¡A PEDIRLE A SANTA UNA COMPU PA’ PAGAR IMPUESTOS!
Por Ronay González
A partir del 1º de enero de 2014, todos los contribuyentes deberán implementar la factura electrónica o digital, esto según el SAT, lo cual a simple oído suena simple, muy fácil, práctico, y hasta ecológico, pues se trata de un comprobante, tal como conocemos las facturas en papel, pero digital y se envía por Internet.
Sin embargo, aquí viene el “pero”, porque para hacerlo, cierto, ya no tienes que ir a la imprenta a solicitar tus blocks de facturas, pero sí debes para empezar, comprar, rentar, o pedir prestada una computadora en donde se pueda instalar un programa autorizado por el SAT, además obviamente de tener conexión a Internet ¡Ha! Y pagar además los servicios adicionales como “el timbrado”, que no es más que los famosos folios.
Cierto es que se trata de entrar en el mundo de la competitividad tecnológica y tener al día la información que se declara en los informes mensuales al SAT, y que se supone se obtienen resultados más eficientes, nadie lo niega, pero ¿realmente pueden las mini micro empresas mexicanas hacer todo eso?
Porque además, hasta el día de hoy, este tipo de factura sólo es obligatoria para aquellos contribuyentes que tienen ingresos superiores o iguales a cuatro millones de pesos, pero a partir del siguiente año, como les comentaba, tendremos que ser tooodos los contribuyentes, los chiquitititos y los grandototes.
Según el SAT cada año detecta facturas falsas por 50 mil millones de pesos, se supone que con estas medidas podrán combatir el uso de comprobantes apócrifos. Bien por ellos, es su chamba, pero ¿y cómo le van a hacer los mini changarros que apenas si pueden pagar el teléfono?
Se estima que son alrededor de seis millones de contribuyentes los que deberán migrar a este esquema de facturación, incluido el régimen de pequeño contribuyente o REPECO, mismo que hasta este momento no elaboraba facturas, sino simples notas de venta; tendrán ahora que migrar a un régimen de incorporación, con el cual deben comenzar a facturar con facturas electrónicas.
Después de una clase avanzada de contabilidad que tuvo a bien impartirme mi siempre amigo, el contador Zamora, y ante mi total desconocimiento de lo que voy a tener que hacer y gastar a partir del otro año, le puedo decir que esta factura una vez que es generada por el contribuyente, a través del mentado software o programa informático, es enviada de forma digital a una empresa que opera como proveedor autorizado de certificación (PAC), con la finalidad de que valide a través de Internet los elementos de seguridad del documento, y ya quedó.
Según el SAT, para migrar a esta modalidad, conocida como CFDI, lo que debes hacer es tramitar un certificado de sello digital con tu firma electrónica avanzada (fiel); utilizar el software informático que ya ofrece de forma gratuita el servicio de administración tributaria en su página de Internet para generar la factura electrónica, o acudir a un PAC que te ofrezca tanto la generación de la factura electrónica como su certificación y tan tan.
Insisto, bienvenida la modernidad, la simplificación, pero ¿van a poner en las oficinas del SAT computadoras en 24 pagos sin intereses (ajá) para ahora facilitarle las cosas al contribuyente? O de plano mejor se la pedimos a “Santa”.
Y hablando de modernidad, o intento de, mejor dicho, que alguien me diga qué pasa con los servicios de telefonía, que ya no nada más son un desastre en el asunto de las llamadas, la cobertura y la comunicación, sí, hablo de Telcel (si usted tiene otro en mente también aplica), ahora además hay que estarse peleando con el servicio de Internet, que lo tienes cuando… pues ya ni sé cuándo, porque envías información que tarda hooooras en llegar, o la que te envían nunca la recibes; o que si no hay servicio disponible, en fin, ya estoy hasta la… de que todo México sea territorio de los más grandes estafadores.
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