Por. Carlos Z. CadenaSigue en su más alta expresión las constantes actividades políticas que hace el exgobernador Pablo Salazar, que pareciera que va rápido en este 2011, para ubicarse en un lugar de preponderancia política, que pudiera estar enmarcada en dos direcciones, la primera, colarse otra vez a la política nacional y la segunda, que le persigue el fantasma de la preocupación ante las denuncias públicas en contra de su sexenio de represión y de saqueo millonario contra los damnificados de Stan, denuncias y averiguaciones previas asentadas en la Auditoría Superior de la Federación del Congreso Federal y en la Procuraduría General de la República.
Salazar aprovecha todo para salir en la foto, curiosamente lo que no hizo tan publicitariamente en cuatro años, lo hace tan huracanadamente en los primeros días del mes de Enero (Increíblemente denominado mes de la honestidad) y lo mismo le da por aparecer en el extranjero, que a nivel nacional, y lo mismo habla de política internacional y hasta del cambio climático, tema de moda mundial, que a nivel de nuestro país, que en su último boletín se aventó las puntadas de hablar sobre experiencias plurales de gobierno e iniciativas para la modernización de las instituciones del país.
Hace ocho días aparece en una fotografía de las llamadas “preparadas” dirían los maestros de periodismo, en la toma de posesión del gobernador de California USA, Jerry Bronw, donde su sonrisa impecable nada tiene que hacer con una sonrisa de Mis Mundo, o Mis México, cuando le dan el triunfo. Pero lo extravagante es que dice su boletín que regresa a las actividades políticas y que conoce al nuevo gobernador Californiano desde hace 10 años.¿Que le puede interesar a los chiapanecos eso diez años de esa amistad?, lo que mostró en entrelíneas, fue que le enviaron invitación personal en inglés, y así como es y actuó el exgobernador en su sexenio de la represión, nadie cree que lo hayan invitado, y más de alguna treta realizó para irse a tomar la fotografía al otro lado de la frontera, para el impacto social y su mensaje de que aquí estoy y existo.. Si tonto no es.
Pero su asesor de imagen, que lo ha tener, -muy de moda hoy entre la política- empieza por el extranjero para aterrizar en el país – y aquí lo dijimos en este espacio el pasado jueves 6 de Enero con el título de “Pablo Salazar, en escena 2011”.
Antier y ayer otra vez aparece el boletín y fotografía de Salazar y ahora en una oficina con el líder del Senado priista Manlio Fabio Beltrones – no con su exasesor Carlos Navarrete del PRD- aunque ahora la fotografía ya no tiene la sonrisa de una Miss Mundo, sino que es un gesto de sumisión y hasta de una consulta, porque el exgobernador se vio serio y hasta preocupado y paso mucho tiempo, y cómo que el fotógrafo falló, porque no es una buena toma, ahora la sonrisa es, pero de su interlocutor el senador Manlio Fabio Beltrones. Pero si la foto es polémica lo que dice el boletín, es verdaderamente asombroso, porque las tesis políticas nacionales que maneja Salazar, son como que fuera el Presidente de México.
En diciembre cualquier fotografía en política es válida, porque es mes de fraternidad Navideña, y lo hacen mucho en Estados Unidos, entre los demócratas y republicanos, pero esta alocada aparición de Salazar en el mes de Enero, pudiera tener un contexto de mucha inteligencia, enviando mensajes subliminales, ante el inminente proceso electoral, que próximamente se llevara en Chiapas, y cómo no tiene foro ni escenario político, pues hay que montarlo, y para eso cualquiera pide una cita con un político y venga la foto.
Pablo Salazar, sabe que no tiene partido político, sabe que el PRI puede regresar a Los Pinos, pero inclusive si el PAN, siguiera en el poder, ya no le redituaría un personaje tan desgastado y perseguido por la ley, cómo el exgobernador, que hace lo imposible en este 2011, para tomarse la fotografía hasta internacional, cómo una estrategia entre lo emocional y el impacto social, que en México se le da un valor agregado, pero que en el fondo de la política profesional, no lo es.
Es un mundo irreal o un invento cuyos fines son eminentemente políticos, diría el autor del libro “decálogo de la manipulación mediática”, Noam Chomsky, donde encuadra la personalidad de Salazar. Pero ya sabemos que más que imagen o estratagema publicitaria y de demostrar poder político de Salazar, lo que quiere el pueblo de Chiapas, es que se le haga justicia por los cientos de miles de damnificados de 41 municipios que en el 2005 sufrieron la peor tragedia pluvial que ha existido en Chiapas desde hace un par de centurias.
Si quiere Pablo Salazar, puede aparecer con el Papa allá en el Vaticano en una fotografía dominical, para que envié en entrelineas que también tiene el poder de la iglesia católica, es más que mande una fotografía con un extraterrestre para que también se diga que un ejército de hombrecitos verdes y ovnis, lo están también apoyando, o una fotografía con Bill Gates, para que digan que el mundo cibernético también es suyo.
Pabla Salazar, efectivamente es una garantía electoral, pero para que los partidos políticos, lo denuncien próximamente sobre el saqueo de Stan y partido político que lo haga, o aspirante, estaría subiendo su capital político, pues no hay que olvidar que la UNACH, hizo hace dos años una encuesta entre los exgobernadores y el más ladrón y represor salió ser el exgobernador evangélico, que también se llevó entre el pecado a muchos ingenuos pastores cristianos, que no pudieron entender bíblicamente que “Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” y Pablo lo aprovecho jugando con la espiritualidad de muchos chiapanecos. ¡Hasta eso jugo con la fe religiosa!.
¿Cuál será su siguiente aparición a cuadro de Salazar?. ¿Fotografía con otro político o entrevista con un diario nacional?. Porque lo que más abunda es que hay mucho dinero de los damnificados en manos del millonario exgobernador. Se cazan apuestas.
Ni modos hay que aceptar que el próximo proceso electoral, viene muy sucio y con olores nauseabundos, esta es la verdadera lectura que se vive con lo del activista político Pablo Salazar. Pobre Chiapas.
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