CARREREANDO LA CHULETA

HARTA LUMBRE Y NO ES PARA ASAR CARNE

Por Ronay González

A mi mamá le gusta hacer sus comidas favoritas en leña, al igual que a los buenos vinos, la madera le transmite sabores y olores a la comida, como al frijol con chicharrón gordo, a la carne asada y no se diga al caldo de gaina de rancho, el sabor es diferente, se extraña.

En una ocasión, una de las cargas de leña que compró la aprendiz de magnate, o sea mi madre, estaba media verde, la ocurrencia de un cerebro poco agraciado de neuronas como el mío fue simple, puse la parrilla y encima la leña para que se secara, abajo había pocas brasas aun y según mis piensos, el calor de éstas secarían la leña.

Ciertamente el calor de las pocas brasas sirvió de secante a la leña. Yo todavía le puse una lámina encima y me fui a dormir, sabedor que había ganado varios puntos más en mi plataforma de inteligencia.

Por ahí de las 2 de la mañana un resplandor brillante iluminó el patio, me preparé porque estaba seguro que era un ángel que estaba bajando del cielo y me iba a tocar con sus alas sagradas. Me senté en la cama y me deleité con los tonos dorados que iluminaban la pared del vecino y el corredor de la casa, jugueteaban con la mugre de las paredes lo que encontré encantador.

El ángel empezó a hacer unos ruidos raros, como si tronara, pensé que se había enredado en el palo de papauce que estaba en el patio. Me paré, pensando esta vez que era un ángel medio tarado el que Dios me había mandado, pero cuál fue mi sorpresa cuando vi que no era un ángel, que el resplandor provenía del patio. La luz dorada era la carga de leña que estaba empezando a arder.

Levanté a mi mamá, le dije de la leña que dejé en el patio. Se paró de volada. No se salvó un solo leño, el patio seguía con ese resplandor increíble. Las brasas cayeron en el fogón de la casa, era mucha, muchísima.

Mi madre que a todo le encuentra el lado bueno dijo que era excelente para asar carne, lo que nos pareció una increíble idea, así que saqué la carne y hasta tortilla dorada hicimos. A pesar de que terminó siendo un momento muy agradable, que siempre recordaré, también me quedó claro que en minutos y por descuido puede ocurrir una desgracia con el fuego. El final de esta historia fue feliz, pero pudo ser una gran desgracia ¡Gracias al Colocho no fue así!

Los incendios hoy en día tienen muchas “cargas de leña verde” en los pastizales y los descuidos, al igual que el mío, son evidentes, desde las colillas de cigarros en la orilla de la carretera, la basura que arrojan y que contiene vidrios que sirven de lupa; el fuego disque controlado tiene a la carretera costera con el mismo resplandor dorado que vi en el patio.

Alguien cometió un descuido en el basurero municipal de Tapachula, el incendio es de enormes dimensiones, hoy es el cuarto día y no lo pueden controlar. Las autoridades decidieron actuar de manera conjunta según me informaron la noche de este viernes. Con pipas, trabajadores, se está buscando cualquier ayuda, incluyendo la de la iniciativa privada.

La estela de humo ya abarca varios kilómetros, las personas que habitan en zonas cercanas comienzan a presentar problemas respiratorios, nada grave claro, pero es una clara señal de alerta.

Seguro estoy que el incendio lo van a controlar, como ha ocurrido en otras ocasiones, se tiene que hacer, lo que en realidad me preocupa es qué se va a hacer para evitar que se siga contaminando de esa forma, con el basurero mismo y con todo lo que se quema y se contamina el ambiente.

Apurarle al relleno sanitario es impostergable, pero lo que es urgente es que se deje de generar basura, ya me permití dar al menos un par de ideas, porque no va a haber poder humano que pueda controlar tanta tonelada de basura, porque este tipo de incendios no sirve ni para asar carne, sólo contamina. Me pondré a corretear respuestas a este tema, ya les platicaré qué me dijeron los involucrados.

Ya pa’ despedirme les cuento rápidamente que me agradó la postura del diputado carnal y muy querido por la banda Fernando Castellanos: si Chiapas es un pueblo mágico, pues vamos entrándole todos para que siga así, como un pueblo unido que sabe convivir sanamente, que respeta las diferencias ideológicas, que conmemora sus fiestas tradicionales y se enorgullece de sus raíces.

Esa es la parte linda claro está porque no debemos olvidar que hay que mejorar las condiciones socioeconómicas de miles de chiapanecos, lo que asegura el carnal Fernandín (futuro presidente de Tuxtla según el brujo del tubo) se seguirá trabajando hasta lograrlo.

Ojalá, porque efectivamente somos un estado de tradiciones, de bellezas naturales, de gente trabajadora, pero con mucha pobreza qué vencer.