la violencia, la explotación y el abuso, y para el desarrollo macro político dirigido a aumentar la inversión social en temas que afectan a los niños, niñas y adolescentes.

La cantidad de jóvenes que tenemos debería aprovecharse, yo recuerdo que cuando era niño la filósofa de Xochiltepec a sus años, trabajaba, mis dos tíos trabajaban todos los días en el campo, mis tías trabajaban, y en su día de descanso nunca las vi sentadas frente a la tele, de hecho la gran mayoría a mi alrededor trabajaban y trabajaban, hasta los que ya estaban jubilados.

Hace poco me encontré con una señora de avanzada edad, que se apoya de un bastón para caminar, le dan las 11 de la noche en el estacionamiento de una tienda comercial (Chedraui pues) cuidando, mejor dicho vigilando los coches por unas monedas, para ella es su trabajo, nunca la he visto dormida, si llueve se resguarda de la lluvia y regresa, no está quieta, camina y está atenta hasta que el último carro se va, hasta donde alguna vez me contó se mantiene sola, una persona que debería estar descansando, pero ella no se queja.

Me preocupa lo que piensan y sueñan nuestros jóvenes: trabajar poco, ganar mucho, verse muy guapas (o guapos) y tener muchas novias (o novios), el problema es que sólo dos actividades pueden ofrecer esto: la política y el narcotráfico; las los dos nos están dando en la torre, peor cuando se combinan.

¿Cómo lograr los cambios que necesitamos? Los jóvenes deberían estar exigiendo trabajo, a como diera lugar y en todos los espacios, a los gobiernos, a los organismos, al sector privado, a través de organizaciones internacionales, de las redes juveniles.

Hay que recordarle a nuestros jóvenes que este país cambiará en la medida que ellos se preparen y trabajen por él, pero me gustaría saber usted qué piensa, cómo podemos aprovechar a nuestros jóvenes para tener el país que ellos se merecen, puede hacerlo al correoronay.mx@gmail.com o dejarme una cartita con el guardia del Diario del Sur, su
opinión me será fundamental.

Cambiando de chuleta, nunca he ocultado que soy fan del humor, la vida y la historia de Roberto Gómez Bolaños, estoy completamente seguro que no contribuyó en nada a la cultura de este país pero me divirtió en los momentos de soledad en mi infancia, fue mi compañía y le agradezco las risas que entonces y después me siguió provocando, “pa’ qué le digo que no, si sí.

Alabado en México y América Latina, muy criticado también, Chespirito fue una figura acompañada por la polémica, escritor, publicista, dibujante, compositor de canciones populares, actor, director, productor, padre de seis hijos e ídolo de éste que les escribe.

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