Asunto Público
Sergio Stahl
Mauricio Gándara Gallardo desnuda a su ex jefe como un detestable ególatra, vanidoso y egoista
La carta que el ex Secretario de Seguridad Pública del Estado, Mauricio Gándara Gallardo, le escribió a su antiguo jefe, amigo y compañero de religión, el ex Gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, es un documento muy importante para el análisis político de la historia de Chiapas.
De entrada, hay que acotar que se trata de un texto escrito en un tono intimista que toca aspectos tanto cuestiones personales y afectivas como también aborda temas de fondo que tienen que ver con el ejercicio del poder político en la entidad.
En el terreno de la relación afectiva entre esos dos personajes de la política y la vida pública chiapaneca, la misiva escrita por Mauricio Gándara Gallardo aporta datos ilustrativos sobre la personalidad del ex Gobernador Pablo Salazar Mendiguchía.
El retrato de Pablo Salazar Mendiguchía que elabora el ex titular de Seguridad Pública del Estado es elocuente y certero. El perfil de Pablo que traza Mauricio Gándara Gallardo, arroja luces en torno a la personalidad de un político autoritario, déspota, prepotente y abusivo, ególatra que vive obsesionado por el poder y el dinero.
Al respecto, vale la pena citar textualmente un párrafo de la misiva en cuestión: “Fui testigo de cómo gustabas de desempeñar tú personalmente, todos y cada uno de los puestos de la administración pública- negando la posibilidad de cualquier discrepancia o disidencia a tus ideas y objetivos-. Ejerciste el poder en forma absoluta y como reza un refrán por ahí, “el poder absoluto termina por corromper…absolutamente”.
Este apunte hecho sobre la personalidad del soyalense por quien fuera un amigo entrañable que apoyó a Pablo Salazar Mendiguchía en las buenas y en las malas y que apostó por su proyecto político aún a riesgo de su propia integridad y libertad, pone en un primer plano la naturaleza perversa de un hombre que detentó el poder en Chiapas en una forma abusiva y totalitaria.
La figura de Pablo Salazar Mendiguchía que surge en la carta de Mauricio Gándara Gallardo es la de un político rencoroso y vengativo, un hombre lleno de odio y acomplejado, un farsante ambicioso y manipulador.
En pocas palabras, Mauricio Gándara Gallardo desnuda a su ex jefe como un detestable ególatra cuya vanidad y egoísmo resultan insultantes e intolerables hasta para aquellos que alguna vez le dispensaron su afecto y le brindaron su amistad, y a cambio recibieron agravios y desprecio.
Por último, hay que subrayar el remate de la carta del tapachulteco, pues ese párrafo en que Mauricio Gándara Gallardo le sugiere a Pablo Salazar Mendiguchía que haga un ejercicio de autocrítica y en un acto de nobleza le pida perdón a los chiapanecos por todos los agravios que el soyalense le propinó “a mucha gente que creyó en ti y que te vio sucumbir ante las mieles del poder”, no tiene desperdicio.
Mi opinión: Es evidente que el camino de regreso a la vida pública por parte del ex Gobernador Pablo Salazar Mendiguchía está lleno de piedras y abrojos que hacen difícil que el soyalense pueda retornar por sus fueros en el corto plazo. Si hasta un amigo y ex colaborador suyo que le fue fiel y leal sale a la palestra para recriminarle su proceder y lo exhibe ante la sociedad como un hombre malvado y nefasto, qué se podrá esperar que le digan sus enemigos y sus víctimas. En fin.
LA RESACA. El diputado local por el Partido del Trabajo, Enoc Hernández Cruz, no tiene empacho en reconocer la labor del Gobernador del Estado, Juan Sabines Guerrero. Por ejemplo, hace poco el legislador petista dijo que “ estimular al campesino que más trabaja y que más produce granos básicos en Chiapas habla muy bien de la sensibilidad política del Gobernador Juan Sabines Guerrero, quien es un amigo de los hombres del campo. Así lo afirmó el diputado Enoc Hernández Cruz, presidente de la Comisión de Agricultura del Congreso del Estado de Chiapas, cuando acompañó al mandatario chiapaneco a la entrega del Premio Mazorca de Oro, en el ejido Benito Juárez, del municipio de La Concordia.El legislador dijo también que el Partido del Trabajo reconoce ampliamente los apoyos que el gobierno de Chiapas ha destinado al agro en lo que va del llamado Sexenio del Campo, entre ellos el programa Campesino Seguro, el cual es único en su género en el país. Enoc Hernández Cruz reconoció asimismo la determinación de Juan Sabines Guerrero para frenar la voracidad de los coyotes que se aprovechan de la necesidad de los campesinos para comprar a mitad de precio la tonelada de maíz, porque ese abuso coloca a los productores en la pobreza, y eso no se puede permitir, señaló el legislador del PT, quien anotó que el Premio Mazorca de Oro lo entrega el gobierno en reconocimiento al esfuerzos de los productores de maíz, pero lo mismo ha hecho en lo que va de la actual administración con los productores de las demás ramas de producción, con la entrega de insumos, maquinarias y plantaciones, lo que genera empleos y mejores condiciones de vida para las familias del sector rural.Desde el Congreso del Estado, a través de la Comisión de Agricultura de Chiapas estamos en franco apoyo a la gestión de los grupos de productores sin distingo alguno, inclusive con asesorías para la formulación de proyectos y la manera de lograr cómo bajar los recursos públicos asignados y autorizados para el campo, puntualizó el diputado local por el PT. O sea, honor a quien honor merece…Y hasta mañana. Gracias
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