miércoles, 25 de febrero de 2015

CAFÉ PARA TODOS


* GONZÁLEZ IÑÁRRITU RATIFICA SU CALIDAD; TRES OSCARES PARA MÉXICO EN UNA SOLA NOCHE
* PORFIRIO MUÑOZ LEDO, EL CHAPULÍN MAYOR DE LA POLÍTICA MEXICANA; PRIISTA, PERREDISTA, PARMISTA FILOPANISTA Y AHORA CANDIDATO DE MORENA

ALBERTO CARBOT
El realizador mexicano Alejandro González Iñárritu ratificó que es un realizador cinematográfico de nivel, al alzarse con 2 de los Oscares de Hollywood -uno como mejor director y otro como mejor guión original-, que se agrega al de Emmanuel Lubesky, quien obtuvo el premio a la mejor fotografía.

Él es un hombre que se educó en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), y se forjó en la radio mexicana, por lo que tampoco se puede negar que es un producto de la educación que recibió en nuestro país.

Ciertamente también ha abrevado de la forma de hacer cine en Estados Unidos y sin duda influyó en su “performance”, el hecho de haber recibido tanto financiamiento, como la libertad creativa de Hollywood, donde sin embargo se sabe que también hay fuertes amarras y los estudios no dejan a sus directores hacer lo que les venga en gana.

Es verdad lo que dice Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, en el sentido de que el cine mexicano está en muy buen momento, y pone como ejemplo que se ha incrementado muchísimo la producción y se está llegando a niveles de la Época de Oro, cuando no había televisión y el cine era el espectáculo de todos.

“Ahora hay mucho apoyo de diferentes fondos que hacen que sea negocio hacer cine; antes tenías que invertir dinero, tiempo, buscar por aquí y por allá”, dijo Pelayo, quien señaló que, por primera vez en la historia se cuenta con una generación de cineastas en las grandes ligas, como en el béisbol, aseguró Pelayo.

Hay quienes creen que los mexicanos que han triunfado en Hollywood son un garbanzo de a libra y lo han hecho con su propio esfuerzo sin reflejar ninguna tendencia nacional. Esta postura contraria a la del chauvinismo tampoco es válida, porque hay que reconocer que fuera del circuito de Hollywood, hay también numerosos mexicanos que cosechan cada vez más importantes reconocimientos.

Está el caso de Amat Escalante, de 34 años, quien en mayo de 2013 ganó el premio al mejor director del 66 Festival Internacional de Cine de Cannes, por la película Heli, sobre la epidemia de violencia de las drogas que azota al país, cuyo jurado fue presidido por el realizador estadounidense Steven Spielberg.

Escalante fue asistente de su compatriota Carlos Reygadas, quien en 2012 ganó también en Cannes el premio a la Mejor Dirección por Post Tenebras Lux y en 2005, con apenas 26 años, ganó el premio Fipresci en Cannes de la crítica cinematográfica internacional con su ópera prima Sangre.

También hay que recordar que en mayo del 2006, la película mexicana “El violín”, ópera prima del cineasta mexicano Francisco Vargas Quevedo, fue galardonada en Cannes, y Ángel Tavira, el músico guerrerense que la protagonizó, obtuvo el premio a la mejor interpretación en la sección oficial Una cierta mirada.

Gracias al trabajo de Tavira -quien por cierto no tuvo el trato que merecía, por parte de Vargas Quevedo-, “El violín” se convirtió en una de las cintas mexicanas más premiadas de los últimos tiempos con 55 reconocimientos en festivales nacionales e internacionales, como el de Morelia, San Sebastián, Huelva y São Paulo. Ganó el Knight Grand Jury Prize a la mejor película iberoamericana en el Festival de Miami en 2007, siendo considerada como una película perfectamente realizada.

Además, recibió tres Arieles de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas en 2007.

En cuanto a González Iñárritu, él ya había obtenido con “Babel” en 2013, su primera nominación al Oscar como mejor director y Cuarón se convirtió hace un año en el primer latinoamericano en adjudicarse este galardón en esta categoría, por la película “Gravity”, que en honor de la verdad fue un filme menos que mediano.

LA HISTORIA DE LOS MEXICANOS RELEVANTES EN HOLLYWOOD

Consta en los anales del cine, que el primer mexicano en ganar un Oscar fue Anthony Quinn, originario de Chihuahua -madre mexicana y padre irlandés-, como Mejor Actor de Reparto en 1953 por ¡Viva Zapata!

Un año después, la mexicana Katy Jurado obtuvo una nominación al Oscar a la mejor actriz de reparto por “Broken Lance”, donde actuó al lado de Matt Deveraux y Robert Wagner.

En 2002, Salma Hayek fue nominada a este premio en la categoría de “mejor actriz” por “Frida” pero la mexicana más famosa de todos los tiempos en Hollywood y el mundo entero fue sin duda Dolores del Río, aunque nunca obtuvo el Oscar.

Desde antes de la creación de los Oscares, desde 1925 con “Joanna” y luego “El Precio de la gloria”, Dolores del Río brilló en los tiempos del cine mudo y luego en el del sonoro con cintas como “Flyin down to Rio”, con Fred Astaire y Ginger Rogers, y con “El fugitivo”, al lado de Henry Fonda.

En México, su consagración sobrevino con “María Candelaria”, al lado de Pedro Armendáriz -quien también brilló en Hollywood-, dirigida por Emilio “El Indio” Fernández, con fotografía de Gabriel Figueroa, este último también nominado al Oscar en 1965 por “La noche de la Iguana” de John Huston.

En honor a la verdad, hay que decir que este último filme es considerado uno de los más representativos de la Época de oro de la cinematografía nacional, con actrices como Andrea Palma, Marga López, Silvia Pinal, actores como Pedro Infante y Jorge Negrete, y directores como Ismael Rodríguez, Juan Orol y Luis Buñuel.

Precisamente Lubesky, quien ayer obtuvo el Oscar por la mejor fotografía en la cinta “Birdman” y ha obtenido 7 nominaciones al preciado galardón, es comparado con Gabriel Figueroa, uno de los fotógrafos de cine más venerados en México.

Su triunfo es más meritorio porque ganó antes dos Bafta del cine británico y fue el primer mexicano en ganar su segundo Oscar en forma consecutiva pues en 2014 ganó otro por “Gravity”.

Otro mexicano destacado que forma una especie de “trío” de reconocidos directores mexicanos es Guillermo del Toro, que nunca ha ganado un Oscar como mejor director, pero su filme “El laberinto del fauno” obtuvo tres estatuillas en 2007 y unos 80 premios entre ellos varios Goyas y Baftas.

Por cierto que González Iñárritu no es sólo un gran director, sino también un activista. El mensaje crítico que lanzó contra el gobierno del presidente Enrique Peña y también contra los políticos conservadores de Estados Unidos llamó mucho la atención en México, provocó cierto escozor en el seno del gobierno y alborotó las redes sociales.

González Iñárritu abogó “para que podamos encontrar y tener el gobierno que merecemos” y pidió que sus compatriotas en Estados Unidos sean “tratados con el mismo respeto y dignidad que la gente que llegó antes y ayudó a construir este país de inmigrantes”.

El gobierno evitó reaccionar de inmediato, pero el Partido Revolucionario Institucional (PRI) respondió de inmediato a través de Twitter al señalar que “es un hecho que más que merecerlo estamos construyendo un mejor gobierno”.

Fue una manera muy sutil de mostrar que no le había gustado el mensaje del cineasta, quien merece el lugar al que ha llegado en el cine de Hollywood por su gran genio y calidad.

Ojalá que ese buen momento del cine internacional hecho por mexicanos rinda más frutos y que los paisanos talentosos que saben hacer bien las cosas regresen de vez en cuando al país y reciban el apoyo que sí se les brinda en el extranjero para ejercer su libertad creativa y obvio, captar divisas, que buena falta le hacen al país

GRANOS DE CAFÉ

En los hechos, la pretendida “honestidad-valiente” de Andrés Manuel López Obrador sigue sin pasar la prueba del ácido. Y el tema adquiere nuevamente vigencia por la forma tan “peculiar” -para decirlo eufemísticamente-, del político tabasqueño de elegir a sus candidatos a puestos de elección por parte de Morena. Ahora se le ocurrió la peregrina idea de designarlos a través de una tómbola, que sólo los ingenuos consideran que no está manipulada.

Ah, pero en cuanto a la candidatura presidencial de Morena, seguro decidió sortearlo, pero curiosamente todos los papelitos llevaban su nombre.

Lo cierto es que ahora vuelve a hacer pública su obsesión de querer postularse porque “la tercera es la vencida”, como le gusta decir. El problema es que esta tercera ocasión es justamente cuando menos posibilidades tiene de ganar.

Para nadie es una sorpresa el anuncio que se perfiló desde que anunció la creación de Morena -por cierto un acrónimo que hace una sospechosa alusión a la virgen del Tepeyac-, con el claro afán de explotar la devoción del pueblo de México, y cuentan las malas lenguas que cuando estuvo a punto de fallecer ahogado en un río tabasqueño, sobrevivió gracias a la intervención de la Guadalupana, quien además le dijo que él no podía morir, porque estaba destinado a una trascendental misión en favor del pueblo mexicano.

Bueno, eso parece que le dijo la Virgen Morena, a este personaje de la picaresca mexicana, que hasta ahora lo único que ha demostrado es su habilidad para vivir a costa del presupuesto gubernamental, ya que cumple casi 40 años de hacerlo con extrema maestría.

Lo más curioso sobre la “tómbola” lópezobradorista, es que salieron elegidos sus allegados de siempre, porque nadie se tomó la molestia de verificar que los dados no estuvieran cargados.

Por ejemplo, Porfirio Muñoz Ledo resultó “insaculado” en la misma tómbola, al igual que las académicas Blanca Estela Favela Dávalos o Urenda Queletzú Navarro Sánchez.

Lo de Muñoz Ledo parece una broma de mal gusto. Si hay un “chapulín mayor”, es este charlatán de la política, quien sin sonrojarse se ha puesto todas las camisetas que hay en el espectro político, y quizá sólo le falte la del Partido Verde o de los nuevos membretes recién registrados.

El ex presidente del CEN del PRI y del PRD, ex asesor de Vicente Fox y ahora aspirante de Morena, cuando asume la candidatura de algún partido a su alcance, siempre dice se morirá con la camiseta puesta, lo que no se dice es de qué color.

Entre otros candidatos insaculados a una curul en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, figura el mánager del equipo de beisbol en el que juega El Peje, Luciano Tlacomulco Oliva, abanderado de Morena por el distrito 3 y actual secretario de Comunicación y Propaganda del Comité delegacional de ese partido en Azcapotzalco.

Sin duda López Obrador está innovando con este modelo político estilo Lotería Nacional, que seguramente pronto querrá patentar, por si los dirigentes políticos de otros países quieren imitarlo, ahorrarse problemas y aparentemente, para no comprometerse, dejarlo todo en manos de una tómbola que previamente ha sido manipulada…Sus comentarios envíelos vía internet a la direccióngentesur@hotmail.com

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