Guerrero, violencia y elecciones

Asunto Público

Sergio Stahl

En los últimos días, el Estado de Guerrero ha sido escenario de una ola de violencia que ha cobrado al menos la vida de 28 personas, algunas de ellas ejecutadas a balazos y otras decapitadas y mutiladas.

A la par de la violencia desenfrenada que azota a esa entidad federativa, transcurren las campañas de los candidatos a la Gubernatura en un clima de rijosidad verbal que preludia un choque frontal entre las fuerzas políticas que se disputan el poder.

La ejecuciones y “levantones” llevadas a cabo en Guerrero por el crimen organizado en los últimos días han puesto de relieve la incapacidad del Gobernador Zeferino Torreblanca, quien no ha podido contener los embates de la delincuencia y ha tenido que recurrir al auxilio del Gobierno Federal.

De hecho, ayer en la Ciudad de México, el Secretario de Gobernación, Francisco Blake, y el Gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, acordaron “fortalecer acciones para garantizar la seguridad” en esa entidad.

La reunión entre Blake y Torreblanca ocurrió pocas horas después de que los criminales hicieran de las suyas, asesinando a al menos unas 28 personas sin que hasta ahora los victimarios hayan sido detenido o siquiera identificados.

Con la participación del titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arturo Chávez, en dicha reunión se suscribió un Protocolo que regula compromisos y acciones coordinadas entre el Gobierno estatal y el Gobierno federal.

Según la información generada por la Secretaría de Gobernación federal, con la firma de ese protocolo se busca “garantizar y consolidar condiciones de gobernabilidad, seguridad, transparencia y el orden que salvaguarde el derecho que tienen los guerrerenses de ejercer su voto de manera libre y auténtica”.

En ese tenor, la primera acción del Protocolo derivará en un plan detallado para la seguridad dentro de un Programa Operativo que reforzará la presencia estratégica de las corporaciones policiacas y se incrementarán las reuniones del Grupo de Coordinación para realizar acciones y operativos conjuntos.

Mientras tanto, las campañas electorales siguen su curso en Guerrero. Y a juzgar por el tono de los discursos que ha pronunciado la todavía dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, durante su gira por esa entidad, el clima de violencia ha trasminado a la arena electoral.

En efecto, la señora Beatriz Paredes Rangel ha esgrimido un discurso triunfalista bajo el argumento de que “la gente quiere un partido que sí sepa gobernar”- o sea, el PRI- a la vez que exalta las cualidades del abanderado tricolor a la Gubernatura, Manuel Añore, y también alienta el odio con arengas agresivas en contra del candidato de la alianza Guerrero Nos Une –formada por el PRD, PT y Convergencia-, el ex priísta Angel Aguirre, a quien Paredes Rangel se refiere como “ el traidor” y “el oportunista”.

Al parecer, los ataques verbales proferidos por la aún dirigente nacional del PRI en contra del candidato de la alianza Guerrero Nos Une, el ex priísta Angel Aguirre - quien fungía como Senador de la República y dejó al partido tricolor para asumir la candidatura aliancista –no han tenido eco en la sociedad guerrerense, pero son indicativos del nivel de virulencia y rijosidad que permea a las campañas electorales en dicha entidad federativa.

Mi opinión: De entrada, hay que subrayar que el Gobierno del perredista Zeferino Torreblanca en Guerrero ha resultado un fiasco. El mandatario guerrerense no ha podido con el paquete. La violencia criminal en Guerrero se ha desbordado en el sexenio de Torreblanca, e incluso han ocurrido asesinatos políticos que siguen sin resolverse, como es el caso del homicidio de un destacado perredista que fuera líder del Congreso local y que figuraba como potencial candidato a la Gubernatura. La violencia parece incontenible en Guerrero y a la par la economía naufraga, no hay empleo y el turismo va a la baja. O sea, el fracaso total. En ese contexto, las campañas electorales que se llevan a cabo para renovar la Gubernatura de Guerrero se tiñen de odio y rencillas virulentas que presagian un final tenebroso. En fin.

LA RESACA: Las versiones de supuestos “despidos” masivos de personal en el Consejo Estatal de Derechos Humanos son propaladas por quienes sienten amenazados sus privilegios económicos y sus prebendas laborales de que gozaban en la anterior administración de la extinta Comisión de Derechos Humanos, presidida ésta por el panista Juan Carlos Moreno Guillén, quien cobijó con muy buenos sueldos y altos puestos a gente muy cercana a sus afectos personales . La verdad de las cosas es que habrá una reestructuración institucional a fondo, a fin de adecuar el organigrama a la nueva estructura del Consejo, y cualquier cambio o baja de personal se hará de acuerdo con el marco legal, sin lesionar derechos laborales de nadie. Por cierto, hay que recalcar que las decisiones se toman de manera colegiada en el nuevo Consejo Estatal de Derechos Humanos….Y hasta mañana.GRACIAS.

DE TAREA: La convocatoria lanzada por el Rector de la UNACH, Jaime Valls Esponda, para que la comunidad universitaria y la sociedad en general participe con propuestas en la formulación del proyecto académico de la Máxima Casa de Estudios de Chiapas ha logrado concitar el interés de los universitarios y de gente pensante que quieren colaborar en la construcción de la Universidad moderna que requiere el pueblo chiapaneco.