Café Avenida
Inevitablemente la alteración de los tiempos políticos presidenciables (desde que Fox siendo gobernador inició su precampaña a la presidencia de la república), atropella los tiempos sucesorios en los estados donde las elecciones son más o menos concurrentes como las de Chiapas. Si a nivel nacional ya están desatados Andrés Manuel López Obrador (PT tirándole también al PRD), Marcelo Ebrard Causabon (PRD), Manlio Fabio Beltrones Rivera (líder del senado, PRI) y el gobernador mexiquense (que parece inalcanzable) Enrique Peña Nieto, al cual los panistas (y en especial el presidente) le tiran a matar para colocar a Ernesto Cordero en esa carrera donde son los menos ubicados en las encuestas.
La sucesión gubernamental concertada
Haciendo historia, es bueno precisar que las elecciones presidenciales y las locales (hasta 1988) fueron el mismo día y en las mismas urnas, pero en su gestión fueron separadas por Patrocinio González Garrido (dejadas así por Roberto Albores) unas semanas después de la elección presidencial, para dejar que el candidato presidencial decidiera la candidatura del PRI y esa empatía (o sentido de pertenencia) dejara beneficios al estado. El argumento político de Patrocinio para distanciarlas, fue pues que el solo hecho de que el candidato a la presidencia de la república (hasta entonces del PRI y siendo las elecciones el mismo día) no podía poner al candidato a gobernador del estado (lo imponía el presidente que se iba), lo cual en vía de hechos se convertía en un obstáculo para que los presupuestos públicos fluyeran al estado. Apostó a que si el candidato a gobernador de Chiapas lo ponía el que sería presidente de la república, Chiapas tendría mayores presupuestos, obras y la atención central que este divorcio de equipos causaba.
¿Así fue o la estrategia resultó fallida? No queda claro si la medida le dio resultado, todo parece indicar que la separación de ambas elecciones le resultó contraproducente al PRI. Ni Francisco Labastida Ochoa (que fue el candidato presidencial del PRI) impuso como “su” candidato a Sami David, ni el presidente Ernesto Zedillo se dejó quitar el derecho político de imponerle a Chiapas al candidato a gobernador y lo hizo en la persona de quien en vía de hechos fue su líder del senado de la república, espacio formal que ocupó el Dr. Genovevo Figueroa Zamudio (ex gobernador michoacano, ex rector nicolaita y ex presidente de la ANUIS) pero en los hechos el gran líder constructor de los consensos y la operación política en la cámara alta fue el de Acapetahua. Todos coinciden que concertacionada la presidencia de la república por Ernesto Zedillo con los gringos para que por la alternancia la ocupara Vicente Fox, ya no se hizo necesario ni terminar de recibir los votos hasta las seis de la tarde ni mucho menos esperar a que se contaran: a las 5 de la tarde salieron Televisa y TV Azteca a anunciarle al mundo que Pablo Salazar había ganado la gubernatura del estado. Había triunfado (por la concertacesión nacional y aldeana) el que convenció a Zedillo y Fox de que si ganaba Sami habría más guerra con el EZLN y que si ganaba él el problema se resolvería en 15 minutos.
Quedó fuera de las urnas
La separación de unas semanas de la elección de gobernador en Chiapas (respecto de la presidencial) lejos de fortalecer el centralismo presidencialista y con ello a Chiapas (como lo calculaba Patrocinio), favoreció unja alternancia definida en México y cantada no por los órganos electorales (que luego la legalizaron y legitimaron), sino por los dos consorcios televisivos con los que gobiernan las tecnocracias de derecha panista y priísta. Separar la elección de gobernador de la de presidente de la república, de dos senadores y 12 diputados federales (aparte de encarecer la democracia y enrarecer los procesos), favoreció sobre todo a los gobernadores (que ya no son del PRI) y que al tener los resultados de la elección presidencial (fue el caso de Pablo), pueden jugar con los números y las correlaciones sin meterse en problemas con el que entra a Los Pinos y hasta dejándole recuerdos aldeanos. Por cierto, Pablo engañó a Fox y Calderón, se la jugó con el Peje y por manejar información de los manejos turbios del Stan (el robo de 11 mil millones) no lo pescaron para no involucrar a Fox, a los hijos de Martha Sahagún y otros panistas que se mancharon con los aldeanos de esos dineros.
Ese cambio de fechas (a la postre) desfavoreció al PRI y dejó claro el camino de las apuestas a los gobernadores. Por algo manejan el sistema de partidos, el sistema electoral, el sistema de comunicación, el poder del aparato, los grupos de cada partido y todas las riendas para inducir los resultados de todas las elecciones. Obvio que una ventaja (política) como esta no la iba a desperdiciar el gobernador Sabines, que realizó la reforma mandatada por el senado de la república (de homologar las elecciones locales con las federales para abaratar los procesos electorales y la construcción de consensos en el Congreso Mexicano), pero dejó sin homologar la elección de gobernador, de tal suerte que cuando en el 2012 se haga la elección presidencial y demás representaciones federales, tenga los resultados precisos para saber a qué atenerse y con quiénes jugar.
Roberto Gil está muy visto
En el PAN es obvio que el Presidente Calderón tiene reservada la candidatura para el Dip. Roberto Zuarth Gil que ayer dejó la subsecretaría de gobierno para operar acuerdos en la Cámara de Diputados y estar más sueltos para trabajar su plataforma en Chiapas. No vemos cómo le puedan quitar al presidente Calderón el derecho de dedo para imponerle candidato a la gubernatura al PAN en Chiapas. Lo ha hecho en la totalidad de los estados y aunque han perdido sus gallos desde Yucatán, lo seguirá haciendo. Y por demás, los panistas incubados en la maquinaria amarilla no dan sí, no le han crecido los enanos. Ovidio Cortázar entró más por los secretos que tenía desde una auditoría en Banobras que por ser amigo de estudios de Calderón que cuando se lo presentó al gobernador como “un su amigo de la Libre de Derecho” se lo quedó viendo sin acordarse del Ovidio. Es más su amigo Carlos Raymundo Toledo está alejado de los votos. El ex delegado de Sagarpa (Tomás Edelman Blas) no pudo ser ni candidato a la presidencia de Tapachula y de último momento perdió la candidatura con Nivón y en seguida la delegación federal con el Dip. Con licencia Carlos Pedrero que todavía no sabe cómo desgranar la mazorca de oro. Nivón en el panismo es un advenedizo, más pablista-sabinista que panista. Carlos Pedrero es de alcurnia (todos los Pedrero antes fueron del PRI, ahí mamaron) pero no le llega a Roberto Gil Zuarth, que por su talento y cercanía a Calderón y los primeros círculos del panismo central parece el más idóneo, indicado y lógico candidato a la gubernatura del PAN.
Sin pena ni gloria
Sin pena ni gloria va la glosa de informe. Como de alguna manera se anticipó, las comparecencias de los secretarios y altos funcionarios en las Cámaras sirven más para las poses mediáticas que para el fondo del trabajo legislativo.
En general, los comparecientes repiten el guión. Se les pregunta y responden con evasivas o lateralmente. Se llega al encono y se establecen algunos patrones que, en el caso del secretario de Gobernación, Blake Mora, asentó un perfil de disposición al diálogo pero sin mayores efectos, sin anticipar o comprometer algo; el titular de SCT siguió con el mismo tono de confrontación y altanería con el que se dirige al Legislativo –inclusive, trascendió el twitter de Mony de Swaan don donde decía que “tenía mil cosas mejores que hacer que comparecer” ante los legisladores—y así sucesivamente, los funcionarios recibieron reprimendas y testimonios de que el trabajo realizado por el Ejecutivo Federal es insuficiente, deficiente o de plano irresponsable, pero no por ello se inmutaron.
Dado que el siguiente paso de la glosa del informe es la formulación de las preguntas parlamentarias, su concentración por la Mesa Directiva y su envío al Ejecutivo Federal para que responda por escrito, cosa que acaecerá a lo largo del mes de octubre, no es aventurado señalar que se tendrán preguntas y respuestas testimoniales con escaso efecto en la labor del Ejecutivo Federal o en las agendas legislativas.
Sobre todo, en una de las funciones más relevantes del periodo legislativo, que es el análisis, discusión y aprobación del paquete de ingresos y egresos para el año venidero. No hay forma de evaluar el desempeño del gobierno federal en las actuales circunstancias, pues nunca se compromete a resultados firmes, además de reporta consolidados a su arbitrio, en ocasiones agrupando lo realizado en “los últimos cuatro años” o “desde el inicio de la administración”, o a veces, refiriéndose a los nueve meses del año actual, conforme le acomode, por ejemplo, con las cifras de empleo en las cuales no acumula sino segmenta sólo “de enero a la fecha” en que se observa algún repunte.
Sin un sistema adecuado de rendición de cuentas, con indicadores claros e información propia y oportuna, el efecto será el mismo: ninguno, sólo testimonial, en donde el gobierno hace como que reporta y el legislativo, como que analiza. Si, por ejemplo, es perceptible que existen subejercicios en la gestión presupuestal, ¿cómo es que para el siguiente año se programa más de lo mismo, de manera inercial y con un incremento del doble de la inflación esperada? Peor aún, ¿cómo es que se sostiene el argumento de que si se bajara un punto el IVA, al país le retirarían la calificación (que ya le retiraron en 2009) o se repetiría el ciclo de devaluación, inflación y crisis (cuando ya se devaluó, en septiembre de 2008, el peso se disparó de 10 por dólar a los casi 13 actuales)?
Estas y otras paradojas se seguirán presentando en tanto no vayamos a lo que debiera ser un sistema de rendición de cuentas, con sesiones de control del Ejecutivo ante el Legislativo.
Oficio Político.- Cristian Murillo secretario coordinador nacional del movimiento de cibernautas del sector popular viene el jueves para estar presente en la apertura de la página web de la CNOP local que dirige Oscar Salinas… Roberto Gil Zuarth llegó a Gobernación el 16 de marzo pasado, en sustitución de Gerónimo Gutiérrez y, durante los seis meses en este cargo, fue responsable de atender asuntos como el conflicto derivado de la extinción de Luz y Fuerza del Centro ayer el chiapaneco de extracción panista renunció a la Subsecretaría de Gobierno de la Secretaría de Gobernación para regresar a su curul en la Cámara de Diputados. Fue sustituido por el cónsul en Los Ángeles Juan Marcos Gutiérrez González… Gil Zuarth agradeció al presidente Felipe Calderón la oportunidad y la confianza que le dieron de servir en esa delicada responsabilidad… Finalmente la medalla Belisario Domínguez será otorgada al panista Luis H. Álvarez por haber sido presidente de la COCOPA. Queda en el camino don Javier Barros Sierra ex rector de la UNAM y quien en 1968 encabezará la gran manifestación de protesta universitaria contra el genocida Gustavo Díaz Ordaz. Esta lección de heroicidad pareció olvidarse convenencieramente a la hora de emitir el fallo del galardón… En política no hay lógica. ¿Y dónde ponen a Roberto Albores Guillén si el hijo no logra la candidatura de gobernador como nos lo acaba de decir el Diario Reforma por el mismo partido que lo hizo interino? Lo del Pablo candidato otra vez es imposible porque no hay reelección, no fue interino como el Diablo Albores. Faltan muchas cosas por verse, pero la perrada ya está suelta y en breve nadie podrá detenerla…
Finalmente: “Las cañerías no deberían de olvidarse, están debajo de las grandes ciudades” lo dijo el filósofo Rafael Molina Matuz. Recuerde No es nada personal.
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