martes, 23 de diciembre de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


¡¡QUE LO ABRA! ¡QUE SE LO PONGA!

Por Ronay González
Es inevitable, digamos lo que digamos no nos podemos escapar de dar regalos en esta época, ya sea por los intercambios en el trabajo, por el detalle con los amigos, con el jefe o los subordinados, el asunto es que difícilmente pasamos la época navideña sin dar aunque sea un par de regalos.

La cosa está difícil, y todo parece indicar que los aguinaldos no alcanzaron para la cena, pagar las deudas, las vacaciones y los regalitos, prueba de ello es que las casas de empeño están llenas y el deslizadero de tarjetas de crédito va a todo lo que da.

Pero por si aún anda en las compras de regalos, muchos solemos dejarlo al último, vale la pena echarle un ojito a esta lista de la Profeco de “los peores regalos”, aunque déjeme decirle que más que persuadirme de no hacerlo, se me hicieron buenas opciones, ya me contará usted qué piensa.

En primer lugar mencionan el regalo "bien intencionado", es decir libros, cds o videos de autoayuda, argumentan que no es de buen gusto poner a alguien en evidencia, sin embargo creo que es una buena oportunidad de darle un empujoncito a alguien que tal vez se niega a aceptar que necesita ayuda, hay títulos muy sutiles y útiles que podrían servir, aclarando que debe ser un título que uno conozca, porque aunque fuera literatura universal me parece una descortesía regalar un libro que ni siquiera uno ha leído, creo que eso es peor.

Siguen los obsequios " bumerán", aquellos que nos dieron pero como no nos gustaron se los damos a alguien más. Yo no creo que sea tan malo, en primera porque el que a nosotros no nos guste o sirva no quiere decir que vaya a pasar lo mismo con todo el universo, decía mi abuela que siempre hay un roto para un descocido, y es cierto, es mejor darle una segunda oportunidad a ese regalo, ahorramos un poco y no se va a la basura, claro, siempre y cuando sea algo que sepamos el destinatario puede utilizar, si no, sigamos guardándolo hasta que llegue el indicado.

"La compra de último momento" es su punto número tres ahí ubica chocolates, camisetas o adornos que venden en las tiendas de cada esquina, según porque denotan el poco interés en la persona; yo no creo que sea tan malo, por ejemplo, los famosos chocolates Ferrero, o los otros blancos que no me acuerdo como se llaman porque la mercadotecnia ha impedido que me acuerde de ello, los venden hasta en el Oxxo y son un muy buen regalo, no conozco a nadie que se ponga triste con unos buenos chocolates.

Recomiendan también no regalar ropa interior o juguetes sexuales si no es tu pareja, ahí sí, imagínese que en el intercambio de la oficina le tocó su jefe y le llegue con trusas tipo bikini, ya no digamos ¡de elefante!

En quinto lugar está "el regalo individual con fines colectivos", donde un regalo personal pierde su encanto si beneficia a toda la familia, por ejemplo regalarle a papá una pantalla con el fin de que la instale en la sala, pero ¿en realidad es tan mala idea? Finalmente esto de los regalos es más una tradición, es más el acto de dar o recibir algo, y si por ejemplo a toda la familia le encanta el café, no veo porqué no regalarle a alguien una buena cafetera y que la disfruten todos.

Después la Profeco menciona los juguetes bélicos, en eso estoy completamente de acuerdo, ya bastante violencia tenemos como para atizarle más al fogón. También en el siguiente punto: las "mascotas no planeadas", no le amolemos la vida a los demás miembros sólo por querer ver feliz al sobrino, al primito, esa es una decisión única y exclusivamente familiar, porque además luego los animalitos son los que sufren las consecuencias, según este organismo enero y febrero son los principales meses en los que las mascotas son abandonadas, según yo si de por sí cuando se supone todos están de acuerdo las botan en cuanto crecen, imagínese si fue impuesta.

Finalmente está "el regalo pirata", tampoco yo creo que sea una opción, el que nosotros malamente utilicemos algunos de estos objetos no quiere decir que sea lo ideal, podríamos poner en riesgo a la persona a la que se lo estamos obsequiando.

Yo pondría uno más, las botellas, desde las de Bacardi blanco hasta las de los más finos vinos, honestamente el alcohol causa más problemas de lo que pretendemos enterarnos, pero adivine qué, es lo que más se regala.

Honestamente ver todo esto me hizo llegar a una conclusión, si es alguien a quien quiero no me va a importar si me regala una estampita con un moño, y si quien me regala algo no es relevante en mi vida, pues se le agradece lo que sea que me haya dado, finalmente a quien yo le doy un regalo es con el corazón, si no fuera así ¿para qué entonces?

Por último y hablando de navidades, regalos, le mando un Saludo al amigo Carlos Orella, secretario de la Sedesol local en Tapachula, anda muy movido juntando juguetes, haciendo las últimas diligencias de este año para ayudar a que la gente esté un poquito mejor, y eso habla de un verdadero espíritu navideño.

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