martes, 6 de septiembre de 2011

A fuego lento


SI; YA BASTA!
Por. Alberto Ramos
Luego del “Ya estamos hasta la madre” de Javier Sicilia, a quien le mataron su hijo – y con justa razón lo expresó–, el presidente Felipe Calderón lo lo secundó con un “Ya basta”; bien, sólo que habría que decirle que se equivocó, porque los reclamos primeramente se han hecho contra el gobierno por tanta ineficacia, por haber abierto la caja de Pandora y no saber ahora cómo cerrarla, entonces resulta que el Presidente grita este reclamo ¿pero contra quién?, porque él representa a las autoridades. 

No se vale que diga que el grito lo hizo contra los delincuentes, porque a ellos les tiene sin cuidado este reclamo, y porque un Presidente no puede estar pidiendo con reclamos y con gritos al crimen organizado que “¡ya basta!”. 
Una y otra vez el Presidente ha escuchado la exigencia de la gente, en el sentido de que debe cambiar de estrategia, porque la represión no vale contra los narcos, porque lo único que ha logrado es alimentar esta espiral de violencia que sólo genera más odio. 

Las cifras son más que graves: cerca de 50 mil muertos de diciembre del 2006 a la fecha en la guerra contra el narco; la ola de violencia ha dañado no tan sólo a la generación actual de mexicanos, sino a las que vienen, que crecerán sin padres, con odios y miedos profundos y sin un atisbo de que se compongan las cosas. 

La culpa de tantos muertos y tanta violencia en gran parte del territorio nacional se la echan unos a otros; los panistas aducen que el problema tiene raíces antiguas y acusa a los presidentes emanados del PRI, de haber pactado con los criminales de entonces; el PRI contesta que la estrategia para enfrentar al narcotráfico es incorrecta y ha sido llevada con ineficacia. 

Calderón ha señalado que regresar al Ejército a los cuarteles, sería como ponerles el mantel a los delincuentes, “es ingenuo pensar que de esa manera se arreglaría el problema y señaló que se seguirá combatiendo al crimen donde sea y como sea”. 

Sin embargo, el grito de Calderón con su ¡Ya basta”, denota desesperación y confusión. Un presidente no puede estar pidiendo a los contrarios que ya basta, que se calmen, porque estos definitivamente no lo van a hacer; pero tampoco es lógico seguir con un plan que cada día deja una gran estela de muertos. 

Las causas de la criminalidad son múltiples, pero en conjunto se suman: desempleo, pobreza, falta de oportunidades para estudiar; desinterés de los gobiernos para mejorar el nivel académico; y sobre todo corrupción e impunidad. 

Es verdad que los narcos han aprovechado la actual coyuntura para captar a miles de jóvenes desesperados por obtener algo de dinero. Súmele a esto la posición de Estados Unidos de reprobar la violencia en México, pero al mismo tiempo hacer grandes negocios con la venta de armamento, para tener actualmente un país como el nuestro sumido en la peor de las violencias y con un gobierno federal que ha perdido la brújula. Hace falta un gobernante que antes que nada quiera a México y esté dispuesto a sacrificar cualquier cosa por mejorar las condiciones actuales. 

Por eso hoy me uno al grito de Ya basta. En efecto, pero: “¡Ya basta de medidas equivocadas en la lucha contra el crimen; ya basta de impuestos caros y repetidos; ya basta de sueldos altísimos de funcionarios mientras el pueblo no come; ya basta de visiones erradas en la conducción del país; ya basta de impunidad e injusticia; ya basta de medidas equivocadas!

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